Cifosis congénita
¿Qué es la cifosis congénita?
La cifosis es una curvatura en la espalda de una persona que le da un aspecto arqueado. La palabra "congénita" significa que el niño nace con esta afección.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la cifosis congénita?
La espalda arqueada se puede poder ver desde el nacimiento, como una protuberancia o bulto en la espalda, o bien se puede poner de manifiesto con el paso del tiempo. A veces se nota cuando un niño comienza a sentarse o caminar.
¿Cuáles son las causas de la cifosis congénita?
La columna vertebral está formada por pequeños huesos, llamados vértebras. Parecen ladrillos apilados y están conectadas entre sí a través de un tipo de tejido elástico llamado "cartílago". En la cifosis congénita, el extremo anterior de una o más de las vértebras de la espalda superior no se desarrolla correctamente. Estos huesos a menudo se forman en forma de cuña. Cuando las vértebras se apilan una encima de la otra, la columna se curva y hace que la espada se arquee.
Los médicos no siempre saben por qué algunos niños tienen esta afección, pero generalmente se debe a la deformación de una vértebra en la columna.
¿Cómo se diagnostica la cifosis congénita?
Para diagnosticar una cifosis congénita, los médicos:
- exploran la columna vertebral
- hacen radiografías para ver la curvatura de sus huesos
- hacen una resonancia magnética para obtener imágenes más detalladas de la médula espinal
- hacen una tomografía computarizada para obtener imágenes más detalladas de los huesos de la columna vertebral
¿Cómo se trata la cifosis congénita?
Observación. Si parece que la curvatura de la espalda no va a causar ningún problema, la cifosis puede no requerir ningún tipo de tratamiento. Los niños acudirán a sus revisiones ordinarias para ver si la deformación cambia a medida que van creciendo. La mayoría de los casos no empeorarán cuando los niños dejen de crecer.
Cirugía. Los médicos pueden recomendar una operación llamada de fusión vertebral en los casos graves que causan dolor, dificultades para respirar y/o síntomas neurológicos, como el hormigueo o la debilidad.
¿Qué más debería saber?
Los niños con cifosis congénita también pueden tener problemas renales, cardíacos o intestinales. Por lo tanto, cuando a un niño le diagnostican una cifosis congénita, el médico le mandará pruebas para asegurarse de que el resto de su cuerpo está sano.
Si percibe un bulto, protuberancia o curvatura anormal en el cuello o la espalda de su hijo, llame a su médico para que lo evalúe.