¿Qué es una araña reclusa parda?
La araña reclusa parda es uno de los pocos tipos de arañas venenosas de los Estados Unidos. Forma parte de la familia de los arácnidos, que no sólo incluye a las arañas, sino también a las garrapatas, los ácaros y los escorpiones. Tiene patas largas y delgadas, y mide, aproximadamente, media pulgada (1,25 cm) de largo en total. Todo su cuerpo es pardo, salvo por una marca oscura en forma de violín sobre su cabeza.
Las reclusas pardas suelen encontrarse en los estados del sur y del medio oeste de los Estados Unidos, y suelen estar en lugares oscuros. Cuando se encuentran al aire libre, les gusta estar entre pilas de piedras, madera u hojas.
Si entran en las viviendas, las arañas reclusas pardas se dirigirán a armarios oscuros, áticos o sótanos. No son agresivas y pican únicamente si se las molesta.
Cómo se ve y cómo se siente la picadura de una reclusa parda
Es posible que una persona picada por una reclusa parda no sienta nada inicialmente o que sólo sienta un pequeño pinchazo. Después de aproximadamente ocho horas, la picadura comenzará a doler un poco más. Tal vez tenga el aspecto de un moretón, o se forme una ampolla rodeada por una zona morada, que se vuelve negra o marrón y con una costra después de unos pocos días.
Qué debes hacer
Si alguna vez crees haber sido picado por una reclusa parda, avísale inmediatamente a un adulto. Las picaduras de las reclusas pardas rara vez son mortales, pero es importante recibir atención medica lo más pronto posible, porque puedes enfermarte bastante. Con la ayuda de un adulto, lava bien la picadura con agua y jabón. También puedes colocar hielo en la zona afectada, ponerla en alto y mantenerla inmóvil.
Si es posible, pídele a un adulto que atrape la araña y la lleve al consultorio del doctor contigo; esto es importante porque, a veces, es difícil diagnosticar correctamente la picadura de una araña. Se puede matar a la araña antes de llevarla, pero con cuidado de no aplastarla tanto que nadie pueda reconocerla.
Qué hará el doctor
Los doctores tratan a las personas que han sido picadas por una reclusa parda con distintos tipos de medicamentos, como antibióticos, antihistamínicos y medicamentos para aliviar el dolor. En contadas ocasiones, se necesita un injerto de piel si la piel está muy lastimada en la zona de la picadura. (Un injerto de piel consiste en retirar una pequeña cantidad de piel de alguna parte del cuerpo y colocarla en la parte lastimada de la piel para crear piel nueva).
Cómo evitar las picaduras
La mejor manera de evitar la picadura de una reclusa parda es tener cuidado en las zonas en las que les gusta estar. No juegues en pilas de piedras o de madera. Si estás trabajando en el jardín en pilas grandes de madera o de hojas, ponte guantes.
Asegúrate de sacudir las mantas y la ropa que estuvo guardada en el ático o en el sótano, o que estuvo guardada en un armario y no se usó en mucho tiempo.
Si guardas tus zapatos en un garaje, sacúdelos antes de ponértelos.