¿Por qué se me duermen los pies?
Jenna lleva coloreando un dibujo durante casi 25 minutos, y está sentada con una pierna doblada. Cuando suena la campana indicando que se acaba la clase, da un respingo y nota que su pierna esta rara. ¡Se le ha dormido un pie!
Si te ha pasado eso alguna vez, sabrás que consiste en perder la sensibilidad en ese pie, notarlo más pesado o notar un extraño hormigueo o cosquilleo en esa parte del cuerpo. ¿Pero por qué pasan estas cosas?
Muchas personas dicen que eso se debe a que se ha cortado el riego sanguíneo a esa parte del cuerpo, pero en estas situaciones están mucho más implicados los nervios que la sangre. Los nervios son pequeños filamentos o cables que van por todo tu cuerpo y que se encargan de trasmitir mensajes entre tu cerebro y el resto de tu cuerpo.
Cuando te sientas sobre una pierna, comprimes los nervios que llegan al pie de manera temporal. Los nervios dejan de poder mandar mensajes al cerebro con normalidad, de tal modo que se rompe la conexión temporalmente y no puedes sentir nada. Viene a ser como una llamada telefónica donde un amigo tuyo corta la línea pero tú sigues hablando: tu cerebro le está diciendo "hola" a tu pie, pero este último es incapaz de contestar.
Después de que te pongas de pie o dejes de tener las piernas cruzadas y tus nervios dejen de estar comprimidos, volverás a sentir tu pie como de costumbre. Puede notar cosas un tanto extrañas, como hormigueo, cosquilleo o incluso algo de dolor. Pero solo durará unos pocos segundos conforme se restablezca la conexión, y eso no te dañará el cuerpo.
¿Te preocupa que se te duerman los pies? No hay motivo para ello; a todo el mundo se le duermen los pies, y es raro que eso signifique que pasa algo malo en su cuerpo. Si quieres mantener tus pies bien despiertos y activos, no te sientes sobre ellos ni sobre tus piernas ni los pongas en otras posturas que impliquen comprimir los nervios.