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Diálisis

Revisor médico: Rupal Christine Gupta, MD

¿Qué es la diálisis?

Nuestros riñones funcionan en gran medida como si fueran el sistema de recogida y eliminación de residuos. Eliminan los fluidos sobrantes y los productos de desecho de la sangre. Y estos residuos salen del cuerpo en forma de orina (pis). 

Si los riñones dejan de funcionar adecuadamente, los productos de desecho se pueden acumular en la sangre. Esto evoluciona a problemas médicos que en poco tiempo se pueden convertir en problemas de riesgo vital. 

Cuando los riñones dejan de funcionar como deberían, los médicos lo llaman insuficiencia renal. La diálisis es un tratamiento médico que se encarga de desempeñar la función de filtrar la sangre de unos riñones que han dejado de funcionar hasta que se curan o son sustituidos por riñones donados a través de un trasplante.

Algunas personas no son buenos candidatos para someterse a un trasplante de riñón. Y pueden tener que recibir tratamiento de la diálisis durante el resto de la vida. 

La diálisis es un tratamiento de la enfermedad renal, lo que significa que se hace para que desempeñe la función de los riñones a fin de mantener al cuerpo bien equilibrado. Pero no es una cura. La diálisis, considerada aisladamente, no cura unos riñones que no funcionan bien.

¿Cómo funciona?

Hay dos tipos de diálisis: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. Si necesitas someterte a diálisis, hablarás sobre los pos y los contras de cada opción con tu equipo médico y con tu familia. Todos juntos, decidirán que opción es la mejor para ti. A veces la gente puede cambiar de un tipo de diálisis al otro si lo desea. 

  • La hemodiálisis es la forma más frecuente de tratar una insuficiencia renal avanzada.  Este tipo de diálisis filtra la sangre en el exterior del cuerpo utilizando una máquina que es del tamaño aproximado de una lavavajillas o un poco más pequeña.

    Esta máquina extrae sangre del cuerpo de la persona a través de un tubo y la filtra. Después de haber limpiado la sangre, la máquina vuelve a bombear la sangre al cuerpo de la persona a través de otro tubo.

    La hemodiálisis se suele llevar a cabo en una clínica espacial llamada centro de diálisis.

  • La diálisis peritoneal ocurre en el interior del cuerpo de la persona y se suele hacer en la casa del paciente. Este tipo de diálisis utiliza una solución limpiadora especial y la membrana abdominal del paciente a modo de filtro.

    La solución limpiadora (llamada dialisato) se introduce en el interior del abdomen a través de un catéter. Los productos de desecho y el fluido sobrante pasan de la membrana abdominal a la solución limpiadora. Luego se extrae la solución del cuerpo a través del catéter y se elimina.
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¿Duele?

Las agujas que se utilizan en la hemodiálisis pueden ser molestas para algunas personas. Aparte de esto, el tratamiento de diálisis es indoloro. 

¿Hay algo que pueda ir mal?

La diálisis se asocia a algunos riesgos. Por ejemplo:

  • Infección. Las bacterias pueden entrar en el cuerpo en los lugares donde el catéter o la aguja entran en la piel. Y esto puede provocar una infección.

  • Bajada de la tensión arterial. El descenso de la tensión arterial durante la diálisis puede provocar problemas para respirar, calambres musculares, náusea o vómitos.

  • Picazón. La hemodiálisis puede provocar picazón en la piel. El picor puede empeorar durante o después del tratamiento.

  • Problemas de sueño. La diálisis puede provocar insomnio o apnea del sueño, una afección en que se deja de respirar brevemente durante el sueño.

  • Ganancia de peso. La solución que se utiliza en la diálisis peritoneal contiene azúcar. Si el cuerpo absorbe una cantidad excesiva de esta solución, podría ser como si se alimentara de muchas caloría de más. Esto puede causar ganancia de peso y aumento de la cantidad de azúcar en sangre. 

Cúidate durante la diálisis

Si has de recibir diálisis, necesitas mantenerte lo más sano posible para aprovechar el tratamiento al máximo y evitar los problemas que acabamos de comentar.  

He aquí algunos consejos para conseguirlo: 

  • Come bien. Necesitarás ingerir la cantidad adecuada (ni excesiva ni insuficiente) de fluidos, sal, vitaminas y minerales cada día. Un exceso de potasio o de fósforo, por ejemplo, puede afectar a los latidos de tu corazón o debilitarte los huesos. Habla con el dietista de la clínica donde te hacen la diálisis sobre un plan de alimentación adecuado para ti.
     
  • Toma los medicamentos que te hayan recetado. Lo más probable es que necesites medicamentos para controlar la tensión arterial, ayudar a fabricar glóbulos rojos y mantener unas concentraciones de vitaminas y minerales bien equilibradas. Sigue las instrucciones que te dé tu equipo médico sobre cómo medicarte. Es normal olvidarse de tomar algún medicamento o confundirse con las instrucciones de varios de ellos; por lo tanto, pregunta si tienes cualquier duda. Habla con tu médico antes de tomar cualquier otro medicamento, vitamina o suplemento.
     
  • Organiza las cosas con tiempo de antelación. Si vas a salir de viaje, asegúrate de que dispones de todo cuanto necesitas para seguir con tu tratamiento. Si vas a necesitar someterte a diálisis en una localidad distinta a la que resides, llama a la clínica de diálisis con tiempo de antelación y asegúrate de que te pueden dar una hora. 

Exceptuando que tienen que llevar una dieta especial e invertir tiempo en el tratamiento, la gente que se somete a diálisis suele poder llevar una vida normal. La mayoría de las veces, pueden ir al colegio, practicar la mayoría de deportes y actividades, irse de fiesta y salir con sus amigos, como hace toda la gente. La diálisis puede ser un poco pesada, pero no tiene que bajarte el ritmo.

Revisor médico: Rupal Christine Gupta, MD
Fecha de revisión: mayo de 2015