¿Qué es una distensión de isquiotibiales?
Hay tres músculos que recorren la parte posterior de la pierna, desde el muslo hasta la rodilla, y que te ayudan a flexionar la rodilla y extender la cadera. Conjuntamente, todos ellos reciben el nombre de isquiotibiales.
Una distensión de isquiotibiales, también conocida como tirón de isquiotibiales, ocurre cuando uno o más de esos músculos se estiran o se distienden demasiado y se empiezan a desgarrar.
Las distensiones de isquiotibiales pueden ser leves, con poco dolor y un breve período de recuperación. O pueden ser graves y requerir una operación, así como el uso de muletas durante varias semanas.
¿Cuáles son los síntomas de una distensión de isquiotibiales?
La mayoría de las personas que sufren distensiones de isquiotibiales sienten un dolor agudo y repentino y, posiblemente, un chasquido o sensación de calor en la parte posterior de la pierna.
Entre otros síntomas de una distensión de isquiotibiales, se incluyen los siguientes:
- dolor en la parte posterior del muslo al extender o al doblar la pierna
- sensibilidad inusual al tacto o presión, hinchazón y aparición de hematomas en la parte trasera del muslo.
- debilidad en la pierna
¿Cómo se diagnostican las distensiones de isquiotibiales?
Una distensión de isquiotibiales la puede diagnosticar un entrenador desde el banquillo o bien un fisioterapeuta. A menudo, es necesario ir al médico cuando se padece esta afección. El médico te explorará la pierna y te hará preguntas sobre cómo te ha ocurrido la lesión y sobre cuánto te duele.
La exploración le ayudará a discernir cuál es el grado de distensión que padeces:
- Grado 1: se trata de una distensión leve. Es posible que experimentes cierto dolor al utilizar la pierna, pero será leve y se asociará a una hinchazón mínima.
- Grado 2: se trata de un desgarro parcial de uno o más de los músculos isquiotibiales. Es posible que te haga cojear al andar y que sientas dolor durante la actividad. Es posible que tengas hinchazón y hematomas, así como cierta pérdida de fuerza.
- Grado 3: se trata de un desgarro total o completo de uno o más de los músculos isquiotibiales. Te dolerá bastante, no podrás estirar la pierna por completo y tendrás inflamación y hematomas. Te costará mucho andar y es posible que necesites llevar muletas.
¿Qué causa las distensiones de isquiotibiales?
Las distensiones de isquiotibiales ocurren generalmente como consecuencia de una sobrecarga muscular, como cuando estás corriendo y estiras la pierna por completo justo antes de que el pie impacte con el suelo. Cuando tu pie impacta con el suelo y apoyas en él todo tu peso, los músculos isquiotibiales se pueden estirar demasiado y se pueden empezar a desgarrar.
La gente que practica actividades que implican hacer esprints (correr a gran velocidad durante un período de tiempo breve) o saltar (como el atletismo, el fútbol, el fútbol americano, el lacrosse, el baloncesto y el baile) tiene un mayor riesgo de sufrir distensiones de isquiotibiales. Este tipo de lesiones también son más frecuentes durante los estirones. Esto se debe a que los huesos de la pierna pueden crecer más deprisa que sus músculos, tirando de ellos y haciéndolos más proclives a que se estiren demasiado.
Algunas de las cosas que más pueden contribuir a una distensión de isquiotibiales son las siguientes:
- No hacer sesiones de calentamiento antes del ejercicio físico. Unos músculos agarrotados tienen más probabilidades de sufrir distensiones que unos músculos que se mantienen fuertes y flexibles.
- No estar en forma o excederse con el ejercicio físico. Unos músculos débiles son menos capaces de soportar el estrés del ejercicio físico, y unos músculos que están cansados por un exceso de ejercicio pierden parte de su capacidad de absorber energía, lo que favorece las lesiones.
- Desequilibrio en el tamaño de los músculos de la pierna. Los cuádriceps, un grupo de músculos situados en la parte delantera de las piernas, suelen ser más fuertes y potentes que los músculos isquiotibiales. Cuando practicas una actividad que implica correr, los isquiotibiales se pueden cansar antes que los cuádriceps, lo que aumenta el riesgo de sufrir una distensión de isquiotibiales.
- Falta de técnica. Si no tienes una buena técnica para correr, forzarás más los isquiotibiales y favorecerás que se distiendan.
- Retomar la actividad física demasiado pronto después de haberse lesionado. Las distensiones de isquiotibiales necesitan mucho tiempo de reposo para curarse por completo. Intentar reiniciar la actividad física demasiado pronto después de una distensión aumenta las probabilidades de que ocurra una nueva lesión en los isquiotibiales.
¿Cómo se tratan las distensiones de isquiotibiales?
La bueno es que la mayoría de las distensiones de isquiotibiales se curan por sí solas o con fisioterapia.
Para tratar una distensión de isquiotibiales, sigue estos consejos:
- Durante 2-3 días, para ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón:
- Deja reposar la pierna y evita cualquier actividad que te cause dolor.
- Colócate hielo envuelto en una toalla sobre la zona, durante aproximadamente 20 minutos, varias veces al día. No te pongas el hielo directamente sobre la piel.
- Envuelve el muslo con una venda elástica. El vendaje debe estar lo bastante apretado como para proporcionar una sujeción suave, pero lo suficientemente flojo como para que pueda pasar el dedo fácilmente por debajo de él.
- Mantén la pierna en alto, por encima de la altura del corazón apoyándola en un cojín.
- Toma medicamentos contra el dolor (analgésicos). El ibuprofeno y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a aliviar el dolor y a reducir la inflamación en la pierna lesionada. Algunos médicos prefieren otros medicamentos, como el paracetamol. Habla con tu médico sobre qué medicamento debes utilizar. Y sigue las instrucciones del prospecto para saber cuánto tomar y con qué frecuencia.
- Haz estiramientos y ejercicios de fuerza. Ir añadiendo poco a poco algunos ejercicios puede ayudar a mejorar la fuerza y la flexibilidad de la pierna afectada (y ayudar a impedir que te vuelvas a lesionar los isquiotibiales de nuevo). Un médico, un entrenador o un fisioterapeuta te indicará cuándo están listos tus isquiotibiales para esos ejercicios.
Si tienes un desgarro completo de uno de los músculos o tendones isquiotibiales, es posible que el médico tenga que acudir a la cirugía para volver a unir el tendón al hueso o fijar el tendón.
¿Qué puede ayudar a prevenir las distensiones de isquiotibiales?
Mantener los músculos en buena forma es lo mejor que puedes hacer para prevenir las lesiones de isquiotibiales. He aquí algunas formas de ayudar a protegerte de este tipo de distensiones (¡y de otras lesiones deportivas!):
- Haz sesiones de calentamiento adecuadas antes de iniciar cualquier tipo de ejercicio o actividad física intensa. Corre sin moverte del sitio durante un minuto o dos, o haz algunos saltos abriendo y cerrando los brazos sobre la cabeza para calentar los músculos. Luego haz varios estiramientos dinámicos (pide a un entrenador o monitor deportivo que te enseñe cómo hacerlos). Después de hacer ejercicio, haz varios estiramientos estáticos en los que se estiran los músculos con suavidad, manteniendo cada estiramiento durante treinta segundos o más.
- Mantén unos músculos fuertes y flexibles a lo largo de todo el año. Haz ejercicio con regularidad y sigue un buen programa de estiramientos para que los músculos no se te colapsen cuando hagas un ejercicio físico intenso.
- Incrementa la intensidad y la duración de las sesiones de entrenamiento de forma gradual y lentamente. Una buena regla básica consiste en asegurarse de añadir no más de un 10 % cada semana a la cantidad de millas (o kilómetros) que corras o al tiempo que pases haciendo deporte.
- Si te duele el muslo, detén la actividad de inmediato. Si te preocupa haberte lesionado los isquiotibiales, acude al médico. En tal caso, dale tiempo para que se cure: volver a hacer deporte demasiado pronto podría empeorar la lesión.
No pasarse de la raya es la clave en este tipo de lesiones. Las distensiones de isquiotibiales suelen reaparecer si una persona vuelve a retomar el ejercicio físico demasiado deprisa. O sea que sigue los consejos de tu médico y no te fuerces ni te sientas presionado a retomar el deporte u otras actividades físicas demasiado pronto.