¿Qué es el apego?
El apego es el intenso vínculo afectivo que se desarrolla entre los padres y su bebé. Hace que los padres deseen colmar a su pequeño de amor y cariño, protegerlo y cuidarlo. Es el vínculo que hace que los padres se levanten a media la noche para alimentar a su bebé hambriento y el que les hace estar pendientes de su amplia gama de llantos.
Los científicos todavía están aprendiendo muchas cosas sobre el apego. Saben que este fuerte vínculo entre padres e hijos proporciona al bebé el primer modelo de relaciones íntimas y favorece que el pequeño tenga una sensación de seguridad y una autoestima positiva. Así mismo, la receptividad de los padres a las señales del bebé puede afectar al desarrollo social y cognitivo del niño.
¿Por qué es importante el apego?
La formación de este fuerte vínculo es fundamental para el bebé. Estudios sobre monos recién nacidos a quienes se les proporcionaban modelos artificiales que les hacían de madres desde el nacimiento mostraron que, incluso cuando los modelos estaban hechos de material suave y proporcionaban leche artificial, los bebés socializaban mejor cuando tenían madres vivas con quienes interactuar. Los bebés de mono con modelos de madre artificiales eran más proclives a sentirse desesperados. Los científicos sospechan que la no formación de este vínculo de apego en los bebés humanos pueda causar problemas similares.
La mayoría de los bebés están preparados para establecer este tipo de vínculo efectivo de inmediato. Los padres, por su parte, pueden reaccionar de maneras diferentes. Algunos sienten un fuerte apego hacia sus bebés en los primeros minutos o días después de que nazcan estos últimos. Otros pueden tardar un poco más de tiempo en forjar ese fuerte vínculo afectivo.
La formación del apego es un proceso, no algo que tenga lugar en cuestión de minutos o que solo pueda ocurrir en determinado período de tiempo después del nacimiento. En muchos padres, el apego surge a raíz de los cuidados cotidianos. Tal vez usted no se dé cuenta de que está formando ese vínculo con su bebé hasta que vea su primera sonrisa y, de repente, se dé cuenta de que le invade un profundo sentimiento de amor y de dicha.
¿Cómo se comunican los bebés?
Cuando nazca su bebé, lo más probable es que usted tarde un tiempo en entender a su recién nacido y todas las formas en que puede interactuar:
- El tacto es una de las primeras formas de comunicarse de los bebés, que responden al contacto piel con piel. Es tranquilizador, tanto para su bebé como para usted, al tiempo que favorece el crecimiento y el desarrollo saludable de su pequeño.
- El contacto ocular también proporciona una comunicación significativa a corta distancia.
- Los bebés pueden seguir objetos en movimiento con la vista.
- Los bebés intentan imitar, desde muy pronto, las expresiones faciales y los gestos de sus padres.
- Los bebés prefieren las voces humanas y disfrutan vocalizando en sus primeros intentos de comunicarse. Los bebés suelen disfrutar escuchando las conversaciones de sus padres, así como las descripciones de sus actividades y de su entorno.
¿Qué favorece el apego?
Formar un vínculo de apego con su bebé será probablemente uno de los aspectos más placenteros de cuidar de su pequeño. Puede empezar acunando y meciendo o acariciando suavemente a su bebé. Si usted y su pareja sostienen, tocan y abrazan a su bebé a menudo, su pequeño pronto aprenderá a distinguir entre sus formas diferentes de tocarlo. Ambos progenitores pueden establecer contacto "piel con piel" con el recién nacido, sujetándolo contra su propia piel mientras lo alimentan o lo acunan.
Los bebés, sobre todo los prematuros y los que tienen problemas médicos, pueden responder bien a los masajes para bebés. Puesto que los bebés no son tan resistentes como los adultos, deberá masajear a su bebé con mucha delicadeza. Antes de probar el masaje infantil, infórmese sobre las técnicas adecuadas consultando los numerosos libros, vídeos y sitios web que tratan sobre este tema. También se puede poner en contacto con su hospital local para averiguar si se dan clases de masaje infantil para bebés en su zona de residencia.
Tanto los momentos en que amamante a su bebé como aquellos en que lo alimente con leche de fórmula son ocasiones naturales para formar y afianzar el apego con su bebé. Los bebés responden al olor y al tacto de sus madres, así como a la receptividad de ambos padres a sus necesidades. En los partos sin complicaciones, los cuidadores pueden aprovechar el periodo de alerta del bebé justo después de nacer para sostener y alimentar al bebé. De todos modos, esto no siempre es posible, y el contacto inmediato no es necesario para el futuro vínculo de apego entre los padres y su bebés.
A los padres adoptivos, les puede preocupar la formación de este vínculo de apego con su bebés. Aunque este vínculo puede ocurrir antes en algunos padres que en otros, los bebés adoptados y sus padres pueden establecer vínculos afectivos tan bien como lo hacen los padres biológicos y sus hijos.
El apego con el otro progenitor
Los padres u otros tipos de parejas de las madres suelen anhelar tener un contacto más estrecho con sus bebés durante la lactancia materna, pero su vínculo afectivo con el bebé también se puede formar de otras maneras y en otros momentos. Los padres deben ser conscientes, desde el principio, de que el hecho de establecer un vínculo de apego con su hijo no es cuestión de convertirse en una segunda mamá. En muchos casos, los padres comparten actividades especiales con sus bebés. Además, ambos padres se benefician enormemente cuando se apoyan mutuamente y se animan entre sí.
Entre las actividades de vinculación temprana, se incluyen las siguientes:
- participar conjuntamente en el parto y el alumbramiento del bebé.
- alimentar al bebé (sea mediante leche materna o de fórmula); a veces, los padres forman un vínculo especial con su bebé al ocuparse de él a media noche, dándole el biberón y cambiándole los pañales
- leerle o cantarle al bebé
- bañar al bebé
- imitar los movimientos del bebé
- imitar los arrullos y otras vocalizaciones del bebé
- utilizar una mochila frontal (o portabebés delantero) durante las actividades cotidianas
- dejar que el bebé note al tacto las diferentes texturas de la cara de su padre
Cómo construir un sistema de apoyo
Al principio, cuidar de un recién nacido puede requerir casi toda su atención y energía, sobre todo si ha optado por la lactancia materna. La formación del apego con el bebé resultará mucho más fácil si la madre no está agotada debido a todas las demás cosas que debe atender en su casa, como limpiar, hacer las comidas y lavar la ropa. Ayuda mucho que el padre u otra pareja de la madre haga un esfuerzo extra en las tareas domésticas cotidianas y que ofrezca a la madre mucho apoyo emocional.
También está bien pedir ayuda a los parientes y amigos durante los días o, incluso, las semanas que sigan a la llegada del bebé a casa. Pero, puesto que tener gente a su alrededor durante este período de transición a veces puede resultarle incómodo, agobiante o estresante, tal vez prefiera pedir a su allegados que le traigan la comida hecha a casa, saquen a pasear al perro o le hagan recados fuera de casa.
¿Qué puede afectar al apego?
La formación del apego se puede retrasar por diversos motivos. Es posible que los padres se hayan formado una imagen de su futuro bebé en lo referente a sus rasgos físicos y emocionales. Cuando, tras el nacimiento o la adopción, se encuentran con su bebé, es posible que la realidad los obligue a modificar su antigua imagen mental. Puesto que la cara del bebé es su principal instrumento de comunicación, desempeña un papel crítico en la formación del apego.
Las hormonas también pueden influir significativamente en la formación de este fuerte vínculo. Aunque el hecho de amamantar o de alimentar al bebé durante las horas inmediatamente posteriores al parto favorece la formación del apego, también causa la secreción de muchas hormonas diferentes en el cuerpo de la madre. Algunas madres tienen problemas para formar el vínculo de apego con sus bebés si sus hormonas están causando estragos en su cuerpo o si desarrollan una depresión posparto. La formación del apego también se puede retrasar si la madre está agotada y con dolor tras un parto largo y difícil.
Si su bebé tiene que pasar algún tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), es posible que a usted le impresione la cantidad y la complejidad del equipo al que estará conectado. Pero seguirá siendo importante que establezca un vínculo de apego con su bebé. El personal hospitalario la ayudará a manipular y acariciar a su bebé a través de las aberturas de la incubadora (un moisés especial de las salas de recién nacidos). Cuando su bebé esté preparado, el personal la ayudará a sostenerlo y llevarlo en brazos. Hasta que llegue ese momento, usted podrá pasar tiempo observándolo, tocándolo, acariciándolo y hablándole. En poco tiempo, su bebé la reconocerá y responderá a su voz y a su tacto.
El personal de enfermería la ayudará a aprender a bañar y a alimentar a su bebé. Si está utilizando la leche materna que se ha extraído previamente con una bomba, el personal hospitalario, incluyendo un asesor de lactancia, la ayudará a hacer la transición al amamantamiento antes de que vuelvan a casa. Algunas unidades de cuidados intensivos también ofrecen a la madres habitaciones a compartir con sus bebés antes de volver a casa, para facilitar esta transición.
¿Qué ocurre si surge un problema?
Si tiene la sensación de que no se está formando un vínculo de apego entre usted y su bebé cuando lo lleve a su primera visita con el pediatra, comente sus preocupaciones con él. Podría ser un signo de depresión posparto. La formación del apego también se puede retrasar si el bebé ha tenido problemas de salud importantes e inesperados, o si la madre se siente realmente agotada y superada por la llegada del recién nacido.
Sea cual sea la causa, cuanto antes se identifique el problema, mejor. Los profesionales de la salud suelen abordar este tipo de cuestiones, por lo que podrán ayudarla a prepararse mejor para establecer un buen vínculo de apego con su bebé.
También puede ser útil compartir sus sentimientos sobre el apego con otros padres primerizos. Pregunte sobre clases de crianza para padres primerizos de recién nacidos.
¿Qué más debería saber?
La formación del vínculo de apego es una experiencia compleja, personal y que requiere su tiempo. No existe ninguna fórmula mágica ni es algo que se puede forzar. Un bebé cuyas necesidades básicas se están cubriendo no sufrirá solo porque este vínculo no sea intenso desde el principio. A medida que los padres se sientan más cómodos con su bebé y las rutinas les vayan resultando más predecibles, se sentirán más seguros sobre todos los asombrosos aspectos de la crianza de su recién nacido.