¿Qué es un hemangioma congénito?
Un hemangioma congénito es un tipo de mancha de nacimiento que aparece cuando hay un crecimiento de vasos sanguíneos enmarañados en o debajo de la piel del bebé. La palabra "congénitos" significa que están presentes al nacer; los bebés que tienen estos hemangiomas nacen con ellos.
Los hemangiomas congénitos son menos comunes y actúan de una forma diferente a otros tipos de hemangiomas que se observan en los recién nacidos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de un hemangioma congénito?
La mayoría de los hemangiomas congénitos tienen una forma circular u ovalada, pero es posible que tengan otras formas. Pueden medir hasta 10 cm y su color puede variar de rosa a azul y hasta llegar a ser violeta muy oscuro. Pueden parecer hinchados y sentirse calientes al tacto.
Hay varios tipos distintos de hemangiomas congénitos:
- hemangioma congénito de involución rápida. Este tipo de hemangioma hace una involución (reduce su tamaño) sin tratamiento y casi siempre desaparece cuando el niño tiene entre 12 y 24 meses de edad.
- hemangioma congénito sin involución. Este tipo de hemangioma no reduce su tamaño.
- hemangioma congénito con involución parcial. Este tipo de hemangioma tiene áreas que se reducen de tamaño y otras que no.
El hemangioma congénito crece durante el embarazo y, por lo general, está completamente formado cuando nace el bebé. Después del nacimiento, el hemangioma congénito puede crecer a medida que el bebé crece. Esto se denomina crecimiento proporcional. El hemangioma congénito de involución rápida experimenta un crecimiento proporcional antes de comenzar a reducir su tamaño. El hemangioma congénito sin involución continuará el crecimiento proporcional hasta que el crecimiento del niño finalice por completo.
¿Cuáles son las causas de un hemangioma congénito?
Los hemangiomas congénitos ocurren con muy poca frecuencia. No se sabe qué los causa. No se han encontrado factores de riesgo ni causas genéticas, aunque los hemangiomas a veces son hereditarios (se dan por familias).
¿Cómo se diagnostican los hemangiomas congénitos?
Los hemangiomas congénitos a menudo se ven antes del nacimiento al hacer una ecografía. Después del nacimiento, los médicos pueden hacer un diagnóstico mediante un examen físico y solicitar pruebas, como una ecografía, para observar el flujo sanguíneo. También se puede pedir una resonancia magnética para proporcionar información útil sobre el tamaño del hemangioma, el flujo sanguíneo y la conexión con otras partes del cuerpo o vasos sanguíneos.
Los médicos pueden hacer una biopsia para ver qué tipo de hemangioma congénito tiene el niño y decidir cómo tratarlo. Los médicos analizarán las células de la muestra bajo un microscopio.
¿Cómo se tratan los hemangiomas congénitos?
Un hemangioma congénito de involución rápida generalmente no necesitará tratamiento porque la mayoría reduce su tamaño por sí solo. La piel generalmente se ve mejor si el hemangioma reduce su tamaño por sí solo en vez de ser tratado.
Los médicos suelen hacer un tratamiento si el hemangioma congénito:
- ha afectado la piel (ulceraciones)
- sangra a menudo
- afecta la respiración o la visión
- hace que el corazón se esfuerce demasiado para bombear sangre
- sigue aumentando de tamaño después del nacimiento del bebé
Entre los posibles tratamientos se encuentran los siguientes:
- ligadura: cirugía para atar los vasos sanguíneos e interrumpir el suministro de sangre al hemangioma
- escisión: extirpación del hemangioma con cirugía
- embolización: colocación de un tubo (catéter) largo y delgado en el vaso sanguíneo para bloquear el flujo de sangre al hemangioma
¿Qué más debería saber?
Es posible que una vez que el hemangioma se contrae (reduce su tamaño), la piel del bebé en esa zona quede floja. Este exceso de piel puede eliminarse quirúrgicamente. Una vez que el hemangioma congénito se encoge o se extirpa (extrae) quirúrgicamente, es poco probable que regrese.
Un bebé que nace con un hemangioma congénito no tiene un riesgo mayor de tener otros problemas de salud que otros niños recién nacidos.