Abuso de medicamentos de venta con receta médica
Tomar fármacos de venta con receta médica de una forma distinta a la recomendada por un médico puede ser más peligroso de lo que la gente cree. De hecho, se trata de un abuso de fármacos. Y es tan ilegal como consumir cualquier droga que se venda en la calle.
¿Por qué la gente abusa de los medicamentos de venta con receta médica?
Algunas personas abusan de los medicamentos de venta con receta médica porque creen que las ayudarán a divertirse más, a perder peso, a encajar en determinados grupos e, incluso, a estudiar mejor. Los medicamentos de venta con receta médica pueden ser más fáciles de conseguir que las drogas ilegales que se venden en la calle porque sus parientes o sus amigos pueden disponer de ellos. Pero los medicamentos de venta con receta médica también se pueden vender en la calle, al igual que las drogas ilegales.
Los medicamentos de venta con receta médica solo son seguros para aquellas personas a quienes se los hayan recetado. Esto se debe a que los médicos han evaluado a esas personas y les ha recetado las dosis adecuadas del medicamento para tratar sus afecciones médicas específicas. El médico también les habrá indicado exactamente cómo deben tomar el medicamento, incluyendo qué cosas deberían evitar mientras se medican. Los médicos también son conscientes de los efectos secundarios de los medicamentos y hacen un atento seguimiento de sus pacientes por si los presentaran.
¿De qué medicamentos se abusa más?
Los medicamentos de venta con receta médica de los que la gente abusa con más frecuencia se clasifican en tres categorías:
1. Opioides
- Ejemplos: oxicodona (OxyContin), hidrocodona (Vicodin) y meperidina (Demerol).
- Usos médicos: los opioides se utilizan para tratar el dolor.
- Cómo funcionan: los opioides se unen a los receptores opioides del sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), impidiendo que el cerebro reciba mensajes de dolor.
2. Depresores del sistema nervioso central
- Ejemplos: fenobarbital (Luminal), diazepam (Valium) y alprazolam (Xanax).
- Usos médicos: los depresores del sistema nervioso central se utilizan para tratar las convulsiones, la ansiedad, los ataques de pánico y los trastornos del sueño.
- Cómo funcionan: los depresores del sistema nervioso central enlentecen la actividad cerebral al generar cambios químicos en las sustancias químicas cerebrales. Consecuentemente, tienen un efecto calmante o de somnolencia.
3. Estimulantes
- Ejemplos: metilfenidato (Ritalín), anfetamina/dextroanfetamina (Adderal).
- Usos médicos: los estimulantes se pueden usar para tratar el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y otras afecciones.
- Cómo funcionan: los estimulantes incrementan la actividad cerebral, lo que provoca un mayor estado de alerta, de atención y de energía.
¿Cuáles son los peligros de abusar de estos medicamentos?
Al igual que con el abuso de drogas ilegales, el uso de medicamentos de venta con receta médica sin disponer de receta médica tiene graves riesgos para la salud.
El abuso de opioides puede llevar a cambios en el estado de ánimo y en el comportamiento, dificultades para pensar con claridad, dificultades para respirar e incluso el coma o la muerte. Este riesgo es mayor cuando los opioides se mezclan con otras sustancias, como el alcohol, los antihistamínicos y los depresores del SNC (sistema nervioso central).
El abuso de depresores del sistema nervioso central también tiene sus riesgos. Los depresores pueden volver a las personas somnolientas, descoordinadas o confundidas, y pueden llevar a tener el habla confusa y la respiración enlentecida. Si se reduce su uso o se interrumpe su consumo demasiado deprisa, pueden aparecer convulsiones. Tomar depresores del sistema nervioso central junto con otros medicamentos, como los analgésicos de venta con receta médica, algunos medicamentos de venta libre para la alergia y para el resfriado, o el alcohol, puede enlentecer el ritmo cardíaco y la respiración de la persona, pudiendo llegar a causarle la muerte.
El abuso de estimulantes (como algunos medicamentos para el TDAH) puede causar problemas cardíacos, convulsiones, ataques de pánico, paranoia y conducta violenta. Estos riesgos aumentan cuando los estimulantes se mezclan con otros medicamentos, incluso con los de venta libre, como los medicamentos anticatarrales.
Los peligros de abusar de medicamentos de venta con receta médica pueden ser incluso peores si las personas toman estos fármacos por motivos distintos a los de su uso habitual. El Ritalín puede parecer inocuo porque se receta incluso a niños pequeños con TDAH. Pero, si una persona lo toma innecesariamente o de una manera incorrecta (esnifándolo o inyectándoselo), pueden ocurrir problemas graves.
La gente que abusa de medicamentos se puede volver adicta con la misma facilidad que quienes consumen drogas ilegales.
Probablemente, el riesgo más frecuente del abuso de medicamentos de venta con receta médica sea la adicción. La gente que abusa de medicamentos se puede volver adicta con la misma facilidad que quienes consumen drogas ilegales. Por eso, la mayoría de los médicos no renuevan las recetas a menos de que puedan ver a sus pacientes; quieren explorarlos para asegurarse de que no están desarrollando una adicción.
Consejos para tomar medicamentos de venta con receta médica
Si un médico te receta un medicamento para el dolor, un estimulante o un depresor del sistema nervioso central, sigue sus indicaciones al pie de la letra. Así mismo, asegúrate de:
- Acudir a todas tus visitas médicas. Tu médico te querrá ver a menudo para poder evaluar lo bien que está funcionando la medicación y ajustar la dosis o cambiar de medicamento si fuera necesario.
- Anota los efectos del medicamento sobre tu cuerpo y tus emociones, sobre todo durante los primeros días, que será cuando tu organismo se estará acostumbrando a él. Explícaselos a tu médico.
- Conserva la información que te facilite tu farmacéutico sobre cualquier fármaco, sustancia o actividad que deberías evitar mientras estés tomando el medicamento que te hayan recetado.
- No aumentes ni reduzcas la dosis de tu medicamento sin llamar antes al consultorio de tu médico.
Para acabar, no uses nunca los medicamentos que le hayan recetado a otra persona. Y no permitas que nadie use tus medicamentos. No solo estarás exponiendo a otras personas a riesgos para su salud, sino que tú también podrías sufrir las consecuencias: tu farmacéutico podría dejar de venderte medicamentos porque te los acabarías antes de tiempo. Y, si otras personas se están tomando tus medicamentos, eso se considera un delito.