¿Qué es lo que provoca el mal aliento?
El mal aliento, o halitosis, puede ser un gran problema, especialmente cuando estás por abrazarte con tu amor o quieres decirle un chiste a tu amigo al oído. La buena noticia es que el mal aliento se puede evitar con algunos simples pasos.
El mal aliento es causado por bacterias que producen olor que pueden crecer en la boca. Cuando no te cepillas ni usas el hilo dental de manera regular, las bacterias se acumulan en trozos de alimentos que quedaron en tu boca y entre los dientes. Los componentes de azufre liberados por estas bacterias provocan mal aliento.
Ciertos alimentos, especialmente el ajo y las cebollas, que contienen aceites intensos, pueden contribuir al mal aliento porque los aceites son llevados a los pulmones y luego hacia afuera por la boca. Fumar también es una causa importante del mal aliento.
Existen muchos mitos respecto al cuidado del mal aliento. Estas son tres cosas que puedes haber oído sobre el mal aliento que no son verdad:
Mito n.º 1: El enjuague bucal hará que desaparezca el mal aliento.
El enjuague bucal solo elimina el mal aliento de manera temporal. Si utilizas un enjuague bucal, busca uno que sea antiséptico (mate los gérmenes que causan el mal aliento) y que reduzca la placa, con un sello de la Asociación de Odontólogos de Estados Unidos (ADA). Cuando decidas qué productos dentales colocar en tu carrito de compras, siempre resulta una buena idea buscar los que son aceptados por la ADA. Además, pide recomendaciones a tu dentista.
Mito n.º 2: Mientras laves tus dientes, no deberías tener mal aliento.
La verdad es que la mayoría de las personas solo cepillan sus dientes durante 30 a 45 segundos, lo que no es suficiente. Para limpiar todas las superficies de los dientes de manera eficiente, debes cepillarlos durante al menos 2 minutos, como mínimo dos veces al día. Recuerda cepillar también tu lengua, las bacterias aman quedarse allí. También es importante utilizar el hilo dental porque solo cepillarse no eliminará la placa dañina y las partículas de los alimentos que se pegan entre los dientes y las encías.
Mito n.º 3: Si respiras en tu mano sabrás que tienes mal aliento.
¡Error! Cuando respiras, no utilizas tu garganta de la misma forma que cuando hablas. Cuando hablas, tiendes a sacar los olores de la parte posterior de tu boca (donde se origina el mal aliento), y esto no sucede al respirar. Además, como solemos acostumbrarnos a nuestros propios olores, resulta difícil que una persona se dé cuenta si tiene mal aliento.
Si estás preocupado por tu mal aliento, asegúrate de cuidar tus dientes y tu boca adecuadamente. Algunas gomas de mascar y mentas sin azúcar también pueden tapar olores de manera temporal.
Si cepillas y usas hilo dental en tus dientes de manera adecuada y visitas a tu dentista para que realice limpiezas regulares, pero tu mal aliento persiste, es posible que tengas un problema médico como sinusitis o enfermedad de las encías. Llama a tu médico o dentista si sospechas un problema. Pueden descubrir si hay algún otro problema detrás de tu mal aliento y pueden ayudarte a resolverlo.