Fibrosis quística: análisis de cloruro en el sudor
Qué es
La prueba de cloruro en el sudor ayuda a diagnosticar la fibrosis quística, un trastorno hereditario que afecta a los niños al alterar el funcionamiento normal de las células epiteliales, que componen las glándulas sudoríparas de la piel y que recubren los conductos pulmonares, hepáticos, pancreáticos y de los sistemas digestivo y reproductor. Los niños que padecen una fibrosis quística son más proclives a contraer infecciones pulmonares de forma reiterada.
La prueba del sudor mide la cantidad de cloruro que contiene el sudor. Los niños con fibrosis quística pueden tener entre dos y cinco veces más cloruro en su sudor que los niños sanos. En la prueba del sudor, se estimula la piel para que produzca suficiente cantidad de sudor; este sudor será absorbido por un recolector especial para su posterior análisis.
Los pediatras pueden realizar esta prueba a un lactante sobre quien sospechan que podría padecer una fibrosis quística tan pronto como 48 horas después de su nacimiento. De todos modos, cualquier prueba llevada a cabo durante el primer mes de la vida de un niño es posible que tenga que repetirse porque los recién nacidos pueden no producir suficiente cantidad de sudor para garantizar la fiabilidad de los resultados.
Por qué se realiza
Los pediatras solicitarán una prueba de cloruro en el sudor a aquellos niños que tengan antecedentes familiares de fibrosis quística o a aquellos que presenten síntomas de este trastorno. Entre estos síntomas y signos, se incluyen los retrasos del crecimiento, las infecciones pulmonares reiteradas y los problemas digestivos.
Preparación
Para hacer esta prueba no es necesario hacer ningún tipo de preparación. Antes de realizar la prueba, su hijo puede comer, beber y hacer ejercicio como de costumbre y seguir tomando los medicamentos que suele tomar. No se deben aplicar cremas ni lociones sobre la piel del niño durante las 24 horas inmediatamente previas al inicio del procedimiento. La prueba del sudor suele durar en torno a una hora, de modo que tal vez prefiera llevar libros o juguetes para que a su hijo le resulte más llevadera.
En el procedimiento no se utiliza ninguna aguja.
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El procedimiento
Se lavará y se secará un área de la piel del brazo de su hijo. A continuación, le colocarán dos electrodos mediante correas. Una de las correas contendrá un disco con gel de pilocarpina, un medicamento que estimula las glándulas sudoríparas para que produzcan sudor. El medicamento entrará en la piel mediante una suave corriente eléctrica. Seguidamente se retirarán los electrodos y se limpiará la piel.
A continuación, se colocará un dispositivo especial de recolección de sudor sobre la superficie de la piel que se acabe de limpiar, justo en la zona donde se habían estimulado las glándulas sudoríparas. El dispositivo se sujetará a la piel con cinta adhesiva para que no se mueva y se recogerá el sudor durante 30 minutos. El sudor recogido se volverá azul al entrar en contacto con un tinte del mismo color presente en el interior del dispositivo que lo hará visible al técnico.
Una vez se haya acumulado suficiente cantidad sudor en el tubo contenido en el dispositivo, se retirará este sudor y se colocará en el analizador de sudor. El aparato recolector se retirará y se volverá a limpiar la piel del niño. Es posible que la piel de su hijo permanezca enrojecida y que siga sudando durante varias después de la prueba.
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Qué esperar
Esta prueba no es dolorosa, aunque algunos niños sienten un leve cosquilleo u hormigueo cuando los electrodos aplican corriente sobre su piel.
Obtención de los resultados
Los resultados suelen estar listos al cabo de uno o dos días.
Si su hijo tuviera un nivel de cloruro en sudor superior a los 60 milimoles por litro (valor que se considera anómalo), la prueba indicaría que tendría muchas probabilidades de padecer fibrosis quística, aunque algunos niños con fibrosis quística presentan niveles limítrofes o incluso normales de cloruro en sudor. En el caso de que se necesitara más sudor, se repetiría la prueba. Si los resultados fueran positivos o no estuvieran claros, se haría un análisis de sangre, sobre todo si se tratara de un bebé.
Riesgos
Esta prueba se asocia a un riesgo mínimo de complicaciones. La corriente eléctrica puede enrojecer la piel del niño y/o hacerla sudar en exceso durante un breve período de tiempo. En contadas ocasiones, la piel puede parecer ligeramente quemada por el sol.
Cómo ayudar a su hijo
Puede optar por quedarse junto a su hijo para ayudarlo a distraerse durante la prueba.
Si tiene alguna pregunta
Si tiene alguna duda sobre la prueba de cloruro en el sudor o sobre cómo se realiza, hable con el pediatra de su hijo.