Cómo cuidarte cuando estás al sol
El clima está más cálido, los días son más largos y tenemos más tiempo para estar al aire libre haciendo muchas cosas divertidas.
Pero si vas a estar al sol, especialmente en un día caluroso, debes cuidarte. Averigüemos cómo.
No te quemes
El calor del sol tiene muchos beneficios. Nos mantiene calentitos. Permite que crezcan las plantas y las flores. Incluso nos da vitamina D para que podamos absorber el calcio en el cuerpo y fortalecer nuestros huesos.
Todo esto lo hace enviando luz, que incluye rayos ultravioleta invisibles. Estos reciben el nombre de rayos UV. Algunos rayos ultravioleta atraviesan el aire y las nubes y llegan a la piel. Cuando la piel ha estado expuesta a demasiados de estos rayos, tienes una quemadura de sol. ¡Ay!
Algunas personas se queman más rápido que otras debido al color de su piel. Si tienes el cabello rubio o pelirrojo, la piel clara y los ojos de color claro, seguramente te quemes más rápidamente que una persona con los ojos y la piel oscuros. Esto se debe a que tú tienes menos melanina. La melanina es una sustancia química de la piel que la protege del daño del sol reflejando y absorbiendo los rayos ultravioleta. Las personas con piel más oscura tienen más melanina, pero aunque tengas cabello oscuro, ojos oscuros y piel de tono más oscuro, también puedes quemarte con el sol. Simplemente te llevará un poco más de tiempo.
Las quemaduras de sol se ven mal y se sienten peor. Pueden provocar ampollas en la piel. Y pueden obligarte a quedarte encerrado cuando todos los demás están al aire libre divirtiéndose. También aumentan las probabilidades de que tengas arrugas cuando seas mayor. Y lo peor de todo es que pueden provocar cáncer de piel cuando seas adulto. Como las arrugas y las enfermedades no aparecen inmediatamente, tal vez parezca que se trata de algo que jamás te ocurrirá. Pero, de todos modos, debes tener cuidado.
Horarios permitidos
No hace falta que huyas por completo del sol. Pero debes tomar estas dos medidas:
- Usar siempre pantalla solar.
- Descansar un poco del sol permaneciendo en interiores o a la sombra.
Estas medidas son especialmente importantes entre las 10 a. m. (de la mañana) y las 4 p. m. (de la tarde), que es el momento en el que los rayos del sol están más fuertes.
Usa una pantalla solar con un FPS de 30 o superior. Colócate la pantalla solar entre 15 y 20 minutos antes de salir al sol. Las letras FPS significan "factor de protección solar" y el número te dice durante cuánto tiempo puedes estar al sol sin quemarte.
Pero esto no siempre es verdad; por lo tanto, vuelve a colocarte pantalla solar al menos cada 2 horas para estar seguro. Hazlo con más frecuencia si has estado nadando o transpiraste mucho; aun cuando la pantalla solar sea a prueba de agua. Y recuerda que puedes quemarte más rápido cuando estás nadando o en una embarcación porque el reflejo del agua hace que los rayos del sol sean más fuertes.
Asegúrate de ponerte pantalla solar en todo el cuerpo. Esto incluye algunos lugares que tal vez no tengas en cuenta, como las puntas de las orejas, la parte de atrás del cuello, la raya de tu cabello, el rostro y los empeines de los pies. Quizás necesites ayuda para colocarte protector en la espalda; pídeles a tus padres o amigos que te den una mano. Si quieres bloquear los rayos del sol, usa prendas que no sean transparentes. Si las telas son finas puedes quemarte. Usa una gorra de béisbol o un sombrero para impedir que el sol te dé en la cara.
No te olvides de que también es necesario proteger los ojos de los rayos ultravioleta. Usa siempre anteojos oscuros cuando estés al sol y asegúrate de que sirvan para bloquear los rayos ultravioleta.
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Bebe abundante líquido
Beber agua es una parte importante de mantenerse sano, en especial cuando hace calor al aire libre. Cuando transpiras, pierdes agua que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Si estás practicando un deporte o corriendo bajo el sol, pierdes incluso más agua, porque transpiras mucho más.
Por eso, bebe abundante líquido y no esperes a tener sed. Si bebes líquido antes de tener sed impedirás que el nivel de agua del cuerpo baje demasiado (deshidratación) cuando hace calor o cuando estás transpirando mucho por el ejercicio físico. Si te olvidas y de golpe sientes sed, bebe en ese mismo momento. Hay muchas botellas de agua atractivas; por lo tanto, escoge una que te guste, llénala y bebe abundante líquido.
¿Sientes el calor?
Si estás al aire libre y bajo el sol o estás haciendo ejercicio físico durante un día caluroso, puedes sufrir fácilmente agotamiento por calor. Los niños sufren agotamiento por calor cuando el cuerpo no se puede enfriar con suficiente rapidez. Los niños con agotamiento por calor tal vez sientan que están demasiado calientes, cansados y débiles.
El agotamiento por calor puede aparecer de manera repentina. Por ejemplo, una persona podría simplemente desplomarse mientras juega al fútbol o al tenis. Después de que ocurre esto, la persona puede sentirse realmente cansada.
El golpe de calor es una afección más grave relacionada con el calor y puede hacer que una persona deje de transpirar, que tenga la piel roja y con temperatura, y que tenga la temperatura corporal elevada. Esta persona podría perder la coordinación, estar confundida o incluso perder el conocimiento. En estos casos, es necesario conseguir atención médica inmediata.
Asegúrate de informarle a un adulto si tienes calor y si tienes dolor de cabeza o te sientes mareado o con náuseas (como si fueras a vomitar). El adulto tendrá que alejarte del sol, darte líquidos para beber y, si es necesario, llevarte al médico.
La buena noticia es que el sol no tiene por qué convertirse en tu enemigo si usas pantalla solar, bebes agua y descansas cuando empiezas a sentir demasiado calor. Y no te olvides de los anteojos de sol. No solo protegen los ojos del sol, sino que te hacen ver muy bien.