Programas de Educación Individualizada (IEP): Consejos para los maestros
Los alumnos que requieran ayuda y apoyo adicionales pueden ser elegibles para recibir los servicios especiales que proporcionan los Programas de educación individualizada (IEP, por sus siglas en inglés) gratuitos para todas las familias en las escuelas públicas. Entender cuál es su papel en la educación de un alumno con un IEP será beneficioso tanto para su alumno como para usted.
El Acta sobre la Educación de Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) hace que los maestros de los alumnos con necesidades especiales sean los responsables de planificar, aplicar y supervisar los planes de educación para ayudar a que sus alumnos rindan en la escuela. El IEP describe los objetivos establecidos para cada alumno durante el curso escolar, así como cualquier tipo de apoyo especial necesario para ayudarlo a alcanzar esos objetivos.
IDEA requiere que los estados ofrezcan una educación pública apropiada y gratuita a los alumnos que sean eligibles para recibir una educación especial entre los 3 y 21 años de edad en un entorno lo menos restrictivo posible. Esto significa que los alumnos con discapacidades deben aprender junto con sus compañeros de clase sin discapacidades durante el máximo tiempo posible.
¿Quién necesita un IEP?
Los niños que requieran servicios de educación especial requieren un IEP. Los alumnos pueden ser elegibles por muchos motivos diferentes, como los siguientes:
- trastornos del aprendizaje
- trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- trastornos emocionales
- problemas cognitivos
- autismo
- problemas auditivos
- problemas en la vista
- problemas en el habla y/o el lenguaje
- retraso del desarrollo
- discapacidades físicas
Los alumnos pueden tener un trastorno del aprendizaje y si no logran alcanzar de manera consistente el nivel de rendimiento esperable para su edad. Entre los signos más frecuentes de un trastorno del aprendizaje se incluyen los siguientes:
- problemas para dominar las tareas o para aplicar habilidades académicas a nuevas tareas
- dificultades en el procesamiento de la comunicación y del lenguaje, así como en el lenguaje expresivo y receptivo
- mucha frustración en la escuela y en los deberes
- tener un buen conocimiento general, pero no ser capaz de leer (dislexia), escribir (disgrafía ), o hacer tareas de matemáticas (discalculia) al mismo nivel de rendimiento que sus compañeros de clase
- necesitar una guía constante y paso a paso para llevar a cabo las tareas
- sacar malas notas a pesar de haberse esforzado mucho
- tener muy poca memoria del material escrito o hablado
- no ser capaz de recordar los pasos o estrategias a seguir para resolver problemas por no entender la tarea o la lógica subyacente
- no ser capaz de recordar habilidades y datos con el paso del tiempo
¿Cómo se administran estos servicios?
Generalmente, los servicios indicados en un IEP se pueden administrar en las clases ordinarias. En otros casos, estos servicios se pueden administrar en clases diferentes o incluso en escuelas diferentes, en función de las necesidades específicas de cada alumno. Algunos alumnos pueden tener un IEP solo para una signatura, mientras que hay otros que pueden tener un IEP para todas las asignaturas, así como formación en habilidades sociales.
Los alumnos con IEP pueden participar en todas las asignaturas, especialmente en las clases de ciencias, sociales, arte, música, lectura, gimnasia y salud. Es fundamental que los maestros ordinarios se lean el IEP de cada alumno y que se familiaricen con la supervisión y los servicios necesarios para aplicar este programa.
Los servicios también se pueden ofrecer en un entorno independiente de la clase ordinaria, dentro del mismo centro. En este marco, se forman grupos reducidos de alumnos con necesidades similares para que reciban instrucción. Un maestro de educación especial titulado es el instructor, y hay otro personal de la escuela (ayudantes y maestros de apoyo) que lo ayudan a impartir la clase.
De todos modos, aquellos alumnos que necesiten una intervención intensa pueden tener que asistir a una escuela especial. En estos centros, las clases tienen una menor cantidad de alumnos por maestro, lo que permite una atención más individualizada. Los maestros de las escuelas especiales suelen tener una formación específica para formar a alumnos con necesidades educacionales especiales.
¿Cómo se evalúan los alumnos?
Por lo general, el proceso de derivación empieza cuando a un maestro, padre o médico le preocupa que un niño esté teniendo dificultades en la escuela.
El primer paso consiste en reunir información específica relacionada con los avances del alumno o con sus dificultades académicas. Esto se puede hacer a través de:
- una reunión con los padres
- una reunión con el alumno
- observaciones sobre el alumno
- el análisis del rendimiento del alumno (atención, comportamiento, nivel de entrega y de cumplimiento de los trabajos escolares, exámenes, trabajos de clase, deberes, etc.)
Esta información ayuda a los maestros y al personal de la escuela a decidir sobre el siguiente paso a seguir. Se pueden usar estrategias específicas para cada alumno para ayudarlo a rendir más en los estudios antes de hacerle una prueba formal. Si esas estrategias no dan buenos frutos, al niño se le puede hacer una evaluación psico-pedagógica para identificar cualquier posible trastorno del aprendizaje específico u otro problema de salud.
Aviso: presentar una discapacidad no garantiza automáticamente que un niño reciba estos servicios. Para ser elegible, es decir, para poderse beneficiar de estos servicios, la discapacidad debe afectar a su forma de funcionar en la escuela.
Para determinar la elegibilidad, un equipo de profesionales evaluará al niño basándose en sus observaciones, los resultados obtenidos por el alumno en pruebas estandarizadas y su rendimiento escolar diario en exámenes, cuestionarios, trabajos de clase y deberes.
¿Quién integra el equipo?
El equipo evaluador puede incluir a los siguientes profesionales:
- los maestros de la clase
- un terapeuta ocupacional
- un fisioterapeuta
- un psicólogo
- un educador especial
- un logopeda (terapeuta del habla)
- un especialista en la vista y el oído
- otros, según las necesidades específicas de cada niño
Si es necesario hacer más pruebas, a los padres les pedirán que rellenen un consentimiento que detalle quién estará implicado en el proceso evaluador y el tipo de pruebas que se le harán. Estas pruebas pueden abarcar habilidades escolares específicas, como la lectura y las matemáticas, así como habilidades del desarrollo más generales, como el habla y el lenguaje.
Después de que los miembros del equipo completen sus evaluaciones, se elaborará un informe de evaluación integral. Este informe incluirá una clasificación educacional y describirá las habilidades del alumno y el apoyo que necesita.
Los padres pueden revisar el informe antes de que se desarrolle el IEP. Si no están de acuerdo con el informe, tendrán la oportunidad de trabajar con la escuela a fin de elaborar un programa que satisfaga mejor las necesidades de su hijo.
¿Cómo se desarrolla un IEP?
El siguiente paso es una reunión del IEP, durante la cual el equipo y los padres deciden qué se incluirá en el plan. Así mismo, un maestro ordinario deberá estar presente para poder hacer sugerencias sobre cómo el plan puede ayudar al niño a avanzar en el currículum educativo estándar y cómo se puede usar en el marco de una clase ordinaria, si es apropiado.
En la reunión, el equipo debatirá sobre las necesidades educacionales del alumno, según lo descrito en el informe de evaluación integral, y desarrollará unos objetivos anuales a corto plazo, específicos y medibles, para cada una de esas necesidades.
¿Qué incluye un IEP?
La portada del IEP indica los servicios de apoyo que se le ofrecerán el alumno y con qué frecuencia los recibirá. Entre los servicios de apoyo, se pueden incluir muchas cosas diferentes: por ejemplo, el transporte; la logopedia y los servicios de audiología; servicios psicológicos; fisioterapia y terapia ocupacional; ocio, incluyendo el ocio terapéutico; servicios de trabajo social; y servicios médicos (solo para el diagnóstico y la evaluación).
Si el equipo recomienda que el niño reciba varios servicios de educación especial, es posible que la cantidad de tiempo que ocupen en el horario escolar del niño parezca excesiva. Para aliviar esta sobrecarga, un profesional puede hablar con el maestro del alumno, a fin de elaborar maneras de ayudar al niño, pero sin ofrecerle ninguna instrucción práctica. Por ejemplo, un terapeuta ocupacional puede sugerir adaptaciones para un niño con dificultades en la motricidad fina que afectan a la escritura, y el maestro ordinario las incorporará en las clases de escritura impartidas a todo el grupo.
Otros servicios se pueden administrar directamente en la clase, de modo que no interrumpan la jornada escolar del niño. Un niño con dificultades para escribir puede trabajar con un terapeuta ocupacional mientras el resto de la clase practica la escritura por su cuenta. Al decidir cómo y dónde se administrarán los servicios de educación especial, la comodidad y la dignidad del niño deben ser las prioridades principales.
Si un alumno tiene necesidades académicas y está rindiendo por debajo del nivel deseable, se le pueden ofrecer servicios fuera de las clases ordinarias. Los alumnos pueden recibir instrucción en grupos pequeños sobre un área en particular (generalmente la lengua, las artes plásticas o las matemáticas) por parte de un maestro de educación especial, junto con otros alumnos con necesidades similares.
¿Con qué frecuencia se deben actualizar los IEP?
El IEP se debe revisar cada año para actualizar sus objetivos y asegurarse de que sus servicios satisfacen las necesidades del alumno. Durante el curso escolar, se supervisan los avances del alumno a menudo para tener la seguridad de que se están cumpliendo los objetivos establecidos en su IEP. Los IEP se pueden modificar en cualquier momento según lo que sea necesario.
Los plazos específicos garantizan que el desarrollo de un IEP pase de la derivación a la prestación de los servicios de educación especial lo más deprisa posible. Asegúrese de preguntar sobre el marco temporal y de mantenerse bien informado.
Si los padres están en desacuerdo con alguna parte del informe de evaluación integral del IEP, una mediación o bien una audiencia o vista legal son dos opciones.
Es importante que los maestros entiendan el proceso de elaboración del IEP y en qué consiste su función de dar instrucciones a los alumnos con IEP. Cualquier pregunta que tenga relacionada con un IEP la puede dirigir al equipo del IEP o al coordinador asignado a cada alumno.