¿Qué es la conciencia plena?
La conciencia plena es prestar atención completamente al momento presente. Significa tomarte el tiempo para verdaderamente darte cuenta de lo que estás haciendo.
La conciencia plena ocurre naturalmente en algunas ocasiones. Supongamos que te estás preparando para lanzar un tiro libre en un partido de baloncesto. Colocas cuidadosamente los pies en la línea. Miras hacia el aro y sientes la pelota entre tus manos. Te tomas tu tiempo y haces girar la pelota una o dos veces. Te deshaces de todas las distracciones y lanzas tu tiro. La pelota lanza un silbido y ¡encestas! Esta es una acción con conciencia plena.
¿Por qué las personas necesitan la conciencia plena?
La conciencia plena te ayuda a hacer tu mejor esfuerzo en las cosas. Cuando tienes conciencia plena, logras lo siguiente:
- prestar más atención
- estar menos distraído
- aprender más
- mantener la calma en situaciones de estrés
- finalizar las tareas
También puede mejorar tu estado de ánimo. Puede ayudarte con lo siguiente:
- evitar alterarte con mucha facilidad
- tomarte tu tiempo en lugar de hacer las cosas a las apuradas
- adquirir autocontrol y conocerte
- sentirte más feliz y disfrutar más las cosas
Hasta puede ayudarte en situaciones sociales. Quienes logran la conciencia plena:
- escuchan mejor cuando otros hablan
- son más pacientes
- se llevan mejor con los demás
¿En qué consiste la conciencia plena?
Para entrenar la mente hace falta practicar. Cuanto más practiques las habilidades de conciencia plena, más las dominarás.
Si pones en práctica las habilidades de conciencia plena, la conciencia plena comenzará a surgirte naturalmente cuando lo necesites en tu vida diaria. Esto puede ayudarte a sentirte más tranquilo si estás estresado o más concentrado cuando tengas que hacer algo difícil o complicado.
A medida que practiques, entrenarás tu atención. Practicar la conciencia plena puede mejorar la atención de prácticamente todas las personas, incluidas las que tienen TDAH o las que creen que tienen problemas para prestar atención.
¿Por dónde empiezo?
Las habilidades de conciencia plena solo requieren unos minutos de práctica por día. Existen muchos tipos de ejercicios de conciencia plena, como la meditación, la respiración con conciencia plena e incluso la alimentación con conciencia plena.
Para comenzar, intenta realizar este ejercicio de respiración con conciencia plena:
Primer paso. Siéntate o recuéstate cómodamente y coloca una mano sobre el abdomen y la otra sobre el pecho.
Segundo paso. Cierra los ojos e intenta relajar todos los músculos, de a uno por vez, desde la punta de los dedos de los pies, hasta la cabeza; especialmente los músculos del rostro, el cuello y la mandíbula. Es posible que estés acumulando mucha tensión en ese lugar.
Tercer paso. Respira profundamente y de forma regular durante varios minutos; e intenta lograr que no solo suba y baje tu pecho sino que también lo haga tu abdomen. Esto te ayudará a que la respiración sea más profunda.
Cuarto paso. Presta atención a cada respiración. Intenta dirigir todo tu pensamiento a cada inhalación... y exhalación. Cuando exhalas, imagina que la tensión sale de tu cuerpo con la respiración.
Quinto paso. Fíjate en los momentos en que tu mente empiece a vagar y, lentamente, vuelve a concentrarte en la respiración. Imagina que dejas pasar cada distracción como si fuera un globo a la deriva o busca otra imagen que te resulte útil.
¡Eso es todo! Recuerda que hay otras maneras de poner en práctica la respiración con conciencia plena. Adelante, intenta varios ejercicios de conciencia plena diferentes y decide cuál es el que mejor te funciona.