Gestionar el estrés en el deporte
El deporte es una forma estupenda de pasarla bien mientras nos mantenemos en forma y disfrutamos de pasar tiempo con amigos. Pero no siempre es fácil mantener la calma cuando pareciera que las personas que nos rodean piensan que lo único importante es ganar. La clave es desarrollar una actitud saludable hacia los deportes y aprender a enfrentar el estrés que causa la competencia. He aquí cómo.
¿Por qué me siento estresado por los deportes?
Competir suele causar un poco de estrés y esto puede ser positivo. Un poco de estrés ayuda al cuerpo a enfrentar un desafío y te impulsa a esforzarte un poco más. Pero un exceso de estrés puede hacer desaparecer la diversión del deporte y entorpecer el rendimiento.
A continuación, encontrarás algunas cosas que pueden causar estrés en los deportes:
- concentrarse en ganar
- una agenda cargada
- falta de interés (tal vez el deporte sea más importante para tus padres o un amigo)
- comparación con los demás
¿Cómo puedo sentir menos estrés con los deportes?
En el deporte siempre habrá algo de estrés; por eso, es importante saber manejarlo. Prueba diferentes maneras de hacerlo; así sabrás cuál es la que te funciona mejor.
Puedes probar las siguientes técnicas:
Cambiar la mentalidad. Piensa en positivo y desarrolla el habla positiva contigo mismo. Para ayudar a mantener las ideas negativas alejadas, repítete a ti mismo frases como las siguientes: "aprendo de mis errores", "controlo lo que siento", "¡puedo hacer este gol!".
También puedes tratar de "verte" teniendo éxito. Cierra los ojos e imagina cómo haces un gran pase, un buen tiro o un gol. Piensa en tus mejores habilidades en lugar de concentrarte en la que más te preocupa.
Si sientes demasiada presión por parte de tus padres o entrenadores, concéntrate en otra cosa. En lugar de pensar en ganar, simplemente da lo mejor de ti. Intenta hacer una cosa un poco mejor que la última vez. Nunca te olvides de autoelogiarte cuando lo hagas.
Haz ejercicios de relajación. Si estás estresado durante el entrenamiento o antes de un partido, son muchas las cosas que puedes hacer para sentir más calma. Prueba los ejercicios de conciencia plena, que te ayudan a concentrarte en lo que estás haciendo ahora en lugar del pasado o el futuro. Busca 5 cosas que veas, 4 cosas que escuches, 3 cosas que sientas, 2 cosas que toques y 1 cosa a la que le estés sintiendo el sabor. Otro método consiste en imaginar un lugar o un acontecimiento tranquilo y, a continuación, imaginar cómo el estrés se aleja de ti.
Otros ejercicios pueden ayudarte a concentrarte en tu cuerpo. Inspira profundamente por la nariz y contén el aire durante 5 segundos; después, suelta el aire lentamente a través de la boca. Repítelo 5 veces. También puedes probar de contraer un grupo de músculos durante aproximadamente 5 segundos y después relajarlos. Haz esto 5 veces, después pasa a otros músculos, como los hombros, las manos, las piernas y el estómago.
Cuida de ti mismo. Para mantener los niveles de estrés bajos durante la temporada deportiva (y cuando no estés jugando) cuídate bien. Come bien y duerme lo suficiente, sobre todo antes de los partidos. Intenta ajustarte a una rutina, pero haz algo divertido y relajante cada tanto. Sal a dar un paseo, monta en bicicleta, mira una película o pasa tiempo con tus amigos.
Habla con un adulto en quien confíes. A veces, los deportes dejan de ser entretenidos porque hay demasiadas cosas en tu vida. Si tienes cuatro días cargados de tareas escolares, actividades extracurriculares y otros deportes, habla con tus padres o con el consejero escolar sobre tus horarios. Piensa en reducir el tiempo de entrenamiento o abocarte a un solo deporte o una sola actividad por temporada.
Cuando practicar un deporte se convierta más en un trabajo que en un momento de disfrutar, es hora de dar un paso atrás. Si quieres abandonar un deporte, habla con tus padres y el entrenador. Intenta pensar también cómo sería tu vida sin ese deporte y si extrañarías jugarlo.
¿Qué más debería saber?
Nadie es perfecto. Todo el mundo comete errores en los deportes (y en la vida). Por lo tanto, perdona rápidamente los errores (propios y de tus compañeros de equipo) y supéralo. Si tenías una meta deportiva y no lograste alcanzarla, fíjate una nueva meta que te vuelva a motivar.
Hacer deporte consiste en mantenerse activo, sentirse orgulloso, desarrollarse como jugador y hacer amigos. Independientemente de que juegues en un equipo de élite o a juegos improvisados los fines de semana, la clave está en que te diviertas. Si te concentras en eso, podrás aprender a manejar el estrés, que es una parte normal de la competencia.