Hablar sobre los sentimientos
Hablar sobre los sentimientos
¿Cuántos sentimientos puedes nombrar? ¿Feliz, triste, asustado? Es un buen principio.
¿Eres capaz de nombrar algunos más? ¿Seguimos con jovial, radiante, calmado? Enfadado, molesto, preocupado. Confundido, solo, nervioso. Agradecido, alegre, hogareño. Querido, sociable, tranquilo...
Podemos nombrar un montón de sentimientos. Trata de proponer algunos de tu propia cosecha.
Independientemente de cómo te encuentres —bien o mal—, ayuda mucho poner tus sentimientos en palabras. Hablar sobre tus propios sentimientos te puede ayudar a sentirte cerca de la gente que te importa. Te puede ayudar a encontrarte mejor si estás triste o asustado.
Expresar los sentimientos con palabras te ayuda a usar el auto-control cuando estás muy enfadado o muy alterado. Si tu hermano menor te ha quitado algo que es tuyo, le puedes decir: "Oye, me molesta mucho que lo hayas usado sin pedírmelo. La próxima vez, pídemelo, por favor." No hace falta iniciar una pelea por eso. Basta con que digas cómo te sientes y por qué, sin chillar.
Conoce tus sentimientos
Es más fácil hablar sobre tus sentimientos si sabes cómo te sientes y por qué. Prueba a seguir estos sencillos pasos:
- Piensa en el nombre de cómo te sientes. (Supongamos, por ejemplo, que estás nervioso.)
- Piensa en por qué te sientes así. (Supongamos que crees que estás nervioso porque mañana tienes un examen de ortografía.)
- Exprésalo todo junto con palabras. (Di para tus adentros: "Estoy nervioso porque mañana tengo un examen de ortografía.")
Si no sabes por qué te sientes como te sientes, también puedes hablar sobre ello. Puedes decir: "Estoy alterado, pero no sé por qué."
Elige a alguien con quien hablar
Uno de tus papás, uno de tus abuelos o un amigo, pueden ser buenas personas con quienes hablar. Es más fácil de lo que crees. Puedes empezar dirigiéndote a esa persona y diciéndole: "¿Tienes unos minutos para hablar?". Entonces dile cómo te sientes y por qué.
Deja que la otra persona te escuche. Tal vez te dé algún consejo. O te diga algo agradable. Tal vez te ayude a echar unas risas o te dé un buen abrazo. O te diga: "No te preocupes, ya te ayudaré a estudiar las palabras que entran en el examen de ortografía". El mero hecho de decir cómo te sientes y por qué te ayudará a empezar a sentirte mejor. Te ayudará a saber que no estás solo ante un problema o preocupación.
Habla sobre tus sentimientos en cualquier momento
No es necesario esperar a que tengas un problema importante para hablar sobre lo que sientes. Puedes decir cómo te sientes en cualquier momento. Es una cosa positiva que merece la pena poner en práctica.
Hablar sobre tus sentimientos no tiene que ocurrir necesariamente en una conversación importante. Puedes hacer un breve y sencillo comentario, como este:
- "¡Papá, estoy muy contento porque esta noche cenemos pizza! ¡Gracias!"
- "Estoy ilusionado con el partido de esta tarde. Creo que el entrenador me llamará desde el principio".
- "Estoy muy satisfecho porque me ha ido muy bien en el examen de matemáticas!"
- "Sentí vergüenza cuando le pedí a Kyle que bailara conmigo, ¡pero me puse tan contento cuando me dijo que sí!"
No es necesario que hables sobre todos tus sentimientos. Pero tomar conciencia de tus sentimientos y decir cómo te sientes y por qué es una buena práctica. Cuanto más lo hagas, más fácil te resultará. Hablar sobre tus sentimientos es una forma saludable de expresarlos. Y, cuando tengas sentimientos difíciles sobre los que necesites hablar, ya estarás preparado.