¿Dónde debería dar a luz?
Dar a luz en un hospital
En Estados Unidos, la mayoría de los bebés nacen en hospitales. No todos los hospitales ofrecen el mismo tipo de asistencia. Puede depender de:
El nivel de atención que puede prestar un hospital. Algunos hospitales solo están equipados para atender embarazos de bajo riesgo, mientras que otros disponen de servicios para ocuparse de embarazos de alto riesgo.
El equipo sanitario del hospital. Hay diversos profesionales que supervisan los partos hospitalarios, y su disponibilidad puede variar de un hospital a otro:
- Los obstetras/ginecólogos son médicos que, tras completar sus estudios de medicina, se especializan (durante un mínimo de 4 años) en la salud de la mujer y la reproducción, lo cual incluye tanto los cuidados médicos como quirúrgicos. Pueden atender embarazos con complicaciones y también practicar cesáreas. Los obstetras que reciben formación complementaria en embarazos de alto riesgo se llaman especialistas maternofetales o perinatólogos.
- Los médicos de familia atienden a pacientes de todas las edades, desde el nacimiento hasta el final de la vida. También pueden tener experiencia en tratar embarazos y partos.
- Las parteras están especializadas en las necesidades sanitarias de la mujer, incluyendo los cuidados prenatales, el parto y la atención posparto en embarazos sin complicaciones. Existen distintos tipos de parteras, con diferentes niveles de formación. Las parteras suelen trabajar junto con médicos, pero en algunos estados pueden trabajar de forma independiente.
- Las enfermeras diplomadas (RN, según sus siglas en inglés) atienden embarazos, cuidado de la madre y del bebé. Algunos hospitales ofrecen cuidados de enfermería personalizados.
- Las doulas han recibido formación sobre el parto y pueden prestar apoyo a los padres antes, durante y después del parto.
- Los pediatras (que incluyen a los neonatólogos, que atienden a recién nacidos prematuros o con problemas médicos) pueden estar disponibles para atender al bebé justo después del parto.
- Los anestesistas pueden ayudar a controlar el dolor, si es necesario.
- Los médicos residentes, los estudiantes de medicina y otras personas en formación pueden atender partos en hospitales universitarios.
- Los asesores en lactancia pueden proporcionar apoyo a la lactancia materna.
Tipos de salas utilizadas para el parto y el alumbramiento. En un medio tradicional, la futura madre pasa de una sala de dilatación a una sala de partos y, después del parto, a una habitación semiprivada. Pero ahora, muchos hospitales se centran más en los valores y las opciones de la familia (lo que a veces se llama «atención centrada en la familia»), por lo que la familia puede disponer de una habitación privada provista de baño (lo que se llama «suite de parto») donde la mujer puede dilatar, dar a luz y recuperarse en un mismo lugar sin tenerse que desplazar. Muchos hospitales ofrecen la posibilidad de que el bebé se quede con su madre en la misma habitación, en vez de ser trasladado a la sala de neonatos.
Las políticas y prácticas hospitalarias de atención a la maternidad. Los hospitales difieren en la frecuencia con que realizan algunos procedimientos o pruebas. También pueden diferir en las prácticas relacionadas con el parto, como a quién permiten entrar en la sala de partos, cómo controlan al feto durante el parto y si se permite comer o beber durante el parto.
El personal hospitalario puede utilizar varios tipos diferentes de medicamentos para el dolor (como la anestesia epidural y la anestesia espinal o raquídea) si la mujer lo desea. También pueden inducir el parto, lo que podría ser necesario cuando la salud de la madre o del bebé estuvieran en situación de riego si el embarazo continuara. Y los hospitales son el lugar más seguro para dar a luz cuando un embarazo se considera de alto riesgo.
Dar a luz en un centro de maternidad
Si su embarazo es de bajo riesgo, un centro de maternidad puede ser una opción si usted prefiere un entorno más hogareño. Se puede tratar de un edificio independiente (separado del hospital), adosado o integrado en un hospital. Estos centros ofrecen «atención centrada en la familia» y suelen incluir cosas como habitaciones privadas con luz tenue, duchas, bañeras de hidromasaje y una cocina para uso de la familia. Los centros de maternidad tratan de parecerse más a una casa que a un hospital.
Cosas a saber sobre los centros de maternidad:
Los centros de maternidad no son para todo el mundo. El personal del centro de maternidad valorará a las mujeres que se inscriban para recibir atención prenatal a fin de asegurarse de que son unas buenas candidatas. Estos centros suelen aceptar a quienes gozan de buena salud y no son propensas a desarrollar problemas durante el embarazo y el parto. Por ejemplo, los centros de maternidad no son una opción para nadie que:
- padezca enfermedades como la hipertensión, la diabetes o cardiopatías
- esté embarazada de múltiples bebés (y es posible que no acepten a alguien a quien ya le hayan practicado una cesárea)
El personal supervisará la salud de la mujer durante todo el embarazo. Si su estado de salud cambiara (por ejemplo, debido a una preeclampsia, un parto prematuro o un parto de nalgas), sería trasladada a un hospital para que la trataran.
El equipo sanitario de un centro de maternidad está formado por comadronas, enfermeras y doulas. Es posible que no haya médicos in situ, pero la mayoría de los centros de maternidad trabajan en equipo con asesores obstétricos y pediátricos.
Las intervenciones médicas suelen ser menos frecuentes en los centros de maternidad que en los hospitales. Por ejemplo, el centro podría comprobar periódicamente la frecuencia cardíaca del bebé en vez de utilizar una monitorización continua, como se suele hacer en los hospitales. Esto permite a las madres caminar con más libertad. Los centros de maternidad pueden seguir proporcionando algunos cuidados médicos cuando sea necesario, como líquidos intravenosos, oxígeno y algunos medicamentos.
Los centros de maternidad ofrecen algunos tipos de control del dolor, como algunos medicamentos y estrategias (masajes, relajación, respiración, pelotas de parto y baños). Pero no proporcionan anestesia epidural ni raquídea (o espinal).
Busque un centro de maternidad que disponga de un certificado emitido por la Comisión de Acreditación de los Centros de Maternidad (CABC, por sus siglas en inglés). Algunos estados regulan los centros de maternidad; por lo tanto, asegúrese de que el centro que elija tenga todos los permisos en regla.
Dar a luz en casa
Los expertos no recomiendan dar a luz en casa. Los estudios llevados a cabo en Estados Unidos muestran un mayor riesgo de problemas graves durante los partos en casa en determinadas situaciones, incluyendo la muerte del bebé. Normalmente, los hospitales y los centros de maternidad acreditados son los lugares más seguros para dar a luz.
Aun así, algunas familias deciden dar a luz en casa (y a veces los partos en casa no son planificados). La Academia Americana de Pediatría recomienda a las familias que se planteen dar a luz en casa:
- Hacerlo solo si el embarazo se considera de bajo riesgo.
- Que al menos dos personas asistan el parto: una que se ocupe de la madre y la otra del bebé. La persona que atienda al bebé debe ser experta en el tratamiento y la reanimación de recién nacidos, y debe disponer del equipo adecuado para ello.
- Contar con un médico o de una comadrona titulada en el caso de que surgieran problemas, así como con un plan para el traslado rápido a un hospital en caso necesario.
¿Cuál es la opción más adecuada para mí?
Hable con el médico que atiende su embarazo. El médico o la comadrona titulada que atiende su embarazo puede ayudarla a decidir si es de bajo o de alto riesgo. Consulte a su seguro médico sobre qué opciones cubre.
Visite el hospital o el centro de maternidad. Eso le permitirá asegurarse de que el personal es amable y que usted se podrá sentir relajada en el clima que reine en el recinto. Esa visita también la ayudará a entender las políticas y los procedimientos de la institución.