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Para los niños: Problemas "en la entrepierna"

Revisor médico: Melanie L. Pitone, MD

Los vemos muchas veces en las películas. A algunos niños los golpean justo en sus partes íntimas. ¡Qué daño! Si eres un niño, lo más probable es que ya sepas que el pene y el escroto son partes muy sensibles. ¿Por qué? Y todavía más importante: ¿qué debes hacer si tienes dolor u otro problema en tus partes íntimas?

Empecemos con algunas definiciones.

Es posible que hayas crecido llamándolo de otra forma, pero pene es el nombre oficial de esta parte del cuerpo. El escroto es el saco o bolsa que cuelga en la entrepierna y que contiene dos pequeños órganos llamados testículos

Los huesos de tu caja torácica te protegen el corazón y los pulmones. Los músculos te protegen otros órganos internos, como el hígado y los riñones. Pero, a no ser que cuentes la ropa interior, no hay nada que te proteja el pene o el escroto. Esta zona también cuenta con muchas terminaciones nerviosas, que la convierten en extra-sensible. O sea que, si una pelota golpea de lleno a un niño en la entrepierna, le dolerá mucho. 

Lesiones

Lamentablemente, hay muchas maneras de que un niño se haga daño en el pene o en el escroto. Le puede ocurrir mientras monta en bicicleta o hace deporte. Le puede ocurrir cuando alguien lo golpea o le da una patada en la entrepierna. Algunos deportes exigen que los niños lleven una ropa interior especial provista de protector, llamada suspensorio atlético o deportivo, para protegerse el pene y el escroto, pero la mayoría de las veces los niños no llevan puesto este tipo de protección. 

Lo bueno es que este tipo de lesiones no suelen ser graves, aunque lo más probable es que al niño le duelan y que hasta llegue a tener la sensación de tener ganas de vomitar. Los testículos están unidos al cuerpo de forma holgada, ya que quedan sueltos dentro del escroto, y son de material esponjoso. Por eso, pueden absorber la mayoría de los golpes sin sufrir daños permanentes. Las lesiones de poca importancia no suelen causar problemas a largo plazo. Pero sigue siendo una buena idea que, si sufres este tipo de lesión, se lo expliques a uno de tus papás, por si acaso.

Si se trata de una lesión de poca importancia, el dolor debería ir lentamente y desaparecer al cabo de menos de una hora. Mientras te duela, tu mamá o tu papá te pueden facilitar hielo para que te lo apliques en las partes íntimas, junto con medicamentos para aliviar el dolor. También te puedes acostar durante un rato y tomarte las cosas con calma.

Algunas veces, la lesión puede ser más grave. Asegúrate de que se lo explicas a uno de tus papás para que te pueda llevar al médico si:

  • te duele mucho
  • el dolor no se te desaparece al cabo de una hora 
  • el escroto se te amorata, hincha o inflama o se te rompe (tienes un agujero en el escroto)
  • sigues teniendo la sensación de tener que vomitar o sigues vomitando
  • tienes fiebre 

Esto son signos de una lesión grave, que requiere ir al médico sin falta. 

Otros problemas en las partes íntimas

También es posible que a un niño le duela el escroto o los testículos sin haberse lesionado ni haber recibido ningún golpe. En estos casos, la causa puede ser una infección u otro problema. Por eso, es importante que el niño se lo diga a su mamá o a su papá. 

Hay otro tipo de problema, las infecciones de orina, que pueden causar escozor o dolor al orinar. Las erupciones y otros tipos de infecciones pueden hacer que a un niño le piquen o le duelan las partes íntimas. Lo más importante es que sus papás lo sepan para que el niño pueda recibir los cuidados médicos que necesite.  

¿Y si a un niño le da demasiada vergüenza?

Hay muchos niños a quienes no les gusta la idea de hablar con alguien sobre un problema en el pene, los testículos o el escroto. Pero no hace falta que se lo expliquen a todo el mundo, como a toda la clase.  Basta con que se lo expliquen a su mamá, su papá u otro adulto, para que los puedan llevar al médico si fuera necesario.

Te puede dar un poco de vergüenza, pero si un problema no se trata, podría empeorar y dolerte mucho más.  Sabemos que un niño se encontró una garrapata en el escroto. Manos mal que se lo contó a su mamá y ella se la pudo extraer. ¡Qué garrapata tan sucia!

Revisor médico: Melanie L. Pitone, MD
Fecha de revisión: octubre de 2020