La mayoría de los cortes no representan un peligro para los niños. Pero, con frecuencia, los cortes más grandes necesitan tratamiento médico inmediato. Según el tipo de herida y su ubicación, existe un riesgo de que se hayan dañado los tendones y los nervios.
Qué hacer:
En caso de sangrado leve en un raspón o un corte pequeño:
- Enjuague la herida cuidadosamente con agua para eliminar la suciedad.
- Lave la herida con jabón suave y enjuague bien. (En las heridas menores, no es necesario usar una solución antiséptica para prevenir una infección y algunas de ellas pueden provocar reacciones alérgicas en la piel).
- Cubra la herida con un apósito adhesivo estéril o una gasa estéril y use una cinta adhesiva de uso médico.
- Si el apósito se moja, quítelo y aplique uno nuevo. Una vez que la herida forme una costra, no es necesario colocar un apósito.
- Revise la herida todos los días.
- Llame al médico si la herida está enrojecida, inflamada, con dolor, temperatura o supuración.
En caso de sangrado de un desgarro o un corte profundo o extenso:
- Enjuague la herida con agua para poder verla claramente y ver cuánto mide.
- Coloque una gasa estéril o un paño limpio sobre toda la herida. Si dispone de guantes de goma o látex limpios, úselos.
- Si es posible, eleve la parte del cuerpo que está sangrando por encima de la altura del corazón del niño. No aplique un torniquete.
- Con la palma de la mano sobre la gasa o el paño, aplique presión directa y continua sobre la herida durante 5 minutos. (Durante esos 5 minutos, no deje de revisar la herida y de quitar los coágulos de sangre que puedan formarse sobre la gasa).
- Si la sangre empapa la gasa, no la quite. Aplique otra gasa encima y continúe aplicando presión.
Llame al médico u obtenga asistencia médica inmediata para todos los desgarros o cortes extensos o que tengan las siguientes características:
- no puede detener la hemorragia después de aplicar presión durante 5 minutos o la herida comienza a sangrar nuevamente (continúe aplicando presión hasta que llegue la ayuda)
- no puede limpiar totalmente la suciedad o hay algo más adherido a la herida
- la herida es en el rostro o el cuello
- la lesión fue causada por una mordedura humana o de animal, una quemadura, una lesión eléctrica o una herida punzante (por ejemplo, un clavo)
- el corte tiene más de media pulgada de largo y parece ser profundo (las heridas grandes o profundas pueden provocar una lesión en un tendón o un nervio)
Si tiene alguna duda sobre la necesidad de colocar puntos de sutura, llame al médico.
Revisor médico: Steven Dowshen, MD
Fecha de revisión: abril de 2017