La revisión de su hijo: Recién nacido
Qué esperar
En el hospital, lo más probable es que el médico y/o el personal de enfermería que atienda a su hijo hagan lo siguiente:
1. Midan el peso, la longitud (estatura) y el perímetro de la cabeza de su bebé y representen estas medidas en gráficas de crecimiento.
2. Le hagan preguntas, le resuelvan dudas y le den consejos sobre los siguientes aspectos relacionados con su bebé:
Alimentación. La leche materna es la alimentación más nutritiva para un lactante, pero la leche de fórmula también le proporciona los nutrientes que necesita. Los recién nacidos se deben alimentar cuando tengan hambre, lo que suele ser cada 1 a 3 horas. El médico o el personal de enfermería la pueden observar mientras amamanta a su bebé y la pueden ayudar si presentara algún problema. Los recién nacidos alimentados con leche de fórmula ingieren entre 1 y 1½ onzas (30 a 45 ml) de leche en cada toma. Haga eructar al bebé a la mitad y al final de cada toma. A medida que su bebé vaya creciendo, irá ingiriendo cada vez más cantidad de leche en cada toma, por lo que irá necesitando hacer menos tomas con el paso del tiempo.
Orina y heces (pis y caca). Un bebé amamantado puede mojar solo uno o dos pañales al día hasta que le suba la leche a su madre. Cabe esperar que un bebé moje unos 6 pañales entre el tercer y el quinto día de vida. Los recién nacidos solo manchan de caca 1 pañal al día al principio. Las heces son oscuras y alquitranadas durante los primeros días, pero aproximadamente a partir del tercer o del cuarto día, se vuelven blandas o sueltas y de un color amarillo verdoso. Los recién nacidos suelen manchar varios pañales de caca al día si son amantados, y una menor cantidad si se alimentan con leche de fórmula.
Sueño. Un recién nacido puede dormir hasta 14 o 17 horas al día, despertándose a menudo (tanto de día como de noche) para mamar o tomar el biberón. Los bebés amamantados se suelen despertar cada 1 a 3 horas, mientras que los bebés que se alimentan de leche de fórmula suelen dormir más, despertándose cada 2 a 4 horas para comer (la leche de fórmula se digiere más lentamente y los bebés se sienten llenos durante más tiempo). Los recién nacidos no deben estar más de 4 horas seguidas durmiendo entre tomas consecutivas hasta que cuenten con una buena ganancia de peso, lo que suele ocurrir en las primeras semanas de vida. Llegados a este punto, no pasa nada si un bebé duerme durante períodos más largos de tiempo.
Desarrollo. Los recién nacidos deberían:
- prestar atención a las caras y a los objetos de colores vivos que se encuentran a entre 8 y 12 pulgadas (20-30 centímetros)
- responder al sonido; se pueden girar ante la voz de sus padres, calmarse, parpadear, sobresaltarse o llorar
- tener los brazos y las piernas flexionados
- presentar unos reflejos del recién nacido muy marcados, como los siguientes:
- de búsqueda y de succión: girarse en la dirección del pecho o de la tetina del biberón y luego succionarlos
- de prensión: agarrarse fuertemente a un dedo cuando se lo ponen en la palma de la mano
- tónico del cuello (o posición de esgrima): el bebé gira la cabeza hacia un lado mientras está acostado boca arriba y extiende el brazo de ese lado y flexiona el brazo contrario
- de Moro (o de sobresalto): abrir brazos y piernas y luego recogerlos sobre el tronco cuando algo lo sobresalta
3. Le hagan una exploración física al bebé desnudo mientras usted esté presente. Esta incluirá explorar los ojos del bebé, escucharle el corazón, tomarle el pulso, inspeccionarle el cordón umbilical y evaluarle la espalda, las caderas y los pies.
4. Le hagan pruebas de cribado neonatal. Pincharán el talón de su hijo para recoger una pequeña muestra de sangre a fin de hacerle pruebas de algunas enfermedades. Es posible que también le hagan una prueba de audición y midan el nivel de oxígeno antes de salir del hospital.
5. Le pongan sus primeras vacunas. Antes de salir del hospital, su hijo recibirá sus primeras vacunas. Las vacunas permiten proteger a los bebés de graves enfermedades propias de la infancia. Por eso es tan importante que su hijo las reciba a tiempo. Los programas vacunales pueden variar entre los distintos consultorios médicos; por lo tanto, pregunte al médico de su hijo al respecto.
De cara al futuro
He aquí algunas de las cosas que deberá tener en cuenta hasta la próxima revisión, que tendrá lugar dentro de unos pocos días:
Alimentación
- Si amamanta a su bebé:
- Ayúdelo a "agarrarse" correctamente al pecho: boca bien abierta, lengua hacia abajo y máxima cantidad posible de la areola mamaria dentro de la boca.
- No utilice biberón ni chupete hasta que la lactancia materna esté bien establecida.
- Amamante a su bebé cada vez que tenga hambre. Preste atención a los signos de que su bebé está lleno, como soltar o alejarse del pezón y/o cerrar la boca.
- Siga tomando las vitaminas o multivitaminas prenatales cada día.
- Si alimenta al bebé con leche de fórmula:
- Dé a su bebé leche de fórmula enriquecida con hierro.
- Siga las instrucciones del paquete para preparar y conservar los biberones. Siga las instrucciones del paquete para preparar y conservar los biberones.
- No alimente a su bebé dejando el biberón apoyado en algún sitio ni lo acueste tomando el biberón.
- Dele el biberón a su bebé siempre que tenga hambre. Preste atención a los signos de que su bebé está lleno, como soltar o alejarse de la tetina del biberón y/o cerrar la boca.
Cuidados cotidianos
- Lávese las manos antes de tocar o manipular a su bebé y evite a las personas que puedan estar enfermas.
- Tenga en brazos a su bebé y esté pendiente de sus necesidades. Es imposible malcriar a un recién nacido.
- Póngale el pañal por debajo del cordón umbilical para que se le pueda secar el muñón umbilical. Este se suele desprender cuando el bebé tiene de 10 a 14 días.
- Si su bebé es varón y ha sido circuncidado, póngale vaselina sobre el pene o en la parte delantera del pañal.
- Si su bebé es niña, es posible que presente un flujo vaginal que podría contener pequeñas cantidades de sangre durante la primera semana de vida. No es nada por lo que se debería preocupar.
- Dé a su bebé baños de esponja hasta que se le desprenda el cordón y se le cure la circuncisión (si se trata de un niño circuncidado). Asegúrese de que el agua no está demasiado caliente, compruebe antes su temperatura con la muñeca.
- Utilice cremas y jabones no perfumados.
- Llame al médico de su bebé si el niño tiene una fiebre de 100,4 ºF (38 ºC) o superior (tomada entre las nalgas). Llame al médico si su bebé se comporta como si estuviera enfermo, no come, no orina o no defeca, no se "agarra" al pecho o no succiona bien cuando usted le ofrece el pecho, no parece quedarse satisfecho después mamar, está amarillo o tiene el área del cordón umbilical o la de la circuncisión cada vez más roja o con pus. No dé a su bebé ningún medicamento sin que su médico le dé el visto bueno.
- Es frecuente que las madres de los recién nacidos estén cansadas y se sientan agobiadas a veces. Pero, si estas emociones son intensas, o está muy triste, malhumorada o ansiosa, llame a su médico.
- Hable con su médico si le preocupa su situación vital. ¿Dispone de todo lo que necesita para cuidar de su bebé? ¿Dispones de suficiente comida, un lugar seguro donde vivir y seguro de salud? Su médico le puede informar sobre recursos de la comunidad o derivar su caso a un trabajador social.
Seguridad
- Para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL):
- Acueste siempre al bebé para dormir en un colchón firme y plano, sobre la espalda (no sobre el abdomen o de costado) y dentro de una cuna o moisés que carezca de protectores de seguridad, sábanas, cubiertas, almohadas o juguetes de peluche.
- De ser posible, amamante a su bebé.
- Deje que su hijo duerma en la misma habitación que usted, dentro de un moisés o cuna que esté cerca de su cama hasta que cumpla el año o, por lo menos, durante los primeros seis meses de vida, cuando el riesgo de SMSL es mayor.
- Evite que su bebé se acalore demasiado, manteniendo la temperatura ambiente a un nivel agradable. Vista a su bebé según la temperatura de la habitación, sin abrigarlo más de lo necesario. No cubra la cabeza del bebé mientras duerma. Fíjese en los signos del sobrecalentamiento, como el sudor o estar muy caliente al tacto.
- Considere la posibilidad de acostar a su bebé succionando de un chupete. Si su hijo rechaza el chupete, no lo obligue a dormir con él. Si suelta el chupete mientras está dormido, no se lo vuelva a poner. Si está amamantando a su bebé, espere a introducir el chupete hasta que la lactancia materna esté bien establecida.
- No deje que su bebé se duerma sobre un producto que no haya sido diseñado específicamente para que los bebés duerman. No ponga a dormir a su bebé en un dispositivo para sentarse (como un asiento de automóvil), una almohada para comer (como la almohada Boppy) o un contenedor para bebés (como la Dock-a-Tot, Podster y Bummzie).
- No use productos o dispositivos que afirmen reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita, como posicionadores para dormir (como cuñas o reclinables) o monitores que puedan detectar el ritmo cardíaco y el patrón de respiración de un bebé. Ningún producto puede hacer esto.
- Asegúrese de que todas las superficies para dormir y los productos que utiliza para ayudar a su bebé a dormir hayan sido aprobados por la CPSC (U.S. Consumer Product Safety Commission) y cumplan con los estándares de seguridad federales.
- No fume ni use cigarrillos electrónicos. No deje que la gente fume tabaco ordinario o cigarrillos electrónicos cerca de su bebé.
- Coloque siempre a su bebé en una silla de seguridad para el coche orientada en el sentido contrario al de la marcha y en un asiento trasero. No deje nunca a su bebé a solas dentro de un coche.
- Mientras su hijo esté despierto, no lo deje desatendido, sobre todo en superficies elevadas o dentro de la bañera.
- No sacuda nunca a su bebé; le podría provocar una hemorragia cerebral e, incluso, la muerte. Si le preocupa poder hacer daño a su bebé, déjelo en su cuna o moisés durante unos minutos. Llame a un amigo, pariente o profesional de la salud para que lo ayude.
- Evite exponer al sol a su bebé manteniéndolo bien cubierto por la ropa y en la sombra cuando sea posible. Los protectores solares no son recomendables para bebés de menos de 6 meses de edad. De todos modos, puede utilizar una cantidad reducida de protector solar en bebés de menos de 6 meses de edad si ni la sombra ni la ropa que llevan les proporcionan una protección suficiente.
Estas hojas de recomendaciones son congruentes con las Directrices de la Academia Americana de Pediatría (AAP) para Futuros Brillantes ("Bright Futures Guidelines", en inglés).