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¿La luz procedente de una pantalla dificulta el sueño?

¿El uso de un dispositivo electrónico antes de acostarse dificulta el sueño?

Sí, ¡eso es completamente cierto!: la luz procedente de un teléfono móvil, una computadora portátil u otro tipo de dispositivo confunde al cerebro al hacerle creer que es el momento de despertarse, en vez del momento de acostarse.

La luz que emiten las pantallas electrónicas viene en todos los colores, pero los azules son los peores. La luz azul engaña al cerebro al hacerle creer que es de día. Cuando ocurre esto, el cuerpo deja de liberar la hormona del sueño, llamada melatonina. La melatonina es la forma natural que tiene nuestro cuerpo de ayudarnos a calmarnos y a prepararnos para dormir. El cuerpo la empieza a liberar un par de horas antes de acostarnos por la noche. La oscuridad desencadena la liberación de la hormona melatonina; la luz azul la retrasa. 

Esto ya es lo bastante malo, pero todavía hay algo peor: Los adolescentes son más sensibles que los adultos a los efectos de la luz azul. Por lo tanto, si te expones a este tipo de luz, será más probable que te pases horas dando vueltas en la cama después de tu hora habitual de acostarte. Si añades a eso otras cosas que dificultan que concilies el sueño, como que tu reloj corporal interno hace que te sientas despierto por la noche, que tengas más deberes y más distracciones y que empieces pronto las clases por la mañana, tendrás la receta perfecta para tener un déficit de sueño.

Hay gente que intenta sortear el problema de la luz azul oscureciendo sus pantallas o llevando unas gafas especiales. Pero no hay ninguna prueba de que esto funcione. 

Para asegurarte de que tu cerebro está en su mejor momento para descansar y estar preparado para los exámenes, el deporte y otras cosas que requieren concentración, no utilices pantallas durante una o dos horas antes de acostarte. ¿Qué puedes hacer durante esas horas? Llamar a un amigo en vez de escribirle mensajes de texto. Relacionarte con tu familia. Jugar con tu mascota. O probar a hacer ejercicios de respiración. 

La luz azul solo es una de las formas en que los dispositivos tecnológicos pueden interferir en el sueño. Lo mejor es que desconectes todas las alertas y avisos electrónicos cuando te vayas a dormir y que guardes los dispositivos que emiten luz fuera de tu dormitorio.