Enteropatía perdedora de proteínas
¿Qué es la enteropatía perdedora de proteínas?
La enteropatía perdedora de proteínas consiste en que se pierde una cantidad excesiva de proteínas desde el intestino. Esto suele ocurrir debido a una afección médica crónica (de larga duración).
Dependiendo de cuál sea su causa, los médicos suelen poder tratar las enteropatías perdedoras de proteínas.
¿Qué ocurre en una enteropatía perdedora de proteínas?
Una enteropatía perdedora de proteínas ocurre cuando hay un problema en el flujo de la linfa. La linfa es un líquido transparente que contiene proteínas y grasas, lucha contra los gérmenes y mantiene los fluidos corporales a unos niveles normales. En la enteropatía perdedora de proteínas, un exceso de linfa (y de las proteínas que contiene) se cuela dentro del intestino.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la enteropatía perdedora de proteínas?
Los síntomas de la enteropatía perdedora de proteínas pueden ser leves o graves, dependiendo de cuál sea la causa de esta enfermedad. Un niño con enteropatía perdedora de proteínas puede tener:
- los brazos y las piernas hinchados (edema)
- acumulación de líquido dentro del abdomen, alrededor del corazón y alrededor de los pulmones
- diarrea
- dificultades para digerir los alimentos y para ganar peso
- problemas para luchar contra las infecciones
¿Cuáles son las causas de la enteropatía perdedora de proteínas?
Los niños con una enteropatía perdedora de proteínas la suelen tener debido a otro problema de salud. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
- problemas en los vasos linfáticos de los intestinos
- cardiopatía congénita o haberse operado del corazón para repararla
- problemas gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, o la enfermedad celiaca
- tumores cancerosos y no cancerosos
- infecciones
¿Cómo se diagnostica la enteropatía perdedora de proteínas?
Si un niño presenta signos de esta afección, los médicos preguntarán por sus síntomas, lo explorarán y le pedirán un análisis de sangre, de orina y/o de heces.
Entre otras pruebas que se usan para encontrar la causa de una enteropatía perdedora de proteínas, se incluyen las siguientes:
- técnicas de diagnóstico por la imagen, como la radiografía, la tomografía computada (TC), la ecografía y/o la resonancia magnética (RM)
- estudios que usan una cámara diminuta que se coloca dentro de un tubito que transcurre a lo largo del tubo digestivo (endoscopia, enteroscopia, colonoscopia)
- estudios que analizan el vídeo grabado por una cápsula que se traga (endoscopia por cápsula inalámbrica)
¿Cómo se trata la enteropatía perdedora de proteínas?
El tratamiento de la enteropatía perdedora de proteínas suele implicar seguir una dieta baja en grasas y alta en proteínas; la toma de suplementos dietéticos para favorecer la nutrición; e infusiones proteicas por vía intravenosa (VI). El uso de vendas de compresión, que comprimen suavemente las piernas, puede ayudar a reducir el edema, así come elevar los brazos y las piernas.
Dependiendo la causa de esta afección, otros tratamientos pueden incluir:
- cirugía para extraer una parte del intestino
- un procedimiento llevado a cabo por un radiólogo intervencionista para reparar un vaso linfático anómalo
- medicamentos para luchar contra las infecciones
- cambios dietéticos para tratar la enfermedad celíaca
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Si su hijo tiene una enteropatía perdedora de proteínas, asegúrese de:
- Llevar a su hijo a todas las visitas médicas que tenga programadas.
- Ayudar a su hijo a aplicar cualquier cambio que le recomiende su médico.
- Darle a su hijo cualquier medicamento que le recete su médico.
- Si esta afección se debe a otro problema médico, aprenda cuanto pueda sobre él. Pídale más información al médico de su hijo y dígale que le recomiende sitios web y grupos de apoyo (sean de carácter local o en línea). Hablar con otras familias que están atravesando la misma situación también puede ser de gran ayuda.