Las hemorragias nasales son frecuentes en niños de tres a 10 años de edad, y la mayoría de ellas se deben a que el niño se ha hurgado la nariz o a que el aire está demasiado seco. Pueden asustar, pero no suelen ser un problema importante. La mayoría se detienen por sí solas y se pueden tratar fácilmente en casa.
Qué hacer:
- Mantenga la calma y tranquilice a su hijo.
- Haga que su hijo se siente bien erguido en una silla o sobre su falda y luego incline su cabeza ligeramente hacia delante.
- No incline la cabeza de su hijo hacia atrás. Esto podría hacer que la sangre le bajara por la parte posterior de la garganta, y su mal sabor podría provocarle náuseas, tos y/o vómitos.
- Pellízquele suavemente la parte blanda de la nariz (justo debajo del hueso central, o tabique nasal) con un pañuelo de papel, toallita o paño limpios.
- Mantenga la presión de forma ininterrumpida durante unos 10 minutos; si deja de aplicar presión demasiado pronto, se podría reiniciar la hemorragia.
- Haga que su hijo se relaje durante y después de la hemorragia nasal. Dígale que no se suene, hurgue ni se frote la nariz y que no participe en juegos activos después de la hemorragia.
Llame al médico si su hijo:
- tiene hemorragias nasales a menudo
- puede haberse metido algo en la nariz
- tiende a hacerse moretones con facilidad
- sangra mucho cuando se hace heridas de poca importancia o le sangran otras partes del cuerpo, como las encías
- hace poco que ha empezado a tomar un medicamento nuevo
Pida ayuda urgente o llame al médico si la hemorragia:
- fuera muy fuerte o si su hijo estuvieras mareado, débil o como si te fueras a desmayar.
- ha sido provocada por una caída o golpe en la cabeza
- prosigue tras dos intentos de aplicar presión durante 10 minutos seguidos
Distintos tipos de hemorragias nasales
El tipo más habitual de hemorragia nasal es la hemorragia nasal anterior, que afecta a la parte delantera de la nariz. Los capilares, unos vasos sanguíneos diminutos que recubren el interior de la nariz, se pueden romper y sangrar, provocando este tipo de hemorragias.
La hemorragia nasal posterior se produce en la parte trasera o más profunda de la nariz. En este tipo de hemorragia, la sangre baja por la parte posterior de la garganta incluso aunque la persona esté sentada o de pie. Es muy raro que los niños tengan hemorragias nasales posteriores. Son más frecuentes en la gente mayor o en quienes tienen hipertensión arterial (tensión arterial alta) o se han lesionado la cara o la nariz.
¿Cuáles son las causas de las hemorragias nasales?
La principal causa de las hemorragias nasales anteriores es el aire seco. El clima seco o la calefacción demasiado alta pueden irritar y resecar las mucosas nasales. Esto puede llevar a que se formen costras, que pueden producir picor y luego sangrar cuando se rascan o se hurgan. Los resfriados comunes también pueden irritar las mucosas que recubren el interior de la nariz, pudiéndose producir hemorragias nasales después de sonarse repetidamente. Tener un resfriado en un día seco de invierno es una fórmula perfecta para que se produzca una hemorragia nasal.
Las alergias también pueden crear problemas, ya que los médicos pueden recetar medicamentos (como los antihistamínicos o los descongestivos), para controlar el picor, el moqueo nasal y la nariz tapada. Estos medicamentos pueden resecar las mucosas nasales, facilitando las hemorragias nasales.
Una herida o un golpe en la nariz también pueden provocar una hemorragia nasal, pero la mayoría de estos episodios no son graves. De todos modos, si su hijo se lesiona la cara, le sangra la nariz y no consigue cortarle la hemorragia al cabo de 10 minutos o le preocupan sus heridas, consiga ayuda médica de inmediato.
Aunque las hemorragias nasales son graves en muy pocas ocasiones, podrían indicar un problema si ocurren a menudo. Si a su hijo le sangra la nariz más de una vez a la semana, llame a su médico. Generalmente, las hemorragias nasales frecuentes son fáciles de tratar. A veces los capilares del interior de la nariz se irritan y no cicatrizan bien, lo que ocurre más a menudo en niños con alergia crónica y/o que se resfrían a menudo. Si su hijo tuviera este problema, su médico lo podría ayudar.
Si las hemorragias nasales no se debieran a una infección de los senos nasales, una alergia o una irritación de los vasos sanguíneos, lo más probable es que el médico le mandara pruebas para averiguar la causa. En contadas ocasiones, la causa de las hemorragias nasales frecuentes es un trastorno hemorrágico o una formación anormal de los capilares de la nariz.
¿Se pueden prevenir las hemorragias nasales?
Puesto que la mayoría de las hemorragias nasales en los niños están causadas por hurgarse la nariz o por la irritación provocada por el aire seco, seguir unos pocos consejos sencillos puede ayudar a su hijo a evitarlas:
- Mantenga cortas las uñas de su hijo para evitar que se lesione al hurgarse la nariz.
- Mantenga húmedo el interior de la nariz de su hijo aplicando un espray nasal salino (agua salada) o un gel, o bien vaselina o pomada antibiótica con suavidad alrededor de los orificios nasales.
- Si el aire de su casa es seco, humidifique los dormitorios usando un vaporizador (o humidificador) de aire frío. Mantenga bien limpio el aparato para impedir que se forme moho.
- Asegúrese de que su hijo lleva un equipo protector o de seguridad adecuado cuando practique deportes u otras actividades en que se podría lesionar la nariz.
Incluso cuando se adoptan todas estas precauciones, a los niños les puede seguir sangrando la nariz de vez en cuando. O sea que, si a su hijo le sangra la nariz, intente que no cunda el pánico. Las hemorragias nasales suelen ser inocuas y casi siempre son fáciles de cortar.