¿Alguna vez viste hígado con cebollas fritas en el menú de algún restaurante?
¿Pero sabías que hay un hígado que no necesitas pedir? Se encuentra siempre dentro de tu abdomen, debajo de la caja torácica, y es muy importante para tu salud.
El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo. Para cuando llegues a la edad adulta, tendrá el tamaño aproximado de una pelota de fútbol. El hígado realiza muchos trabajos, pero los tres más importantes son los siguientes:
- Purifica la sangre.
- Produce un líquido digestivo importante, denominado “bilis”.
- Almacena energía en forma de azúcar, denominada “glucógeno”.
El hígado purifica la sangre
El hígado te ayuda porque elimina las toxinas presentes en la sangre. ¡Un momento! ¿Cómo que tenemos toxinas en la sangre? A veces, el cuerpo las produce como parte de su funcionamiento normal, por ejemplo, al descomponer las proteínas, un componente de algunos alimentos, como la carne y los frutos secos.
El hígado también purifica la sangre que ha sido enriquecida con vitaminas y minerales durante la digestión. Después de comer algo, las vitaminas, los minerales y otros nutrientes presentes en los alimentos pasan del intestino a la sangre. Antes de pasar el resto del cuerpo, la sangre rica en nutrientes se detiene en el hígado.
El hígado procesa los elementos beneficiosos para que el resto del cuerpo pueda utilizarlos. Cualquier desecho o elemento que el cuerpo no necesite es llevado por la bilis de regreso al intestino y se elimina al ir al baño.
Y, si alguna vez comes accidentalmente algo nocivo, el hígado intentará descomponerlo y quitarlo del organismo. ¡Pero no se te ocurra poner a prueba al hígado! Aléjate de los venenos y otras sustancias nocivas.
El hígado produce bilis
Como probablemente sabes, el sistema digestivo tiene otras funciones además de transportar los alimentos por tu cuerpo hasta que llega el momento de ir al baño. Durante la digestión, el cuerpo toma los alimentos que comes y extrae todo lo que necesita. La grasa es uno de esos elementos.
La bilis, un jugo digestivo producido por el hígado, ayuda al cuerpo a absorber la grasa en el flujo sanguíneo. Esta sustancia espesa y de color amarillo verdoso se encuentra en la vesícula, donde se almacena hasta que el cuerpo la necesita para digerir las grasas.
El hígado almacena el glucógeno
El hígado también ayuda al cuerpo a utilizar los carbohidratos, otro componente importante de los alimentos. Los carbohidratos están presentes en gran cantidad de alimentos, como el pan, las frutas y la leche. El cuerpo descompone la mayoría de los carbohidratos en un tipo de azúcar llamado “glucosa”, que es la principal fuente de energía de las células. La glucosa que se almacena en el hígado recibe el nombre de “glucógeno”.
El glucógeno es como el combustible de reserva. Cuando el cuerpo necesita un rápido refuerzo de energía o cuando el nivel de glucosa de una persona cae, el hígado descompone el glucógeno y libera glucosa en el flujo sanguíneo.
¡Y eso no es todo!
El trabajo del hígado no se detiene allí. También participa en la producción del colesterol. Probablemente, creas que el colesterol es algo malo, pero el cuerpo necesita de esta sustancia. Y el hígado ayuda a coagular la sangre, lo cual significa que dejarás de sangrar poco después de un corte.
Además, tendrás que agradecerle al hígado la próxima vez que tomes algún medicamento. Por ejemplo, cuando tomas un analgésico para el dolor de cabeza, el hígado toma el ingrediente activo y lo descompone para que el cuerpo pueda utilizarlo y haga desaparecer el dolor de cabeza.
Aprender a querer al hígado
Ahora que sabes todo lo que el hígado hace por ti, probablemente te preguntes qué puedes hacer tú por él. Es realmente muy sencillo. La mejor manera de cuidar de tu hígado es mantenerte sano. Si una persona tiene sobrepeso o si bebe demasiado alcohol, el hígado puede resultar dañado. Por lo tanto, mantente activo, come bien y tu hígado te cuidará tanto como tú a él.