¿Qué es la glomerulonefritis?
La glomerulonefritis es un problema renal (del riñón). Cuando alguien tiene una glomerulonefritis, sus glomérulos, unas diminutas unidades de filtración ubicadas en los riñones, se inflaman (se hinchan y se irritan), y los riñones dejan de funcionar correctamente.
Esto puede conducir a problemas como retención de líquidos en el cuerpo, lo que puede causar hinchazón en varias partes del cuerpo, como la cara, los pies, los tobillos y/o las piernas. La glomerulonefritis también puede conducir a una enfermedad renal y la insuficiencia renal, aunque se trata de algo muy poco frecuente.
La glomerulonefritis puede ser aguda (lo que significa que llega de repente) o crónica (que se desarrolla a lo largo de varios meses a años). Su tratamiento difiere según el tipo de glomerulonefritis que tenga una persona.
Lo bueno es que la mayoría de las veces la glomerulonefritis mejora por sí sola y, de no hacerlo, los médicos pueden hacer muchas cosas para impedir el avance del daño a los riñones.
Causas de la glomerulonefritis
Entre las cosas que pueden causar una glomerulonefritis aguda, se incluyen las siguientes:
- una infección por estreptococos (las bacterias que desencadenan las amigdalitis estreptocócicas)
- problemas inmunitarios (como el lupus o la púrpura de Henoch-Schönlein)
La glomerulonefritis crónica se puede trasmitir por familias, pero a veces los médicos desconocen cuál es su causa.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la glomerulonefritis?
Entre los signos de la glomerulonefritis, se incluyen los siguientes:
- sangre en la orina (orina rojiza o marrón)
- orina de aspecto espumoso (debido a un exceso de proteínas)
- hinchazón de cara, ojos, tobillos, piernas y abdomen, sobre todo por la mañana
- tensión arterial alta (hipertensión)
En la glomerulonefritis aguda, estos síntomas suelen aparecer de repente, posiblemente tras una infección cutánea o una amigdalitis estreptocócica. La glomerulonefritis crónica puede tardar de varios meses a años en desarrollarse, y la persona puede no darse cuenta de que la padece (a menos de que un médico le haga un análisis de sangre y se la detecte).
Si la glomerulonefritis no se detecta y se trata pronto, existe la posibilidad que acabe evolucionando a daño renal e, incluso, a insuficiencia renal. Los síntomas de la insuficiencia renal son los siguientes:
- orinar mucho
- orinar cantidades reducidas de pis
- falta de apetito
- náuseas y vómitos
- pérdida de peso
- calambres musculares por la noche
- fatiga (cansancio y agotamiento)
- palidez
- hipertensión arterial (tensión arterial alta)
- dolores de cabeza
- retención de líquidos en los tejidos
Una persona puede presentar algunos de estos síntomas y no padecer una insuficiencia renal, porque estos síntomas también los pueden causar muchas otras cosas. Pero, si presentas cualquiera de los anteriores síntomas, ve al médico lo antes posible para saber qué es lo que te pasa.
¿Cómo se diagnostican las glomerulonefritis?
Si notas que se te hinchan algunas partes del cuerpo, tienes sangre en la orina o presentas cualquier otro síntoma de glomerulonefritis, habla con uno de tus padres y pide hora de visita con tu médico. El médico te preguntará sobre tus síntomas y lo más probable es que también te pida muestras de orina y de sangre.
A veces los médicos también piden técnicas de diagnóstico por la imagen, como una ecografía renal (de los riñones), para poder observar bien los riñones. En algunos casos, el médico necesita hacer una biopsia de riñón (extraer una pequeña muestra de tejido renal) mientras el paciente permanece dormido. El tejido renal se envía a un laboratorio para que lo analicen, y los resultados mostrarán por qué está inflamado el riñón. Este tipo de pruebas ayudan a los médicos a saber qué es lo que está pasando, qué tipo de daño renal existe y qué tratamientos pueden ayudar a cada paciente.
¿Cómo se trata la glomerulonefritis?
Glomerulonefritis aguda
A veces, la glomerulonefritis aguda mejora por sí sola. El tratamiento, si fuera necesario, dependerá de la causa, la edad de la persona y su estado general de salud.
Cuando un problema del sistema inmunitario es la causa de la glomerulonefritis, los médicos recetan esteroides y otros medicamentos que ayudan a deprimir la respuesta del sistema inmunitario. Los antibióticos sirven para tratar las infecciones bacterianas. Algunas personas necesitan recibir un tratamiento para limpiar la sangre mediante el uso de un filtrado artificial, llamado diálisis, si sus riñones están dañados de forma considerable e irreversible.
Para tratar algunos síntomas, los médicos pueden recetar medicamentos para bajar la tensión arterial o para ayudar a los riñones a fabricar orina y a eliminar los residuos. Una persona puede tener que beber menos líquidos que de costumbre y seguir una dieta baja en proteínas, sal y potasio.
En la mayoría de los casos de glomerulonefritis aguda, las lesiones de los glomérulos se acaban curando. La duración de este proceso de curación es algo que depende de cada niño. Las glomerulonefritis agudas que no responden al tratamiento se pueden convertir en crónicas.
Glomerulonefritis crónica
No hay ninguna forma específica de tratar una glomerulonefritis crónica. Para ayudar a curar el riñón e impedir el avance del daño renal, el médico puede recomendar:
- llevar una dieta saludable, limitando la cantidad de proteínas, potasio, fósforo y sal
- hacer mucho ejercicio físico (como mínimo, 1 hora al día)
- beber menos líquidos
- tomar suplementos de calcio
- tomar medicamentos para bajar la hipertensión arterial
Cuando estos métodos no ayudan a prevenir un daño renal de larga duración, la persona puede tener que someterse a diálisis o a un trasplante de riñón. Pero la mayoría de los adolescentes con glomerulonefritis no necesitan someterse a estos procedimientos, y pueden seguir haciendo deporte y otras actividades físicas, así como llevar vidas como las de los demás adolescentes.