Las transfusiones de sangre son tratamientos que salvan la vida a muchos estadounidenses. Las transfusiones de sangre son necesarias por muchos motivos diferentes, incluyendo las operaciones, después de tener accidentes, así como en pacientes con enfermedades crónicas y/o cáncer. Cada 2 segundos, hay alguien que necesita una transfusión de sangre.
La sangre no se puede fabricar de forma artificial; por lo tanto, los médicos confían en las donaciones de sangre hechas por voluntarios. Para garantizar la seguridad de las reservas de sangre, en cada donación, se determina el grupo sanguíneo y se descartan aquellas extracciones que podrían trasmitir enfermedades infecciosas.
¿Cuáles son los componentes de la sangre?
Cualquier sangre contiene los mismos componentes básicos:
- glóbulos rojos que distribuyen oxígeno por todo el cuerpo
- glóbulos blancos que luchan contra las infecciones
- plaquetas que ayudan a que se coagule la sangre
- plasma, la parte líquida de la sangre
Pero no todo el mundo tiene el mismo grupo sanguíneo.
¿Cuáles son los grupos sanguíneos?
Determinar el grupo sanguíneo de la sangre donada permite prevenir reacciones de rechazo cuando alguien recibe una transfusión de sangre. Los glóbulos rojos tienen unos marcadores en la superficie que los caracterizan. Estos marcadores (también conocidos como antígenos) son proteínas y azúcares que utiliza nuestro cuerpo para saber que nuestros glóbulos rojos nos pertenecen.
Los dos principales sistemas para determinar el grupo sanguíneo de una persona son el AB0 y el Rh.
El sistema sanguíneo AB0 tiene cuatro grupos sanguíneos:
- Grupo A. Este grupo sanguíneo tiene un marcador conocido como “A”.
- Grupo B. Este grupo sanguíneo tiene un marcador conocido como “B”.
- Grupo AB. Este grupo sanguíneo tiene tanto marcadores A como marcadores B.
- Grupo 0. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B.
La sangre también se clasifica como "Rh positiva" (lo que significa que tiene el factor Rh) o "Rh negativa" (sin el factor Rh).
Por lo tanto, hay ocho grupos sanguíneos en total:
- 0 negativo. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B y tampoco presenta el factor Rh.
- 0 positivo. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B pero sí que presenta el factor Rh. Se trata de uno de los grupos sanguíneos más frecuentes (junto con el A positivo).
- A negativo. Este grupo sanguíneo solo tiene el marcador A.
- A positivo. Este grupo sanguíneo tiene el marcador A y el factor Rh, pero no tiene el marcador B. Junto con el 0 positivo, se trata de uno de los dos grupos sanguíneos más frecuentes.
- B negativo. Este grupo sanguíneo solo tiene el marcador B.
- B positivo. Este grupo sanguíneo tiene el marcador B y el factor Rh, pero carece del marcador A.
- AB negativo. Este grupo sanguíneo tiene los marcadores A y B, pero carece del factor Rh.
- AB positivo. Este grupo sanguíneo tiene los tres marcadores: A, B y el factor Rh.
El hecho de tener cualquiera de los marcadores (o de carecer de todos ellos) no hace que la sangre de una persona sea más saludable o más resistente que las demás. Solo se trata de una diferencia genética, como tener los ojos verdes en vez de azules, o tener el cabello liso en vez de rizado.
¿Por qué son tan importantes los grupos sanguíneos?
El sistema inmunitario es el sistema de protección de nuestro cuerpo contra los invasores. Se encarga de identificar los antígenos como propios o ajenos. Para recibir una transfusión sanguínea con garantías de seguridad, el sistema inmunitario de una persona debe reconocer que las células sanguíneas del donante son compatibles con las suyas propias. Si las células sanguíneas no se reconocen como compatibles, se producirá un rechazo.
El sistema inmunitario fabrica unas proteínas llamadas anticuerpos que actúan como protectoras contra las células invasoras que entran en el cuerpo. Dependiendo del grupo sanguíneo que tenga una persona, su sistema inmunitario fabricará anticuerpos que reaccionarán contra otros grupos sanguíneos.
Si a un paciente le administran un grupo sanguíneo inadecuado, sus anticuerpos se encargarán de inmediato de destruir las células invasoras. Esta respuesta agresiva de todo el cuerpo puede causar fiebre, escalofríos e hipotensión (tensión arterial baja). Y hasta puede provocar insuficiencias en sistemas corporales de importancia vital, como el sistema respiratorio o el renal.
Aquí tiene un ejemplo de cómo los anticuerpos reaccionan contra distintos grupos sanguíneos:
- Supongamos que usted tiene el grupo sanguíneo A. Puesto que su sangre contiene el marcador A, fabricará anticuerpos B.
- Si entran marcadores B en su cuerpo (presentes en los grupos sanguíneos B o AB), su sistema inmunitario reaccionará contra ellos.
- Esto significa que usted solo puede recibir transfusiones procedentes de personas que tengan grupos sanguíneos A o 0, pero no de personas con grupos sanguíneos B o AB.
Del mismo modo, si su sangre contiene el marcador B, su cuerpo fabricará anticuerpos A. Por lo tanto, como persona del grupo sanguíneo B, solo podrá recibir transfusiones procedentes de personas con los grupos sanguíneos B o 0, pero no de personas con los grupos sanguíneos A o AB.
Las cosas son un poco diferentes para las personas con grupos sanguíneos AB o 0.
- Si usted tiene tanto marcadores A como B en la superficie de los glóbulos rojos (grupo sanguíneo AB), su cuerpo no necesitará luchar contra la presencia de ninguno de los dos.
- Esto significa que las personas con grupos sanguíneos AB pueden recibir transfusiones de personas con grupos sanguíneos A, B, AB o 0.
Pero, si usted tiene el grupo sanguíneo 0, sus glóbulos rojos no contendrán marcadores A ni marcadores B. Por lo tanto:
- Su organismo reaccionará fabricando anticuerpos A y B, defendiéndose cuando le administren sangre de los grupos sanguíneos A, B o AB.
- Una persona con el grupo sanguíneo 0 solo puede recibir transfusiones de su mismo grupo sanguíneo (0).
Las transfusiones sanguíneas son uno de los procedimientos para salvar vidas que se hacen con más frecuencia en los hospitales. La sangre se recoge de donantes sanos todos los días, y siempre se necesitan donantes de sangre. ¡Una sola donación de sangre puede llegar a salvar hasta tres vidas!