¿En qué consiste operarse?
Si te van a operar, saber qué esperar antes de llegar al hospital puede ayudarte a sentirte menos estresado.
Dependiendo del tipo de operación que necesites, es posible que seas un paciente internado en un hospital o que te operen de manera ambulatoria:
- Ser un paciente internado significa que la operación se hace en el hospital. Si ingresas en un hospital para que te operen, es posible que te tengas que quedar uno o varios días allí después de operarte para que los médicos y los enfermeros puedan supervisar cómo te recuperas.
- Si te operan de manera ambulatoria, volverás a casa el mismo día de la operación. Las operaciones de manera ambulatoria se pueden hacer en un hospital o en una clínica provista de quirófano, y podrás volver a casa cuando el médico decida que estás preparado.
El día de la operación
Antes de la operación
Cuando llegues al hospital o a la clínica para que te operen, te registrarás y luego te enviarán al área del “preoperatorio". Allí encontrarás a muchos profesionales de la salud que cuidarán de ti durante la operación y después de ella.
Un enfermero u otro profesional de la salud:
- Te dará una pulsera de identificación: una cinta de plástico con tu nombre y tu fecha de nacimiento.
- Te dará una bata y un gorro de papel para que te los pongas.
- Te pedirá que te quites todas las piezas de joyería, así como los piercings que puedas llevar.
- Te pedirá que te quites las lentes de contacto (si las llevas puestas).
- Te hará preguntas sobre tu salud, incluyendo cualquier alergia que puedas tener y cualquier síntoma o dolor que presentes.
- Te preguntará si hay alguna posibilidad de que estés embaraza (si eres una chica).
- Te tomará los signos vitales, como la frecuencia cardíaca, la temperatura y la tensión arterial.
- Te preguntará cuánto tiempo hace que has comido o bebido algo. Tener comida o bebida en el estómago puede desencadenar vómitos durante o después de la operación y provocar peligrosas complicaciones.
- Te afeitará el área a operar (de ser necesario).
- Te pondrá una vía intravenosa (VI) para que te puedan administrar medicamentos.
- Te hará todos los análisis de sangre necesarios.
Tú y tu familia conocerán al anestesista o a un enfermero titulado especializado en administrar anestésicos (CRNA, por sus siglas en inglés). Estos profesionales de la medicina administran unos medicamentos que te ayudarán a quedarte dormido o bien a perder la sensibilidad en la parte del cuerpo que te vayan a operar para que no sientas nada durante la operación.
Existen varios tipos de anestesia. La anestesia general hace que estés completamente inconsciente durante la operación. Si te operan bajo anestesia local, el anestésico te dejará insensible (dormida) solamente la parte del cuerpo que te vayan a operar. Es posible que también te den un medicamento que te deje adormilado durante el procedimiento.
Durante la operación
Cuando te lleven en camilla al quirófano, tal vez veas que el personal médico y de enfermería lleva mascarillas y/o gafas de plástico, así como gorros de papel, batas y botines sobre el calzado. Esto mantiene el quirófano muy limpio y te protegerá de los gérmenes mientas estés dentro de él.
Después de una operación
Una vez completada la operación, te llevarán a la sala de recuperación, donde los enfermeros observarán atentamente tu estado durante unas pocas horas. Esta sala se llama "sala de postoperatorio" o "unidad de cuidados postanestésicos" (PACU, por sus siglas en inglés). Tus padres te podrán visitar allí. El cirujano les informará, a ti y a tus padres, sobre cómo ha ido la operación, y responderá a las preguntas que puedan tener. Podrás estar bastante cansado y no recordar lo que se dice. Pero no te preocupes ya que podrás hacer preguntas más tarde, cuando estés más despierto.
Si te han puesto anestesia general, es posible que te sientas atontado, confundido, con escalofríos, molestias digestivas o incluso triste cuando te despiertes. Una vez haya pasado el efecto de la anestesia y estés completamente despierto, te llevarán a una habitación ordinaria del hospital si vas a pasar allí la noche. Si el procedimiento fue ambulatorio, el personal de enfermería supervisará tu estado en otra habitación hasta que estés preparado para volver a casa.
Si tienes dolor tras la operación, los médicos y enfermeros se asegurarán de darte analgésicos (medicamentos contra el dolor) para aliviártelo y conseguir que estés más cómodo. Es posible que también necesites tomar otros medicamentos, como antibióticos, para prevenir posibles infecciones.
¿Qué puedes hacer?
Se hacen muchas operaciones todos los días, y la mayoría de ellas van de maravilla. Si estás preocupado porque te van a operar, prueba los siguientes consejos para tomártelo con más calma:
Haz preguntas con tiempo de antelación. El cirujano, el anestesista y los enfermeros pueden responder a tus preguntas sobre la operación: cómo te encontrarás después, cuándo podrás retomar tus actividades cotidianas, qué tipo de cicatriz te quedará, etc. No te dé vergüenza hacer muchas preguntas: cuanto más informado estés, más cómodo te sentirás con respecto a la operación.
Asegúrate de que te queden bien claras las instrucciones y, en caso contrario, pregunta. Asegúrate de saber qué es lo que podrás hacer antes de la operación. Pregunta si tendrás que dejar de tomar algún preparado a base de plantas medicinales, algún medicamento o algún suplemento que estés tomando antes de operarte. Y asegúrate de seguir las indicaciones de tu médico sobre el ayuno que debes hacer antes de la operación.
Practica hábitos saludables. Fumar nunca es una buena idea, pero es especialmente malo fumar antes o después de someterte a una operación, cuando tu cuerpo está intentando recuperarse. Tira a la basura los cigarrillos, haz abundante reposo y aliméntate con comida nutritiva.
Prueba a practicar técnicas de relajación. Si estás nervioso o ansioso, el hecho de hacer unas cuantas respiraciones lentas y profundas te puede ayudar a afrontar la ansiedad. Piensa en tu lugar favorito y en lo que te gusta hacer allí.
Planifica las cosas con tiempo de antelación. Si vas a tener que faltar a tu centro de estudios debido a la operación, explícaselo a tus profesores con la suficiente antelación y organiza bien las cosas para hacer los exámenes y las tareas escolares que tengas programadas. Pide a un amigo que te pase los apuntes y la información sobre trabajos y deberes escolares. Si planificas las cosas con tiempo, no tendrás que pasar el período de recuperación estresándote por las notas.
Explícaselo a poca gente. Si no te apetece compartir con los demás los detalles de tu operación, no tienes que hacerlo pero, si cuentas a algunos amigos que vas a faltar unos días a clase, ¡tal vez te asegures algunas visitas! Quizás ellos también quieran compartir contigo sus propias experiencias de cuando los operaron.
Lleva al hospital algunas de tus cosas favoritas. En cuanto salgas de la sala de recuperación, tal vez valores el consuelo que te puedan proporcionar tu música, tus revistas o tus libros favoritos, o tu querido diario. Por lo tanto, cuando prepares la bolsa para el hospital, asegúrate de incluir también algunas cosas que te permitan hacer actividades tranquilas.