Exploración segura en la primera infancia
En movimiento continuo
La primera infancia es una etapa del desarrollo de movimiento continuo. Entre el año y los tres años de edad, los niños están huyendo literalmente de la etapa de la lactancia en busca de nuevas aventuras. Están aprendiendo a hablar, a andar y correr y a afirmar su independencia. Para muchos niños de esta edad, "exterior" y "jugar" se están convirtiendo en sus peticiones más frecuentes.
En calidad de padre, usted quiere mantener a su pequeño seguro. La supervisión por parte de un adulto y la seguridad, que engloba, entre otras cosas, las barreras de seguridad y los protectores de los enchufes, son importantes.
Pero usted también querrá ofrecer a su pequeño oportunidades para explorar. Esto significa una atenta supervisión, pero con oportunidades para disfrutar de entornos diferentes. Desde un paseo por el bosque hasta una salida a un museo, los padres pueden dar a sus hijos espacio y libertad para investigar, lo que es una parte importante de ayudarlos a crecer.
¿Por qué explorar?
Explorar el mundo, tanto en interiores como en el exterior, con supervisión, por descontado, es importante para el desarrollo emocional, social y físico durante la primera infancia. Explorando, los niños aprenden más cosas sobre el mundo y sobre cómo funciona. Una cosa es ver una naranja, pero otra cosa es sostenerla en la mano, notarla fresca, palpar su superficie lisa, oler su fragancia y saborearla. El desarrollo es incluso mejor si se hacen preguntas: ¿De qué color es? ¿Es pequeña o grande?
Explorar también da a los niños la oportunidad de trabajar importantes habilidades motoras. Se trate de patear una pelota o de trepar por unas escaleras, ellos pueden persistir hasta que lo consigan. Hacer este tipo de cosas no solo les permite adquirir habilidades, también fomenta que adquieran confianza, seguridad en sí mismos y competencias. En otras palabras, empiezan a decirse a sí mismos: "¡Soy capaz! ¡Lo puedo hacer!"
Dejarlos explorar es una manera de que los niños de esta edad hagan suficiente actividad física cada día. Permita que su hijo disponga de abundante tiempo todos los días para estar activo físicamente a lo largo del día.
Ideas para explorar en interiores
Las posibilidades para los entretenimientos en interiores son infinitas; he aquí algunas de ellas:
- Espejo, espejito. En esta etapa, los niños aprenden a reconocerse en las fotografías y en los espejos. Coloque un espejo a la altura de los ojos de su hijo, fíjelo para que esté bien seguro y él o ella pueda pasar el rato explorando su propia cara. Pregúntele: "¿Dónde tienes la nariz?" o "¿Puedes abrir la boca por completo?" Llene un álbum con fotos de parientes y amigos, y véanlo juntos, o que lo vea su hijo estando solo. Los niños de esta edad disfrutan imitando las conductas de otras personas. Pruebe juegos de imitación de gestos y movimiento o de tipo verbal (palabras).
- Armarios atractivos para los niños. Transforme varios armarios de suelo en repisas para explorar, que contengan objetos que su hijo pueda agarrar, empujar, volcar, golpear o agitar en el aire. Escoja objetos seguros para la edad de su hijo y asegúrese de supervisarlo siempre.
- Juguetes táctiles. A los niños de 1 a 3 años de edad les encanta usar el sentido del tacto. Deje que su hijo juegue con plastilina (comprada o hecha en casa), pintura de dedos u otros materiales adecuados para esta etapa del desarrollo que se puedan estrujar, aplanar, agujerear y pinchar y moldear. A los niños de esta edad les gusta el papel de embalar, de seda, de hornear y los juguetes con texturas, que son divertidos para tocar y arrugar.
- Caja de juguetes domésticos. Para estimular la imaginación de su hijo, cree una caja para los juguetes y llénela de muñecas, objetos seguros que se usan para limpiar la casa, como esponjas o cepillos limpios, trapos, ropa para disfrazarse y teléfonos de juguete (sin cables). Los recipientes de plástico provistos de tapa, las tazas y los platos de plástico, así como cualquier otra cosa que se pueda apilar, llenar, vaciar o meter dentro de otras cosas también pueden ser juguetes geniales para los niños de esta edad.
- Subir y bajar escaleras. A muchos niños de esta edad les encanta subir escaleras. Suban y bajen juntos escaleras cubiertas de moqueta, pero asegúrese de poner barreras de seguridad en cuanto acaben. Sobre terreno llano y dependiendo de cuál sea la edad de su hijo y sus habilidades, practiquen las conductas de caminar hacia atrás o de puntillas. Imiten a los animales (caminen como un pingüino, salten como un canguro o una rana, etc.) o bailen al ritmo de la música.
Explorar en exteriores
- Jugar a la pelota. Dispongan de una variedad de pelotas con las que jugar. Durante esta etapa, los niños aprenden a chutar, lanzar y coger pelotas al vuelo.
- Recrear la playa. Incluso dentro de su propio patio o jardín trasero, el agua y la arena son un gran atractivo táctil para los niños de uno a tres años de edad. Cree una mesa de agua infantil o use un cubo donde floten barquitos y otros juguetes de agua ¡y que empiecen con las salpicaduras! Tenga una caja de arena o lleve a su hijo a la playa para que note la arena en los dedos de manos y pies. Supervise siempre a su hijo cuando esté cerca del agua, y vacíe de agua todos los recipientes cuando dejen de jugar. Asegúrese de tapar bien las cajas de arena cuando no se estén usando para que no las contaminen las mascotas.
- Examinar la naturaleza. Anime a su hijo a recoger hojas y piedras, a palpar la corteza de los árboles y a recoger bichos.
- Tizas al poder. Las tizas son grandes, del tamaño perfecto para que las agarren los niños durante la primera infancia. Sus "dibujos" son abstractos con un poco de suerte, pero a ellos les encanta observar cómo salen los garabatos de sus manos.
- Quedar con otros niños para almorzar. Las actividades que reúnen a grupos de niños de 1 a 3 años en lugares abiertos (un parque, un gimnasio, un centro recreativo o un patio o jardín trasero particular) pueden ser divertidas para los adultos y los niños. Los niños no interactúan mucho en esta etapa, pero están aprendiendo a hacerlo y les encanta ver otras caras y otros niños.
Consejos para las exploración segura y divertida
Supervise, pero no intervenga. Preste atención a su tendencia a ayudar a su hijo. Después de proporcionarle materiales a su hijo, luche contra esas ganas suyas de controlar la actividad de su hijo. Si a su hijo le apetece golpear un bloque contra otro, no intervenga a menos que esté haciendo algo que podría lastimarlo a él o lastimar a otra persona.
Corrija a su hijo cuando sea necesario. Si ve a su hijo haciendo algo peligroso, insano o destructivo, como comer ceras de colores o tirar piedras, instrúyale con tranquilidad sobre cuál es el uso correcto de cada objeto: "Las sillas son para sentarse, no para subirse a ellas" o "Puedes golpear la cuchara contra la olla, pero las cucharas no se usan para golpear a la gente." Trate de no reaccionar con más intensidad de la que requiera la situación. Los niños de esta edad suelen tratar de saltarse los límites y tienden a ignorar lo que les piden. Si se lo recuerda, pero la cosa no funciona, trate de distraerlo con otras actividades o enseñándole otras cosas, o use la pausa obligada (o tiempo fuera) si fuera necesario.
Recuerde: "la diversión está en el camino". Cualquier persona que haya ido paseando con un niño a una biblioteca o la casa de un amigo sabe que el camino está lleno de distracciones y paradas. Los niños de esta edad suelen querer examinar objetos cotidianos en los que la mayoría de la gente ni nos fijamos. Bichos, piedra, hojas caídas, coches aparcados, decoraciones de jardines; son cosas que fascinan a los niños de 1 a 3 años de edad. Anime a su hijo a palpar la corteza de los árboles, examinar hojas, observar arañas o fijare en los colores de las luces e indicadores de las tiendas, observar puertas que se abren y se cierran, camiones parados y gente que sube a autobuses.
En calidad de padre, es probable que usted esté impaciente y tenga ganas de que llegar para que su hijo pueda hacer la actividad que tienen planificada. Usted quiere que su hijo empiece a "hacer algo". Pero para un niño pequeño, la exploración ya es hacer algo. En vez de meterle prisa, dé un buen suspiro y disfrute acompañándolo en sus descubrimientos.