Problemas de aprendizaje
Si tienes un problema de aprendizaje, no significa que no puedas aprender. Pero necesitarás ayuda y necesitarás trabajar más duro. Si padeces un trastorno de aprendizaje, como la dislexia o la discalculia (problemas importantes en las matemáticas), recuerda que no eres lento ni tonto.
Los problemas de aprendizaje ocurren debido a la forma en que el cerebro incorpora y procesa la información. Por lo tanto, hay gente que aprende de una forma diferente, como tú. El quid de la cuestión está en averiguar cómo puedes aprender mejor.
Hay gente que sabe cómo hacerlo. Tus padres y tus profesores te pueden ayudar y pueden encontrar a un especialista en el aprendizaje o un psicólogo escolar. Estos profesionales pueden ayudar a determinar cuál es el problema de aprendizaje de un niño y pueden tener ideas para mejorar su forma de aprender.
¿Qué son los trastornos de aprendizaje?
Los trastornos de aprendizaje no son contagiosos, pero pueden tener una base genética. Esto significa que se pueden trasmitir en una familia a través de los genes, como otros muchos rasgos que heredamos de nuestros padres y de nuestros abuelos. Lo más probable es que las personas que padecen un trastorno de aprendizaje tengan parientes con problemas de aprendizaje.
Algunos niños con problemas de aprendizaje se sorprenden al enterarse de que uno de sus padres tenía problemas similares cuando iba al colegio. Pero los niños de hoy en día tienen una ventaja con respecto a sus padres. Los expertos en aprendizaje actuales saben mucho más sobre el cerebro y sobre cómo funciona, lo que permite que los niños reciban la ayuda que necesitan.
La dislexia es un trastorno de aprendizaje en el que un niño tiene muchas dificultades para leer y escribir. Los niños con dificultades importantes en las matemáticas pueden padecer una discalculia. Y aquellas personas que tienen problemas para formar letras al escribir pueden padecer una disgrafía. Otros niños pueden tener trastornos del lenguaje, presentando dificultades para entender el lenguaje oral y para comprender lo que leen.
De todos modos, el tema puede ser confuso. ¿Qué se considera lo "suficientemente problemático" como para que se pueda diagnosticar como un trastorno de aprendizaje? La lectura, las matemáticas y la escritura de letras pueden ser tareas difíciles para muchos niños al principio. Pero, cuando estas dificultades iniciales no desaparecen y al niño le cuesta mucho avanzar, es posible que padezca un trastorno de aprendizaje.
A veces el trastorno por déficit de atención con hiperactividad se plantea como si se tratara de un trastorno de aprendizaje, pero, de hecho, no lo es. ¿Por qué? Porque muchos niños con TDAH pueden aprender en la escuela sin ayudas especiales, aunque se distraigan con gran facilidad y les cueste mucho quedarse quietos y sentados en clase. Aunque el TDAH no sea un trastorno de aprendizaje en sí mismo, los investigadores creen que los niños con TDAH tienen más probabilidades de padecer este tipo de trastornos.
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¿Cómo puedo saber si padezco un trastorno de aprendizaje?
Es muy duro que un niño sea consciente de que tiene un problema de aprendizaje. Pero no se lo tiene que guardar para sí mismo. Necesita explicárselo a los demás. Si ese fuera tu caso, deberías empezar por contárselo a tu profesor y a tus padres.
Aunque te dé un poco de vergüenza hablar sobre ello, explícales qué tipo de problemas estás teniendo en la escuela. Tal vez leas el capítulo de un libro para hacer los deberes y no recuerdes nada de lo que acabas de leer. O tal vez, cuando estás en clase, todo el mundo parece seguir el hilo con facilidad, pero tú te quedas estancado y no sabes por qué página van. También es posible que abras un libro para hacer una tarea y no tengas ni idea de por dónde empezar.
Los niños con problemas de aprendizaje también pueden contestar "sí" a muchas de las siguientes preguntas:
- ¿Lo pasas mal en clase?
- ¿Crees que podrías rendir más en el colegio?
- ¿Te cuesta más leer de lo que te debería costar?
- ¿Piensa tu cabeza una cosa pero tu mano escribe algo diferente?
- ¿Tu escritura es lenta y costosa?
- ¿Haces muchas faltas de ortografía y cometes otros errores cuando escribes?
- ¿Estás teniendo problemas en matemáticas?
- ¿Te cuesta mantener tus apuntes, cuadernos y otros documentos organizados? ¿Tiendes a perder o a olvidar cosas?
Pero, aunque contestes "sí" a algunas de estas preguntas, no sabrás con seguridad si tienes un trastorno de aprendizaje hasta que te vea un psicólogo escolar o un especialista en el aprendizaje. Es posible que te hagan tomar algunas pruebas para detectar cualquier trastorno de aprendizaje que podrías tener. Ese profesional también podrá identificar cuáles son tus puntos fuertes, en otras palabras, ¡averiguará en qué eres bueno! Una vez que un psicólogo o un especialista en el aprendizaje averigüe cuál o cuáles son tus problemas de aprendizaje, ambos podrán empezar a trabajar en las soluciones.
Un niño puede trabajar con un tutor o especialista o incluso ir a una clase de educación especial. Pero la mayoría de los niños con trastornos de aprendizaje puede seguir asistiendo a clases ordinarias, sin que haya ningún motivo para que no puedan participar en las actividades académicas y deportivas habituales.
Aunque algunos se avergüencen de tener un problema de aprendizaje, puede ser un alivio para ellos saber, por fin, qué es lo que les está ocurriendo. Entonces, podrán dejar de estar tan preocupados por el colegio, porque empezarán a aprender formas nuevas de aprender. Es posible que el psicólogo o el especialista en aprendizaje te facilite un plan de aprendizaje, y tú podrás ver cuáles son las estrategias que te ayudan a aprender. Estos profesionales también te pueden ofrecer ayuda en tu capacidad para organizarte. Si no te sabes organizar, te costará mucho llevar a cabo las tareas escolares.
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¿Qué puedes hacer en relación a los problemas de aprendizaje?
Recibir la noticia de que padeces un trastorno de aprendizaje puede ser frustrante. Tal vez te sientas diferente de los demás. Pero la verdad es que los problemas de aprendizaje son bastante frecuentes. Y si tu especialista en el aprendizaje o tu psicólogo ha averiguado a qué te estás enfrentando, ya vas por buen camino. A partir de ahora, podrás empezar a recibir la ayuda que necesitas para rendir más en la escuela.
Pero, para que esta ayuda especial dé buenos frutos, necesitarás practicar las nuevas habilidades que vayas aprendiendo. Es posible que eso requiera mucho esfuerzo por tu parte cada día y que sea un verdadero reto, pero tú lo puedes conseguir. Con el tiempo, notarás los resultados de tanto trabajo duro: ¡más diversión y más éxito en la el colegio!