¡Maldita sea! Estás paseando tranquilamente por un muelle de madera y, de repente, —¡ay! Te miras la planta del pie, blanda y rosada, y ves que te has clavado una astilla. Es posible que notes un pinchacito con cada paso que des. ¿Qué deberías hacer?
He aquí los pasos que debes seguir para sacar ese dichoso pincho de tu vida y volver a pasártelo bien:
- Díselo inmediatamente a un adulto. Por lo general, las astillas deben extraerse. Clavarse una astilla no suele ser nada grave, pero, cuanto antes se lo cuentes a alguien, antes te lo podrán sacar. Intenta no tocar la astilla, tirar de élla o hurgarte en el pinchazo porque podrías romperla y dificultar su extracción. Si dejas que pase demasiado tiempo sin quitártelo, podría crecerte piel encima, lo que también dificultaría su extracción. Cuando un pincho no se extrae, puede empezar a doler y se puede infectar.
- Si es posible, entérate de qué te has clavado. Puedes clavarte una astilla o bien una esquirla de metal o un trocito de cristal. También puedes clavarte púas de animales o espinas de plantas o cactus. Si te clavas algo, fíjate en qué te has clavado o dónde ha ocurrido. Saber qué te has clavado puede ayudar mucho a la persona que intente extraerte lo.
- Mantén la calma mientras un adulto te extrae la astilla. La extracción de astillas puede asustar un poco porque a veces el adulto utilizará una aguja limpia para irse abriendo camino y poder extraer lo. ¡Una aguja! ¡Qué miedo! -pensarás. Pero el adulto no te la clavará como cuando te ponen inyecciones en la consulta del médico, sino que utilizará la aguja sólo para ir abriéndose paso entre la piel a fin de extraer la astilla con unas pinzas. Y, cuando te saque la astilla, te encontrarás mucho mejor.
Por lo general, las astillas pueden extraerse en casa. Pero en ocasiones es necesario ir al médico. Ve al médico si la astilla que te has clavado está demasiado profunda en la piel, si te sangra mucho el pinchazo, tus padres no pueden sacártelo o si parece haberse infectado (si se te pone rojo o está caliente al tacto, inflamado o con pus). Si te clavas algo debajo de la uña, es posible que sea difícil de extraer, pero, por lo general, un adulto podrá sacártelo.
¿Qué es preferible a que te extraigan una astilla? ¡No clavártela en primer lugar! Aunque no siempre se puede evitar clavarse astillas, evitarás clavarte muchos de ellas si sigues estos pasos:
- ¡Lleva zapatos! Los zapatos protegen a los pies blandos de los pinchos. Lleva siempre zapatos o chancletas cuando estés en el exterior, sobre todo en los suelos de madera, muelles y paseos marítimos entablados. Asimismo, ponte zapatos o zapatillas cuando estés en casa y se rompa un vaso o cualquier otra cosa que se pueda clavar.
- Ten cuidado con los pasamanos e instalaciones recreativas de madera. No restriegues las manos contra esas superficies rugosas. Las manos son otra de las principales partes del cuerpo donde se clavan astillas.
- Mira antes tocar algún arbusto o de adentrarte en la maleza. Algunas plantas tienes espinas, pinchos o pequeñas partes puntiagudas, de modo que fíjate antes de tocarlas o abrirte paso entre ellas. También es mejor que mires antes de sentarte. ¡A nadie le gusta clavarse un pincho en la nalga!