Hoja informativa sobre el síndrome de dolor regional complejo (para las escuelas)
Qué deben saber los profesores
Las personas con síndrome de dolor regional complejo, también conocido como "síndrome de distrofia simpática refleja", tienen un dolor persistente de tipo quemazón o de tipo punzante en brazos, piernas, manos o pies.
El dolor suele empezar después de sufrir una lesión o de someterse a una operación. El estrés emocional también puede desempeñar un papel en este síndrome. No está claro por qué algunas personas desarrollan este síndrome. Pero lo más probable es que se trate de una combinación de problemas del sistema nervioso, del sistema inmunitario y los genes de la persona.
Aparte del dolor, otros síntomas de este síndrome son los siguientes:
- hinchazón y sensibilidad en la zona afectada
- cambios en la temperatura y el color de la piel de la zona afectada
- cambios en el crecimiento del cabello y de las uñas
- rigidez e hinchazón articular
- espasmos musculares y debilidad
- problemas para mover la parte afectada
La fisioterapia y la terapia ocupacional, el asesoramiento psicológico y los medicamentos pueden ayudar a que las personas con este síndrome mejoren su sintomatología. La mayoría de los niños y adolescentes con esta afección se recuperan con el paso del tiempo.
Los alumnos con síndrome de dolor regional complejo pueden:
- necesitar un equipo asistencial para escribir
- necesitar adaptaciones especiales para sentarse o moverse si tienen malestar o molestias
- necesitar usar una manta eléctrica
- necesitar visitar la enfermería escolar para medicarse durante las crisis de dolor
- necesitar que no los golpeen cuando se desplacen por los pasillos o el aula
- necesitar más tiempo para desplazarse entre aulas si tienen movilidad reducida
- tener problemas para concentrarse y estar cansados en la clase debido a sus problemas relacionados con el sueño
- beneficiarse de un programa de educación individualizada (IEP, por su sigla en inglés) o de un plan de educación 504
Qué pueden hacer los profesores
Los alumnos con síndrome de dolor regional complejo pueden perder tiempo de clase y días enteros de clase debido al estrés físico y emocional y a las visitas médicas. Deben disponer de más tiempo para hacer sus tareas.
Anime a sus alumnos con síndrome de dolor regional complejo a participar en las actividades escolares y extracurriculares, así como a mantenerse conectados con sus compañeros de clase. Aunque el ejercicio físico parece mejorar los síntomas, estos alumnos pueden necesitar más apoyo en las clases de gimnasia, así como tener que limitar sus actividades debido al dolor.
Pregunte a sus alumnos con síndrome de dolor regional complejo antes de tocarlos; hasta un leve toque en un hombro les podría causar dolor. Los alumnos con síndrome de dolor regional complejo también pueden ser muy sensibles a los ruidos fuertes; por lo tanto, revise este aspecto antes de hacer que se sienten cerca de altavoces, interfonos o timbres.
Si tiene a un alumno con síndrome de dolor regional complejo que sea sensible al frío, revise su IEP o su plan 504 antes de enviarlo a recreos en el exterior.