Cuando eras pequeño, ¿alguna vez pensaste en escaparte de casa? Quizás empacaste tus cosas y te fuiste solo afuera o a la esquina, al patio de la casa de algún amigo. Pero, poco después, olvidaste por qué te escapaste; ya oscurecía y volviste a casa.
Esperamos que esa haya sido la última vez que pensaras en escaparte porque existe una gran diferencia entre pensar en escaparse (o caminar solo unas cuadras) y realmente hacerlo.
Escaparse de casa es un problema grave. Según la National Runaway Switchboard, una organización que recibe llamadas y ayuda a niños que se han escapado de casa o que piensan hacerlo, 1 de cada 7 niños de entre 10 y 18 años de edad se escapará del hogar en algún momento. Y se producen entre 1 y 3 millones de casos de niños que se escapan y viven en las calles de los Estados Unidos.
Por qué los niños se escapan de casa
¿Recuerdas cómo te sentiste la última vez que discutiste con tus padres o con tus hermanos? Ese tipo de ira y daño puede ser lo que lleva a que una persona se escape del hogar.
De hecho, la mayoría de los niños se escapan debido a problemas con la familia. Algunos lo hacen a raíz de alguna pelea terrible, otros incluso deciden escapar sin que siquiera exista una pelea. Quizás hicieron algo de lo que se avergüenzan y temen contarles a sus padres.
Existen otras razones por las cuales los niños se escapan de casa, por ejemplo, las siguientes:
- Maltrato (violencia intrafamiliar)
- Separación o divorcio de los padres, o la llegada de un padrastro/una madrastra
- Muerte de un familiar
- Nacimiento de un bebé en la familia
- Problemas económicos en la familia
- Consumo de alcohol o drogas por parte de los niños o sus padres
- Problemas en la escuela
- Presión de los compañeros
- Malos resultados en la escuela o abandono escolar
Muchos niños y adolescentes tienen estos problemas y existen maneras de afrontarlos diferente de escaparse. Los niños que piensan en escaparse quizás no sepan cómo resolver un problema complicado o no hay adultos que puedan ayudarlos. A veces, escaparse puede parecer la única opción para resolver un problema verdaderamente grande.
Por desgracia, los problemas que los niños esperan resolver escapándose de casa son reemplazados por otros, a veces más grandes, relacionados con la vida en las calles.
La realidad del escaparse de casa
Cuando uno piensa en escaparse, probablemente imagine que ya no habrá más reglas, peleas ni padres que digan qué hacer. Suena genial y emocionante, ¿verdad?
En la vida real, escaparse de casa es todo menos divertido. Los niños y adolescentes que se escapan de casa enfrentan problemas nuevos como no tener dinero, comida, un lugar seguro donde dormir o alguien que los cuide.
Las personas que no tienen hogar ni dinero caen en un estado de desesperación que las lleva a hacer lo que fuere para satisfacer sus necesidades básicas. Por esta razón, a menudo se ven envueltas en situaciones peligrosas que podrían asustarlas, incluso en el caso de las personas adultas. Los niños que se escapan del hogar participan en actividades delictivas peligrosas con mayor frecuencia que los que viven en sus hogares.
A menudo, los niños que viven en las calles deben robar para satisfacer sus necesidades básicas. Muchos consumen drogas o alcohol para pasar el día porque se deprimen y sienten que nadie se preocupa por ellos. Algunos son obligados a hacer cosas que normalmente no harían para obtener dinero. Asimismo, la cantidad de niños con VIH o sida y otras enfermedades es mayor en las calles, dado que suelen consumir drogas intravenosas o tienen relaciones sexuales sin protección (a menudo, a cambio de dinero).
Cómo evitar que un niño se escape de su hogar
Enfrentémoslo: el estrés es parte de la vida, incluso para los niños, pero si los niños pueden afrontar los problemas con confianza, esperanza y soluciones prácticas, es menos probable que piensen en escaparse.
Para construir habilidades para resolver problemas, intenta lo siguiente:
- Conoce tus emociones. Intenta comprender qué sientes internamente y descríbelo.
- Expresa tus emociones. No temas decirle a quienes tienes cerca tuyo cómo te sientes y por qué. Usa palabras, no acciones. Esto se aplica especialmente al caso de la ira. La ira es una de las emociones más difíciles de controlar porque es muy intensa; sin embargo, todos debemos aprender cómo expresar los sentimientos de ira sin recurrir a la violencia.
- Aprende cómo calmarte cuando te enojas. Quizás necesites salir, escuchar música, dibujar o escribir poesías. Haz cosas seguras que te hagan sentir mejor.
- Cuando tengas un problema, intenta hacer una lista de soluciones. Pide ayuda a alguien más si no puedes pensar en al menos tres maneras de proceder. Para cada solución posible, pregúntate lo siguiente: "Si hago esto, ¿qué sucedería luego?".
- Pídele ayuda a algún adulto en quien confíes, como tu padre, tu madre, un pariente, un maestro o algún vecino. Sabe con quién cuentas como apoyo y ayuda.
Si estás considerando la idea de escaparte de tu hogar
Quizás sientas que no hay manera de solucionar los problemas que te hacen considerar la idea de escaparte de tu hogar. Si puedes, cuéntale a tu mamá o a tu papá cómo te sientes. Ellos necesitan saber que te sientes molesto o que tienes miedo de que no te amen o no quieran que estés con ellos. Quizás sea posible trabajar juntos como familia para que las cosas cambien para bien. A veces, consultar a un consejero junto con tu familia puede resultar útil.
Si el problema es tan grave como el abuso e involucra a alguno de tus padres, entonces habla con algún maestro o consejero escuelar, con el padre o la madre de un amigo cercano, un pariente o con cualquier otro adulto en quien confíes. Permite que esa persona te ayude a buscar un lugar seguro donde puedas quedarte. Quizás sea difícil compartir este secreto porque te sientes avergonzado o temes que alguien se meta en problemas, pero recuerda que el abuso nunca es culpa tuya.
También puedes llamar a la National Runaway Switchboard, (800) 621-4000. Atiende las 24 horas del día y la llamada es gratuita. Los operadores de la centralita reciben miles de llamadas por año, muchas de ellas de niños que se han escapado o que saben de alguien que lo ha hecho.
Si tu amigo quiere escaparse de su casa
Si un amigo está considerando escaparse, adviértele lo difícil que puede ser sobrevivir en las calles. Es posible que tu amigo esté asustado y confundido. Intenta apoyarlo y ayudarlo a que no se sienta tan solo.
Dile que independientemente del problema, siempre existen otras maneras de afrontarlo, incluso si a ninguno de ustedes se les ocurre alguna en este momento. Un adulto sabrá cómo ayudar.
Requiere coraje decirle a un adulto que un amigo está a punto de escaparse de casa, pero intenta hacerlo lo antes posible. Ser un verdadero amigo no significa guardar un secreto que puede lastimar a alguien. Significa hacer lo que sea mejor para tu amigo. Y escaparse no es la solución para ninguno de los dos. Solo genera más problemas y peligros.