Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes
También recibe el nombre de: Enfermedad o mal de Perthes
¿Qué es la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
La enfermedad de Legg-Calvé-Perthes es un problema que provoca cambios en la forma de la parte superior del fémur. El hueso no calza correctamente en la articulación de la cadera y esto provoca dolor y renguera.
En general, ocurre en un lado de la cadera, pero a veces afecta a ambos lados. La mayoría de niños con la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes se recuperan bien y no tienen problemas a largo plazo.
¿Qué ocurre en la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
La cadera es la articulación que une la pierna al tronco. La parte superior del fémur tiene una forma esférica y calza dentro de una cavidad redondeada. Esta articulación esférica nos permite rotar las piernas y moverlas en todas las direcciones.
En la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, la cabeza del fémur no recibe suficiente irrigación sanguínea. Por lo tanto:
- Las células óseas de la cabeza del fémur mueren por falta de nutrientes.
- El cuerpo empieza a degradar la cabeza del fémur.
Al cabo de unos meses, el cuerpo empieza a regenerar el hueso. La parte regenerada puede ser normal, o bien estar aplanada o engrosada. Si la cabeza del fémur no se regenera como es debido, es posible que no encaje bien en la cavidad de la cadera y afecte a su movilidad. Estos cambios ocurren lentamente. Suelen transcurrir entre 2 y 3 años desde el inicio de los síntomas hasta la completa regeneración del hueso.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
La enfermedad de Legg-Calvé-Perthes puede causar:
- Renguera: suele ser el primer signo de esta enfermedad. Es posible que los padres noten un cambio en la forma de andar o de correr de su hijo cuando practica deporte. Una cadera puede parecer rígida o tener menos movilidad.
- Dolor: la mayoría de niños tienen algo de dolor en la cadera, la ingle, el muslo o la rodilla.
Estos problemas pueden ir y venir, y suelen empeorar con la actividad y mejorar con el reposo.
¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
Los médicos desconocen las causas de esta enfermedad. La mayoría de los niños con esta afección tienen entre 4 y 10 años. Es más frecuente en los varones.
¿Qué problemas a largo plazo puede causar la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
La mayoría de los niños no tiene problemas a largo plazo. Los niños más pequeños y quienes tienen afectada una parte más pequeña del fémur son los que mejor se curan.
Pero en algunos casos, incluso con tratamiento, el hueso no vuelve a crecer con la forma necesaria para encajar en la articulación de la cadera. Esto puede producir lo siguiente:
- dolor y rigidez continuos en la articulación de la cadera
- dolor y artritis en la cadera cuando sean adultos jóvenes
- necesidad de un reemplazo de cadera a una edad más precoz de lo habitual
- una pierna más corta que la otra
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
Cuando un niño presenta signos de la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, el médico:
- preguntará por los síntomas que presenta
- lo explorará para determinar la movilidad de su cadera
- pedirá radiografías
- tal vez pida análisis de sangre para asegurarse de que los síntomas no son a causa de otro problema
¿Cómo se trata la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes?
La enfermedad de Legg-Calvé-Perthes suele ser tratada por un ortopedista o un cirujano ortopedista pediátrico. Los objetivos del tratamiento son aliviar el dolor, favorecer el movimiento de la cadera y ayudar a que el hueso vuelva a crecer con la forma normal.
Los tipos de tratamientos necesarios dependen de la edad del niño y de la cantidad y el tipo de cambios en el fémur. El especialista en ortopedia tal vez recomiende:
- medicamentos para el dolor y la inflamación (irritación e hinchazón)
- fisioterapia
- limitar la actividad
- el uso de una escayola o un arnés ortopédico
- una cirugía
El tratamiento de la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes puede llevar varios años. En las visitas de seguimiento se toman radiografías para ver cómo se está curando el hueso. A veces, es necesario hacer otras pruebas de diagnóstico por la imagen, como una resonancia magnética (RM).