Estás andando en bicicleta cuesta arriba, pedaleando con la mayor fuerza posible. Ya casi estás llegando, pero... ¿qué es esto? Tienes la espalda mojada y lo mismo ocurre con tu rostro. No te preocupes; ¡simplemente es tu sudor!
El cuerpo logra su mejor funcionamiento cuando se encuentra a una temperatura de aproximadamente 98.6ºF (37ºC). Cuando el cuerpo aumenta su temperatura, al cerebro no le gusta. El cerebro prefiere que tu cuerpo se mantenga a una temperatura menor y agradable. Por lo tanto, la parte de tu cerebro que controla la temperatura, llamada hipotálamo, envía un mensaje a tu cuerpo, indicándole que sude.
Después, unas glándulas especiales que se encuentran en la piel denominada "glándulas sudoríparas" comienzan a producir el sudor. El sudor también se conoce con el nombre de "transpiración" y está formado principalmente de agua, con pequeñas cantidades de otras sustancias químicas como el amoníaco, urea, sales y azúcar. (Tanto el amoníaco como la urea son desechos que el cuerpo produce al procesar las proteínas).
El sudor sale de la piel a través de unos agujeritos pequeños llamados "poros". Cuando el sudor se pone en contacto con el aire, el aire lo evapora (convierte el agua en vapor). A medida que el sudor se evapora de tu piel, tú te enfrías.
El sudor es un gran sistema de enfriamiento, pero si estás sudando demasiado en un día de mucho calor, o después de jugar de una manera muy activa, es posible que estés perdiendo mucha agua a través de la piel. Entonces, es necesario que repongas esta agua en el cuerpo bebiendo mucho líquido para no deshidratarte.
¿Por qué huele el sudor?
El sudor no es solo agua; también puede tener mal olor. Pero la próxima vez que te huelas después de haber corrido y quieras culpar a las glándulas sudoríparas, ¡espera!
El sudor en sí mismo no huele. Es la bacteria que vive en tu cuerpo, que mezclada con el sudor le da ese mal olor. Y cuando llegas a la pubertad, ciertas hormonas afectan las glándulas de tus axilas; estas glándulas hacen que el sudor realmente huela mal.
Por suerte el lavado frecuente con agua y jabón suele ayudar a controlar el olor del sudor. Muchos adolescentes y adultos consideran que el uso de un desodorante o antitranspirante ayuda a controlar el olor.
Por lo tanto no te preocupes por un poco de sudor; es completamente normal y todos lo sufren. A veces, sudar demasiado puede ser un síntoma de otro problema en el cuerpo, pero ésto es muy raro en los niños. Si notas que sudas más, es posible que sea una señal de que debes comenzar a usar un desodorante o un antitranspirante. Pero si crees que tienes un problema de sudor, habla con uno de tus padres o con el médico.