Radiografía: Escoliosis
¿Qué es una radiografía de escoliosis?
Una radiografía de escoliosis es un prueba segura e indolora que usa pequeñas cantidades de radiación para crear una imagen detallada de la columna vertebral. Durante la prueba, una máquina de rayos X envía un haz de radiaciones a través de la espalda y se registra una imagen en una película especial o en una computadora. La radiografía de escoliosis incluye la columna torácica (espalda superior) y la columna lumbar (espalda inferior).
Las imágenes de las radiografías son en blanco y negro. Las partes densas del cuerpo, que bloquean el paso de los rayos X, como los huesos, aparecen en color blanco en la radiografía. Los tejidos más blandos, como los músculos, permiten el paso de los rayos X a través de ellos y se ven más oscuros.
Las radiografías son realizadas por técnicos en radiología del departamento de radiología de un hospital, un centro de radiología independiente o el consultorio de un profesional de la salud. Se suelen tomar dos imágenes diferentes de la columna vertebral: una desde detrás (vista posteroanterior) y una de perfil (vista lateral). A veces, se toman otras imágenes con la persona inclinada hacia un lado.
¿Por qué se hacen las radiografías de escoliosis?
Los niños con escoliosis tienen una columna vertebral que se curva de lado a lado, adoptando una forma de S o de C. Aunque las curvaturas menores no suelen causar problemas, las curvaturas mayores son visibles y causan molestias. Una columna vertebral curvada hacia un lado puede hacer que el tronco se incline hacia la derecha o la izquierda. Un omóplato puede estar más alto que el otro, o la cintura puede estar desnivelada, con una tendencia a inclinarse hacia un lado.
Una curvatura muy pronunciada, puede llegar a afectar a la respiración y a la función cardíaca, y provocar lesiones en las articulaciones de la columna vertebral y dolor en la etapa adulta.
Durante las revisiones, los médicos de atención primaria revisan rutinariamente a los niños para determinar si tienen escoliosis. Si un médico sospecha una escoliosis, pedirá una radiografía para medir la curvatura de la columna vertebral. El ángulo de la curva, medido en grados en la radiografía, ayudará al médico a decidir si el paciente necesita tratamiento y, en caso afirmativo, cómo se deben tratar.
Las radiografías también ayudan a determinar el tipo de escoliosis y la madurez del esqueleto de un niño, lo que ayuda a predecir si la curvatura puede empeorar. Las radiografías de escoliosis se pueden ir repitiendo a intervalos regulares (con frecuencia, cada 6 meses) para saber si la curvatura está aumentando o para evaluar los efectos del tratamiento.
Es posible que el profesional envié a su hijo a un especialista para que lo evalúe. Si el médico sospecha una anormalidad neurológica, puede pedir una resonancia magnética (RM) de la médula espinal.
¿Cómo debemos prepararnos para una radiografía de escoliosis?
No es necesario ningún tipo de preparación especial para hacerse una radiografía de escoliosis. Es posible que los niños deban quitarse toda la ropa y las joyas, y ponerse una bata de hospital, porque los botones, las cremalleras, los broches y las joyas pueden crear interferencias en las imágenes.
Si su hija está embarazada, es importante que se lo diga al médico o al técnico en radiología. Por lo general, se evitan las radiografías durante el embarazo porque existe una pequeña probabilidad de que la radiación dañe al bebé en desarrollo. Pero si es necesario tomar una radiografía, se pueden tomar precauciones para proteger al feto.
¿Qué ocurre en una radiografía de escoliosis?
Aunque el procedimiento puede durar unos 10 minutos, el tiempo real de exposición a la radiación solo es de pocos segundos.
Radiografía tradicional
Su hijo entrará en una sala especial con una mesa y una gran máquina de rayos X colgando del techo o de la pared. Se suele permitir que los padres permanezcan con sus hijos para tranquilizarlos. Si usted permanece en la sala mientras se hace la radiografía, le pedirán que use un delantal de plomo para protegerse algunas partes del cuerpo. También protegerán los órganos reproductores de su hijo con un protector de plomo.
La radiografía de escoliosis se suele hacer con el niño de pie. El técnico colocará a su hijo en la postura adecuada y luego se colocará detrás de una pared o irá a una sala adyacente para manejar la máquina. En general, se toman dos radiografías (una posterior y otra de perfil) por lo que el técnico volverá a acomodar a su hijo antes de cada radiografía. A veces, los médicos piden más imágenes.
A los niños mayores se les pide que aguanten la respiración y que se queden bien quietos durante 2 o 3 segundos mientras les hacen la radiografía. En el caso de los bebés, puede ser necesario sujetarlos con delicadeza. Es importante estar bien quieto para que la radiografía no salga borrosa.
Sistema de imágenes con tecnología EOS
Algunas radiografías de escoliosis se realizan con un equipo de rayos X con tecnología EOS. Este equipo usa una dosis muy baja de radiación, lo cual es ideal para los pacientes con escoliosis que necesitan hacerse radiografías regularmente.
El niño entra en una pequeña cabina, donde las imágenes de frente y de perfil se toman al mismo tiempo. Las radiografías se hacen en menos de 30 segundos. Su hijo no necesitará usar un delantal de plomo porque las dosis de radiación son mucho más bajas.
¿Y si tiene dudas?
Si tiene preguntas sobre las radiografías de escoliosis, hable con el médico. También puede hablar con el técnico en radiología antes del procedimiento.