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¿Cómo puedo tranquilizar a mi bebé mientras le ponen inyecciones?

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD

Mi bebé llora mucho cuando le ponen inyecciones. ¿Cómo puedo hacerle más llevadera la experiencia? 

Los pinchazos de las inyecciones pueden ser difíciles de soportar, tanto para usted como para su hijo, pero las ventajas que aportan sobrepasan el esfuerzo que suponen. Afortunadamente, usted puede hacer unas pocas cosas para que a su hijo la experiencia le resulte menos dolorosa y menos estresante. 

Para un recién nacido o un bebé menor de 5 meses, pruebe los siguientes consejos justo después de vacunarlo: 

  1. Envolverlo en una sábana o mantita justo después del pinchazo. También puede envolverlo en un arrullo (una sábana o mantita bien apretada) antes del pinchazo, pero déjele libres los brazos y las piernas para que lo puedan vacunar. 
  2.  Colocar a su bebé de lado o boca abajo
  3.  Susurrar o sisear al oído de su bebé.
  4.  Mecer a su bebé en sus brazos o en un columpio o mecedora infantil. 
  5.  Darle al bebé la oportunidad de succionar (sea mamando del pecho materno o succionando de un biberón o un chupete).

Las investigaciones indican que hacer por lo menos cuatro de estas cinco conductas reduce de forma considerable la cantidad de tiempo durante el que lloran los bebés después de que les pongan una inyección. Si le parece bien amamantar a su bebé en la consulta del médico (para cumplir con la recomendación de la succión), esto por sí solo puede ser una forma eficaz de distraerlo y calmarlo. Hasta es posible que pueda amamantar a su bebé mientras le ponen la vacuna. 

En algunas situaciones, es posible que dispongan de una solución de agua azucarada en la consulta del médico. Untar el chupete en esa solución y dárselo a un bebé inquieto o alterado puede ayudar a tranquilizarlo.

Antes y después de que le pongan la inyección, intente aplicar una suave presión y frote el área de piel donde le vayan a pinchar o le acaben de pinchar. Este masaje puede impedir que el bebé sienta tanto dolor en esa zona. 

Con bebés mayores o niños de entre uno y tres años de edad, es posible que las conductas de envolver y de sisear al oído dejen de funcionar. Pruebe a dejar que su hijo se siente en su regazo durante la inyección mientras lo distrae con un juguete, un libro o una canción. Trate de no manifestar preocupación ni nerviosismo. Los niños se pueden contagiar de la ansiedad que perciben en sus padres, y se pueden poner ansiosos ellos también. 

Si a su hijo le duele el área del pinchazo, desarrolla fiebre o se encuentra mal después de ponerse una vacuna, hable con su médico sobre la posibilidad de darle un medicamento como el paracetamol o el ibuprofeno para aliviarle los síntomas. 

Así mismo, no se olvide de elogiar a su hijo después de que le pongan la inyección. Un poco de reforzamiento positivo puede hacer más llevadera la próxima visita al médico. Intente hacer algo agradable después de vacunar a su hijo. Pasar un rato en un parque infantil puede hacer que los recuerdos sobre ese día sean más alegres.

Revisor médico: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de revisión: agosto de 2024