Las noticias sobre niños o adolescentes secuestrados pueden preocupar a padres de todo el mundo. Pero es importante recordar que la mayoría de los niños pasan la infancia sin incidentes.
La verdad sobre los secuestros infantiles
Estos son algunos datos sobre los secuestros infantiles:
- La mayoría de los niños cuya desaparición se denuncia se han escapado o han tenido algún malentendido con sus padres sobre dónde se suponía que debían estar.
- De los niños y adolescentes secuestrados, la mayoría los secuestra un familiar o un conocido; en el 25 % de los casos, el secuestrador es un desconocido.
- Casi todos los niños secuestrados por desconocidos lo son por hombres, y unas dos terceras partes de los secuestros a manos de desconocidos son de niñas.
- La mayoría de menores secuestrados son adolescentes.
- Los niños rara vez son secuestrados en recintos escolares.
Maneras de evitar los secuestros
En EE.UU., se denuncian unas 2.100 desapariciones de menores por día. Muchos casos se resuelven con más facilidad cuando los padres pueden aportar información clave sobre sus hijos, como: estatura, peso, color de ojos y una buena fotografía actual.
También es conveniente:
- Asegurarse de tener en regla los documentos sobre la tutela del niño.
- Hacer a su hijo una fotografía tipo carnet cada seis meses y llevarlo a que le tomen las huellas dactilares. Muchos comisarías de policía patrocinan programas para tomar las huellas dactilares a menores.
- Tener al día el historial médico y dental de su hijo
- Dar prioridad a la seguridad en línea. Internet es una herramienta excelente, pero también es un lugar donde los pedófilos pueden acechar a los menores. Esté al corriente de las actividades en línea de su hijo y de sus “amigos” virtuales, y recuérdele que no debe dar nunca información personal por Internet. No publique en Internet información ni fotografías sobre su hijo.
- Fije límites sobre los sitios a los que puede ir su hijo. Vigílelo en lugares como centros comerciales, cines, parques o baños públicos, o cuando vaya de puerta en puerta para recaudar fondos con fines benéficos.
- No deje nunca a su hijo solo en un coche o cochecito infantil, ni tan siquiera un momento.
- Escoja con cuidado a las personas que cuidan de su hijo (niñeras y similares) y compruebe sus referencias. Si ha quedado en que otra persona vaya a recoger a su hijo a la escuela o guardería, informe antes a su hijo, así como a la escuela o guardería.
- Evite vestir a su hijo con ropa que lleve su nombre: los niños tienden a fiarse de los adultos que saben cómo se llaman.
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Hablar con su hijo sobre los desconocidos
Uno de los retos de ser padre consiste en enseñar a los hijos a ser prudentes sin infundirles miedo ni preocupación. Hable con su hijo a menudo sobre la seguridad, y dele unas normas básicas para evitar situaciones potencialmente peligrosas y escapar de ellas.
Enséñele a:
- No aceptar nunca caramelos ni regalos de desconocidos.
- No ir nunca a ninguna parte con un desconocido, aunque la propuesta parezca divertida. Los pedófilos pueden engatusar a los niños con preguntas como :“¿Me ayudas a buscar a mi perrito?” o “¿Quieres ver unos gatitos preciosos que tengo en el coche?”. Recuerde a su hijo que los adultos que no conoce nunca deberían pedirle ayuda o que haga cosas por ellos.
- Huir y gritar si alguien lo sigue o intenta meterlo a la fuerza en un coche.
- Decir no a cualquiera que intente obligarlo a hacer algo que usted le ha dicho que está mal o a tocarlo de una forma que lo incomoda.
- Informar siempre, a usted o a algún otro adulto de confianza, si un desconocido le hace preguntas personales, le enseña los genitales o lo incomoda de alguna otra manera. Asegúrele que está bien que se lo cuente aunque el desconocido le haya hecho prometer lo contrario o le haya amenazado de algún modo.
- Pedir siempre permiso a uno de sus padres para salir de casa, ir al patio, a un parque infantil o a casa de otra persona.
Tenga presentes estos otros consejos:
- Asegúrese de que su hijo pequeño sepa su nombre, dirección, número de teléfono (incluyendo el prefijo) y a quién debe llamar en caso de emergencia. Repasen cómo utilizar el teléfono de emergencias (911 en EE. UU.). Hable con él sobre lo que tendría que hacer si se perdiera en un lugar público o una tienda: la mayoría de sitios disponen de protocolos de emergencia para niños extraviados. Recuérdele que no debe ir nunca a buscarle al aparcamiento. Enséñele a pedir ayuda a un cajero o a quedarse cerca de las cajas o de la parte delantera del edificio, lejos de las puertas.
- Señálele las casas de amigos del barrio a las que podría acudir si tuviera problemas.
- Asegúrese de que su hijo sepa a qué coches puede subir y a cuáles no. Enséñele a alejarse de cualquier coche que pare a su lado y que conduzca un desconocido, aunque parezca perdido o confundido. Acuerden palabras en clave para las personas que cuidan de él aparte de su madre o su padre, y recuerde a su hijo que no diga nunca a nadie la palabra en clave. Enséñele a no subir al coche de ningún desconocido ni de nadie que no conozca la palabra en clave.
- Si su hijo tiene edad suficiente para quedarse solo en casa, asegúrese de que tenga la puerta de la calle cerrada con llave y que no diga nunca que está solo si alguien llama al timbre o por teléfono.
Si secuestran a su hijo
Las primeras horas son cruciales cuando un niño desaparece. Por lo tanto, es importante contactar con la policía local y proporcionarle información sobre su hijo de inmediato.
Ellos le pedirán una fotografía actual del niño, le preguntarán qué llevaba puesto y le pedirán información detallada sobre cuándo y dónde lo ha visto por última vez.
Usted puede solicitar que el caso de su hijo se introduzca en el Centro Nacional de Información Criminal (NCIC, por sus siglas en inglés). Otras bases de datos, como el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (tel.: [800] 843-5678) (NCMEC, por sus siglas en inglés) pueden darle información y apoyo durante la búsqueda. Después de avisar a las autoridades, intente mantener la calma. Si lo hace, podrá recordar detalles sobre la desaparición de su hijo con más facilidad.