Organizar el trabajo escolar
Aprender a organizase, concentrarse y hacer las cosas son habilidades esenciales para el trabajo escolar.
Además, estas habilidades pueden ayudarte con prácticamente todos los aspectos de la vida. Cuanto más practiques, más mejorarás. Permite que estas habilidades se conviertan en hábitos para mejorar tu vida.
Organízate bien
Organiza tus cosas. Todo es más sencillo cuando estás organizado. Puedes hacer tu trabajo más rápido sin perder tiempo buscando tus cosas.
Mantén la información de la clase y los trabajos organizados por asignatura. Coloca todo en clasificadores, cuadernos o carpetas. Si estás guardando papeles sueltos en tu mochila o usando diferentes cuadernos para la misma clase, es momento de detenerte y volver a organizarte.
Limpia tu mochila cada unos pocos días. Decide dónde guardar las cosas que deseas conservar. Quita las cosas que ya no necesitas transportar.
Organiza tu espacio. Necesitas un buen espacio de trabajo: un lugar tranquilo para concentrarte. Lo más conveniente es trabajar en un escritorio o una mesa donde puedas esparcir tus cosas. Ten un lugar fijo para hacer deberes. De este modo, cuando te sientes, podrás pasar al modo de trabajo y concentrarte más rápidamente.
Organiza tu tiempo. Utiliza un planificador o una aplicación de planificación para programar tu trabajo escolar:
- Escribe todas tus tareas y en qué fecha debes entregarlas.
- Divide los proyectos grandes en partes. Coloca las fechas en las que debes tener completa cada parte. Asegúrate de planificar cuándo trabajarás en cada parte.
- Apunta las fechas en las que tendrás evaluaciones. Después anota cuándo estudiarás para ellas. Una forma de reducir la ansiedad ante los exámenes es prepararse estudiando (¡de verdad!).
- Marca otras actividades en tu calendario. Marca las horas de los entrenamientos, los ensayos de teatro, los planes con amigos, etc. Esto te ayudará a planificar las cosas con tiempo de antelación porque te darás cuenta de que tal vez estés demasiado ocupado para hacer todo el trabajo. Usa el planificador para programar un momento para hacer el trabajo escolar en los días que tengas otras actividades.
Concéntrate
Evita las distracciones. Cuando estás haciendo varias cosas a la vez, estás menos concentrado. Esto significa que es menos probable que te vaya bien en esa evaluación. Deja tus dispositivos y solo chequéalos una vez que termines de trabajar.
Algunas personas se concentran mejor cuando hay silencio. Otras dicen que estudian mejor con música de fondo. Pero la música cantada puede distraerte. Si te das cuenta de que estás leyendo la misma página una y otra vez, es probable que la música te esté distrayendo en lugar de ayudarte. Si necesitas bloquear otros sonidos, prueba ruido blanco o sonidos de la naturaleza.
Haz pausas para descansar. Tomarse un descanso entre las tareas puede ayudar a mantener la mente fresca y concentrada. Levántate del escritorio. Muévete, estírate o camina para aclarar la mente. Respira varias veces profundamente. Después vuelve a estudiar.
Vuelve a concentrarte. Si te distraes, vuelve a guiar tu atención para estudiar. Resiste la tentación de mirar tu teléfono o tu dispositivo. Recuérdate a ti mismo que es momento de concentrarte en tu tarea.
¡Haz el trabajo!
Pon manos a la obra. No siempre es fácil comenzar a hacer deberes. Pero debes comenzar si quieres terminar. Seguramente se te ocurrirán un millón de otras cosas que preferirías hacer. Pero si pospones las cosas, es más probable que te sientas estresado y es menos probable que hagas el trabajo tan bien como podrías.
Para ayudarte a comenzar, divide el trabajo en pequeñas tareas. Toma una tarea pequeña para hacerla primero. A algunas personas les gusta comenzar por la más difícil. Otras prefieren empezar con algo más sencillo. Después, hazla.
Sigue adelante. Una vez que completes la primera tarea, dite a ti mismo: "Bien. Ya lo hice". Entonces, pasa a la siguiente tarea. Sigue avanzando. Tacha cada tarea una vez que la completes.
A algunas personas les ayuda colocar un temporizador a los cinco o diez minutos. Fíjate cuánto puedes avanzar antes de que suene el temporizador. Anímate a ti mismo para continuar trabajando durante otros cinco minutos. No te apures. Solo intenta trabajar a un ritmo continuo.
Finaliza el trabajo. Mantente concentrado hasta completar los últimos pasos y detalles. Anímate; ya casi estás llegando a la línea final.
Revisa tu trabajo completo. Coloca tu trabajo en la carpeta correspondiente. Prepara tu mochila para mañana. Has TERMINADO.
Estas habilidades pueden parecer sencillas. Pero no siempre lo son. Si necesitas más consejos para organizar tu trabajo, mantenerte concentrado o finalizar tu tarea, pídele ayuda a un maestro, un consejero escolar o a tus padres.