Un electrocardiograma (ECG) mide la actividad eléctrica del corazón. Esto puede ayudar a los médicos a saber cómo está funcionando el corazón y a identificar cualquier problema.
El ECG puede ayudar a mostrar la frecuencia cardíaca y la regularidad de los latidos cardíacos, el tamaño y la posición de las cavidades cardíacas y si existe alguna lesión.
¿Cómo se hace?
No es en absoluto doloroso hacerse un ECG. Se pide al paciente que se acueste, y se le colocan unas pequeñas almohadillas metálicas (llamadas electrodos), que se pegarán a su piel mediante adhesivos. Los electrodos se colocan siguiendo un patrón estándar en hombros, pecho, muñecas y tobillos.
Una vez los electrodos están en su sitio, se pide al paciente que esté quieto y, tal vez, que aguante la respiración brevemente mientras le registran los latidos cardíacos durante un período de tiempo corto. Al paciente también le pueden pedir que se levante y haga ejercicio durante un rato.
La información la interpreta una máquina y la refleja en una gráfica. La gráfica muestra muchas ondas, que reflejan la actividad del corazón. La altura, la longitud y la frecuencia de las ondas se lee de la siguiente forma:
- La cantidad de ondas por minuto es la frecuencia cardíaca.
- La distancia entre esas ondas es el ritmo cardíaco.
- Las formas de las ondas muestran lo bien que están funcionando los impulsos eléctricos del corazón, el tamaño del corazón y lo bien que partes aisladas del corazón están funcionando conjuntamente.
- La consistencia de las ondas ofrece información bastante específica sobre cualquier lesión en el corazón.
¿Qué se puede diagnosticar con un ECG?
El latido cardíaco de una persona debe ser consistente y uniforme. Los ECG permiten detectar frecuencias cardíacas anormalmente lentas o anormalmente rápidas, ritmos cardíacos anormales, bloqueos en la conducción (cortocircuitos de los impulsos eléctricos del corazón que causan inconsistencias rítmicas entre las cavidades superiores e inferiores del corazón) y cuatro tipos de lesiones cardíacas:
- hipertrofia ventricular: un engrosamiento anormal del corazón.
- isquemia: causada por un riego sanguíneo anormalmente reducido.
- cardiomiopatías: anormalidades en el músculo del corazón
- alteraciones electrolíticas y por fármacos, que pueden cambiar el ambiente electroquímico del corazón.
Se pueden utilizar ECG computados junto con otras pruebas, para obtener una visión multimedia del corazón. Esas pruebas incluyen los ecocardiogramas (que son ecografías donde se envían ondas sonoras al corazón y utilizan sus rebotes para crear una imagen de este órgano) y los escáneres de talio (que vienen a ser un tipo de radiografía, y usan un marcador radiactivo, inyectado en el torrente sanguíneo, para generar una imagen del corazón).
Antes, los ECG se registraban utilizando una máquina que trazaba largas tiras de papel, y los registros de cada electrodo se presentaban en una secuencia estándar. Pero ahora los registros de los ECG se guardan en archivos informáticos que se pueden recuperar e imprimir.
¿Cuándo están listos los resultados?
Los resultados de un ECG están disponibles inmediatamente. De hecho, la computadora de la máquina de ECG hasta proporciona una interpretación instantánea de los hallazgos al emitir el informe. De todos modos, es posible que el médico pregunte a un experto, generalmente a un cardiólogo, para que le ayude a analizar e interpretar el ECG. Algunos de los resultados de un ECG pueden ser muy sutiles, siendo necesaria la participación de un ojo experto.