Cómo controlar tu diabetes cuando estés enfermo
En una persona con diabetes, el hecho de estar enfermo puede afectar a sus concentraciones de azúcar en sangre. Lo bueno es que, si adoptas unas pocas precauciones, podrás mantener tus concentraciones de azúcar en sangre bajo control.
¿Cómo puede afectar estar enfermo a las concentraciones de azúcar en sangre?
Cuando estás enfermo, independientemente de que se trate de algo de poca importancia, como un catarro, o de algo más grave, tu cuerpo percibe la enfermedad como una fuente de estrés. Para afrontar el estrés, libera hormonas que aumentan la concentración de azúcar en sangre.
En un sentido, esto es bueno porque ayuda a aportar el combustible adicional que necesita tu cuerpo. Pero, en las personas con diabetes, también puede hacer que las concentraciones de azúcar sean demasiado altas. Hay algunas enfermedades que pueden causar el problema contrario. Si no te apetece comer, tienes náuseas o vomitas y te estás inyectando la misma cantidad de insulina que de costumbre, las concentraciones de azúcar en sangre te pueden bajar demasiado.
Las concentraciones de azúcar en sangre pueden ser muy impredecibles cuando estamos enfermos. Puesto que no podemos saber cómo afectará una enfermedad a esas concentraciones, es importante medirse el azúcar en sangre a menudo cuando estamos enfermos y modificar las dosis de insulina en consonancia.
Cómo organizarnos cuando estamos enfermos
Tu plan de control de la diabetes te ayudará a saber qué debes hacer cuando estés enfermo. Es posible que el plan te indique:
- cómo medir tus concentraciones de azúcar en sangre y de cetonas cuando estés enfermo
- qué medicamentos puedes tomar sin problemas
- qué cambios debes hacer en lo que comes y bebés y en tus medicamentos para la diabetes
- cuándo deberías llamar al médico
Así mismo, las personas con diabetes se deben poner la vacuna contra el neumococo, que protege contra algunas infecciones que pueden ser graves. También te deberías poner la vacuna antigripal cada año. Esas vacunas te pueden ayudar a reducir la cantidad de días que estés enfermo y a mantener tu diabetes bajo control.
Qué hacer cuando estés enfermo
Tu médico te dará consejos específicos para cuando estés enfermo. Pero aquí tienes algunas recomendaciones generales:
- Sigue con tu tratamiento. A menos que tu médico te diga que hagas algún cambio, sigue tomando los mismos medicamentos para la diabetes. Tienes que seguir inyectándote insulina cuando estés enfermo, incluso aunque no comas tanto como sueles comer. Eso se debe a que el hígado fabrica glucosa y la libera a la sangre, incluso aunque estés repanchigado en el sofá, o sea que siempre necesitas inyectarte insulina. Algunas personas con diabetes necesitan inyectarse más insulina de a habitual cuando están enfermas. Incluso hay algunas personas con diabetes tipo 2 que no se suelen inyectar insulina que pueden necesitarla cuando están enfermas.
- Mídete la concentración de azúcar en sangre y la cantidad de cetonas a menudo. Tu médico te indicará con qué frecuencia te debes medir la concentración de azúcar en sangre y la cantidad de cetonas, que se suelen tener que medir más a menudo cuando uno está enfermo.
- Presta una atención especial a las náuseas y los vómitos. Las personas con diabetes a veces contraen infecciones digestivas que causan náuseas y/o vómitos. Pero las náuseas y los vómitos también son síntomas de la cetoacidosis. Si tienes molestias digestivas y/o estás vomitando, es importante que te midas las concentraciones de azúcar y de cetonas y que recibas ayuda médica según lo que indique tu plan de control de la diabetes. El mejor enfoque es seguir al pie de la letra tu programa de inyecciones de insulina, medirte las cetonas con regularidad y seguir los consejos de tu médico sobre cuándo debes pedir ayuda.
- No te deshidrates. Asegúrate de beber abundantes líquidos, incluso si tienes náuseas o vómitos. El médico te puede recomendar los tipos y las cantidades de líquidos que debes beber para ayudarte a controlar tanto tu enfermedad como tus concentraciones de azúcar en sangre.
- Usa los medicamentos de venta sin receta médica con prudencia. A veces la gente toma medicamentos de venta libre (los que se compran sin necesidad presentar la receta de un médico) para tratar enfermedades como un catarro o una gripe. Pero este tipo de medicamentos contienen componentes que puede subir o bajar el azúcar en sangre o causar síntomas que se parecen a los de tener concentraciones altas o bajas de azúcar en sangre. Sigue las recomendaciones de tu médico sobre la toma de este tipo de medicamentos. Tu médico hasta puede incluir en tu plan de control de la diabetes los nombres de los medicamentos de uso frecuente que puedes tomar sin problemas, y/o explicarte en qué te debes fijar cuando leas las etiquetas de los medicamentos antes de tomártelos.
- Anota lo que te pasa. Es posible que tu médico tenga muchas preguntas sobre la enfermedad que has contraído y sobre sus síntomas. Por eso, lo podrás ayudar más si vas anotando todos tus síntomas, los medicamentos que tomas y sus dosis, qué bebes y qué comes y si lo puedes retener. Así mismo, indica a tu médico si has perdido peso o has tenido fiebre, y ten a mano tus concentraciones de azúcar en sangre y de cetonas.
- Descansa. La gente necesita descansar cuando está enferma. Eso ayuda a que el cuerpo focalice su energía en luchar contra la enfermedad. Si crees que necesitas ayuda, deja que uno de tus padres asuma el control de tu diabetes durante uno o dos días. Tu madre o tu padre se puede encargar de ir registrando tus concentraciones de azúcar en sangre y decidir la mejor dosis de insulina que te debes inyectar mientras tú te echas un buen sueño.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Tu plan de control de la diabetes te indicará cuándo podrías necesitar ayuda médica y qué deberías hacer. Aquí tienes algunos motivos para llamar a tu médico:
- si no tienes nada de apetito o no puedes comer o beber
- si tu concentración de azúcar en sangre es baja porque no has estado comiendo mucho, pero recuerda seguir en casa los pasos necesarios para recuperar tu concentración de azúcar en sangre
- si sigues vomitando o teniendo diarrea
- si tus concentraciones de azúcar en sangre siguen siendo altas durante varias mediciones seguidas y no descienden a pesar de haber aumentado la cantidad de insulina que te has inyectado
- si tienes una cantidad elevada de cetonas en la orina (o concentraciones altas de cetonas en sangre si dispones del medidor adecuado)
- si crees que podrías tener una cetoacidosis
- si no puedes comer ni beber porque te van a hacer una prueba médica, como una radiografía, te van a operar o te van a hacer un procedimiento dental
Siempre que tengas dudas o preguntas, pide consejo a tu médico.