Medicamentos para el TDAH
¿Qué es un medicamento para el TDAH?
Después de que a un niño le diagnostican TDAH, es posible que los médicos le receten un medicamento para ayudarlo con los síntomas. Los medicamentos no curan el TDAH, pero ayudan a mejorar la capacidad de prestar atención, bajar el ritmo y tener más autocontrol.
¿Por qué los niños necesitan medicamentos para el TDAH?
No todos los niños con TDAH necesitan tomar medicamentos. Pero los medicamentos pueden ayudar a la mayoría de los niños con TDAH a estar concentrados durante más tiempo, a escuchar mejor y a moverse menos.
Los niños también se benefician de la terapia conductual, que los ayuda a aprender y a poner en práctica habilidades, como organizarse o esperar su turno sin interrumpir. Los medicamentos no son ningún atajo; aunque un niño los esté tomando, seguirá necesitando esforzarse para dominar estas habilidades. Lo bueno de los medicamentos es que ayudan a los niños a mantenerse concentrados mientras aprenden las habilidades que necesitan.
La medicación solo es una parte del tratamiento del TDAH. El tratamiento también incluye la terapia, la formación y el entrenamiento de los padres y el apoyo en la escuela. El medicamento funciona mejor cuando los padres, los maestros y los terapeutas ayudan a los niños a aprender cualquier habilidad social, emocional y de conducta que necesiten mejorar debido al TDAH. A la mayoría de los niños, les ayuda combinar la medicación con la terapia.
¿Cómo funcionan los medicamentos para el TDAH?
Los medicamentos para el TDAH mejoran la atención ayudando a las sustancias químicas del cerebro a funcionar mejor.
Los medicamentos actúan sobre dos sustancias químicas del cerebro: la dopamina y la noradrenalina (o norepinefrina). Estas sustancias químicas repercuten en la atención y la concentración.
¿Cómo se toman los medicamentos para el TDAH?
Los niños y los adolescentes con TDAH pueden tomar diferentes tipos de medicamentos. Los suelen tomar una o dos veces al día, dependiendo del medicamento. Todos los medicamentos para el TDAH requieren receta médica. La mayoría se toma por vía oral (por boca) Estos medicamentos vienen en forma de tableta para tragar, mascar o disolver, o en forma de cápsulas para tragar o para abrir y esparcir sobre los alimentos. Algunos vienen en forma líquida o como un parche que se coloca sobre la piel.
Estimulantes
Estos medicamentos incluyen el metilfenidato (algunas marcas comerciales son Ritalin, Concerta, Focalin y Daytrana) y las anfetaminas (por ejemplo, Adderall, Dexedrine y Vyvanse).
Los estimulantes empiezan a hacer efecto en cuanto se toman. La duración del efecto depende del medicamento:
- Las fórmulas de corta duración actúan durante aproximadamente 3 a 6 horas.
- Las fórmulas de acción prolongada permanecen en el organismo hasta durante unas 10 a 12 horas. Los estimulantes de acción prolongada pueden resultar útiles para los niños mayores y los adolescentes que tienen días escolares largos y necesitan el medicamento para permanecer concentrados mientras hacen los deberes o durante las actividades extraescolares.
No estimulantes
Entre estos medicamentos, se incluyen la atomoxetina (Strattera), la clonidina (Kapvay), la guanfacina (Intuniv) y la viloxacina (Quelbree). Los medicamentos no estimulantes pueden tardar hasta varias semanas en empezar a surtir efecto. Una vez transcurrido este tiempo, actúan durante 24 horas.
Antes de recetar un medicamento, el equipo médico le preguntará si su hijo está tomando otros medicamentos. Esto incluye también los medicamentos de venta sin receta médica y los suplementos (como las vitaminas y las plantas medicinales). El equipo médico de su hijo también querrá conocer los antecedentes médicos de su familia, sobre todo, si algún miembro de su familia tiene (o tuvo) una enfermedad cardíaca.
Los médicos suelen empezar recetando una dosis baja de un medicamento estimulante. Si su hijo está tomando un nuevo medicamento para el TDAH o una nueva dosis, el médico le pedirá que lo observe atentamente para saber si lo ayuda. El médico cambiará la dosis y la frecuencia con la que su hijo toma su medicamento basándose en la medida en que lo ayude y en si presenta algún efecto secundario.
Los niños responden de maneras diferentes a los medicamentos. Si el primer medicamento no parece surtir efecto, incluso en la dosis más elevada, lo más probable es que el médico pruebe con otro medicamento. Algunos niños necesitan tomar más de un medicamento para el TDAH a fin de obtener los mejores resultados.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Asegúrese de que su hijo tenga una buena rutina de sueño y que su dieta sea nutritiva. Esto los ayudará a manejar su TDAH.
Trabaje con el equipo de atención médica para programar la toma de medicamentos en el mejor horario para su familia. Los profesionales querrán saber cómo le está yendo a su hijo en la escuela y en el hogar. Mantenga el contacto con los maestros de su hijo para ver cómo van las cosas.
Hágale saber al médico de su hijo si nota algún efecto secundario de la medicación.
Llévelo a todas sus visitas de seguimiento. Es importante que el equipo de atención controle la altura, el peso, la presión arterial y la frecuencia cardíaca de su hijo. El equipo médico también controlará si hay efectos secundarios. Lo más probable es que ajusten la dosis del medicamento a medida que su hijo vaya creciendo. Es posible que deba visitar varias veces al médico, porque encontrar el medicamento y la dosis adecuados para su hijo puede llevar semanas o meses. A partir de entonces, el equipo médico querrá ver a su hijo cada 3 a 6 meses.
Para ayudar a su hijo y prevenir posibles problemas:
- Dele la dosis recomendada.
- Dele cada medicamento en el horario indicado.
- Hable con el médico antes de dejar de darle un medicamento o de cambiarle la dosis.
- Conserve todos los medicamentos en un lugar seguro, donde ninguna otra persona pueda acceder a ellos.
¿Existe algún riesgo?
Al igual que cualquier medicamento, los medicamentos para el TDAH pueden tener efectos secundarios. Sin embargo, no todas las personas experimentan efectos secundarios.
Los efectos secundarios más frecuentes son la falta de apetito y las dificultades para conciliar el sueño. Entre otros efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH, se incluyen el nerviosismo, la irritabilidad, el mal humor, el dolor de cabeza, el dolor de estómago, la frecuencia cardíaca acelerada, la hipertensión arterial y los tics motores.
Los efectos secundarios suelen presentarse durante los primeros días de la toma de un medicamento nuevo o de una dosis más elevada. Suelen desaparecer por sí solos después de unos pocos días o semanas de medicación, a medida que el cuerpo se va adaptando al medicamento.
Si un efecto secundario no desaparece, el médico puede optar por bajar la dosis o por abandonar ese medicamento y probar otro. Los medicamentos para el TDAH solo permanecen en el cuerpo durante unas pocas horas; por lo tanto, los efectos secundarios se van desvaneciendo a medida que el medicamento va saliendo del cuerpo.
El equipo médico de su hijo le facilitará más información sobre los posibles efectos secundarios de los medicamentos específicos que le haya recetado a su hijo. Si nota algo que le preocupa, hable con el médico de su hijo inmediatamente.
A algunos padres no les atrae la idea de darle a su hijo un medicamento para el TDAH. Pero el medicamento adecuado puede marcar una gran diferencia en la mayoría de los niños con TDAH. Hable con el médico de su hijo sobre lo que le preocupa. Hágale preguntas. El equipo médico de su hijo puede ayudarlo a decidir si es conveniente que pruebe con un medicamento.