¿Qué significa inducir el parto?
Inducir el parto (o la inducción del parto) consiste en el uso de medicamentos u otros métodos médicos para desencadenar el trabajo de parto antes de que una mujer lo comience naturalmente por sí misma.
En general, esto se hace cuando la salud de la madre o del bebé podrían estar en riesgo si continúa el embarazo. A veces, se hace antes de que el embarazo llegue a término, si el riesgo de continuar con el embarazo supera el riesgo del nacimiento prematuro del bebé.
¿Por qué inducen el parto los médicos?
Generalmente, se permite que el trabajo de parto siga su curso natural. Pero es posible que su médico sugiera una inducción si:
- Usted rompió bolsa pero aún no tiene contracciones.
- El bebé aún no nace y ya han pasado 1 o 2 semanas de la fecha probable de parto.
- Usted tiene una infección en el útero (lo cual recibe el nombre de "corioamnionitis").
- Usted tiene una afección médica (como diabetes gestacional o presión arterial elevada).
- No hay suficiente líquido amniótico.
- Existe un problema con la placenta.
- El bebé no está creciendo tal como se espera.
A veces, una madre y su médico pueden optar por una inducción por motivos que no sean médicos. Esto se denomina "inducción por elección". Por ejemplo, si una madre tiene antecedentes de partos rápidos o vive muy lejos del hospital, podría optar por una inducción por elección si está preocupada porque tal vez no llegue a tiempo al hospital para el parto.
Los estudios recientes demuestran que la inducción por elección en la semana 39 del embarazo pueden ser una opción razonable para las mujeres sanas y embarazadas de su primer bebé, incluso sin motivos médicos. Es tan seguro para la madre y el bebé como esperar al trabajo de parto espontáneo y puede reducir la probabilidad de que la madre necesite una cesárea o tenga algunos tipos de problemas relacionados con el embarazo (como preeclampsia). Hable con su médico para saber si esta podría ser una opción en su caso.
¿Cómo se induce el trabajo de parto?
Las formas en que los médicos pueden intentar inducir el trabajo de parto incluyen las siguientes:
- “Maduración” del cuello del útero. Esto significa ablandar, afinar y preparar el cuello del útero o cérvix para el parto. Esto se puede hacer dándole a la madre una hormona llamada prostaglandina (se inserta en la vagina o se toma por boca) o insertando en la vagina un pequeño tubo (catéter) con un balón inflable que lentamente estira el cuello del útero (la abertura del útero) para abrirlo.
- Despegamiento de las membranas. El médico puede separar la bolsa de líquido amniótico (donde se encuentra el líquido amniótico y el bebé) de la pared del útero pasando un dedo enguantado entre ellas a fin de separar las delgadas membranas de la bolsa de la pared del útero. Esto hace que el cuerpo libere prostaglandina, tal como habría ocurrido si el trabajo de parto hubiese comenzado de manera natural. La prostaglandina ayuda a preparar el cuello del útero para el parto y puede desencadenar las contracciones.
- Rotura de la bolsa de agua o la fuente (lo que se conoce como amniotomía). El médico hace un pequeño orificio en la bolsa de líquido amniótico durante un examen vaginal utilizando un pequeño gancho plástico para romper las membranas. Si el cuello del útero está preparado para el trabajo de parto, la amniotomía suele desencadenar el trabajo de parto en cuestión de horas.
- Estimulación de las contracciones del útero. Si todos los demás métodos no provocan contracciones regulares, el médico administrará un medicamento llamado Pitocina a través de una vía intravenosa. (La Pitocina es una forma sintética de oxitocina, que es una hormona que el cuerpo libera durante el trabajo de parto para favorecer la contracción del útero). Comienza con una pequeña dosis, que se aumenta hasta que el trabajo de parto está avanzando correctamente. Mientras se administra Pitocina, se controla atentamente tanto al bebé como al útero. La Pitocina también se puede usar para acelerar el trabajo de parto si este es lento o se detiene.
¿Cómo me sentiré?
- La rotura de las membranas puede causar un poco de dolor o molestias, pero solo suele demorar aproximadamente un minuto. Es posible que también tenga calambres intensos o pérdidas durante uno o dos días.
- La rotura de la bolsa (o fuente) puede ser un poco incómoda. Es posible que sienta un tirón, seguido de un chorrito o un chorro de líquido tibio.
- Con la prostaglandina, tal vez tenga retortijones o calambres fuertes.
- El uso de la Pitocina suele hacer que las contracciones sean más frecuentes y regulares que en un trabajo de parto que comienza de manera natural.
¿Cuáles son los riesgos de inducir el parto?
En general, la inducción del parto transcurre sin problemas. Pero, como ocurre con todos los procedimientos médicos, implica algunos riesgos:
- Es posible que no funcione. La inducción del parto no equivale a abrir un grifo. Podría llevar mucho tiempo. A veces, si todo marcha bien y la membrana amniótica aún está intacta, la mujer puede volver a su hogar y programar otro intento de inducción. Si lleva demasiado tiempo, o si existe un problema con la madre o el bebé, es posible que se necesite una cesárea. Pero la inducción no incrementa las probabilidades de que una mujer necesite una cesárea.
- Puede provocar contracciones muy fuertes. Estas pueden causar lo siguiente:
- afectar el flujo de sangre hacia el bebé
- desgarrar el útero (aunque esto es algo excepcional)
- Existe un riesgo de infección para la madre o el bebé si las membranas permanecen desgarradas durante mucho tiempo antes de que nazca el bebé.
- Los músculos del útero podrían no contraerse tan bien después del nacimiento (esto recibe el nombre de atonía uterina). Esto puede producir un sangrado excesivo.
- Podría significar que el bebé nazca de forma prematura si hubo un error en el cálculo de la fecha probable de parto. Los bebés que nacen de forma prematura pueden tener problemas para alimentarse, respirar o mantener la temperatura corporal. (Pero una vez más, a veces las inducciones se hacen de forma deliberada si el riesgo de los problemas de salud es mayor que el riesgo del nacimiento prematuro del bebé).
¿Qué más debería saber?
La inducción no es una opción para todos los embarazos. Tal vez no sea segura para las mujeres que han tenido un cierto tipo de cesárea en el pasado. Tampoco se realizará en mujeres cuyos bebés o placenta estén ubicados de cierta manera dentro del útero.
Es posible que haya escuchado historias sobre maneras de inducir el parto en el hogar, como el uso de aceite de castor. No es seguro intentar comenzar el trabajo de parto de manera artificial por su cuenta con aceite de castor, que le puede causar náuseas, diarrea y deshidratación. Y las hierbas y los suplementos de hierbas para inducir el parto pueden ser nocivos.
La estimulación de los senos puede causar contracciones uterinas porque libera oxitocina. Pero algunos estudios sugieren que el bebé podría tener frecuencia cardíaca anormal después de la estimulación de los senos. Algunas mujeres sienten que tener relaciones sexuales en las etapas finales del embarazo puede inducir el trabajo de parto, pero aún no existen pruebas reales que lo demuestren.
Hable con su médico antes de hacer algo para intentar favorecer la llegada de su pequeño. Lo mejor es dejar la inducción del parto en manos de profesionales médicos.