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Hoja informativa sobre la miocardiopatía (para las escuelas)

Revisor médico: Amy W. Anzilotti, MD

Qué deben saber los educadores

Las miocardiopatías consisten en que el músculo del corazón se debilita y aumenta de tamaño, lo que dificulta que este órgano bombee sangre por el cuerpo. El tratamiento puede incluir medicamentos, operar al paciente, implantar dispositivos dentro del corazón para favorecer el flujo sanguíneo y prevenir las arritmias (latidos cardíacos anormales) y, a veces, un trasplante de corazón.

Entendiendo cuáles son sus dificultades y apoyándolos en sus necesidades, los educadores pueden ayudar a sus alumnos con miocardiopatía a dar lo mejor de sí mismos en la escuela.

Retos para los alumnos con miocardiopatía

Los alumnos con miocardiopatía pueden:

  • tener problemas como la respiración rápida o la falta de aliento
  • presentar una coloración azulada de la piel
  • desmayarse
  • cansarse con facilidad o tener que evitar aquellas actividades que requieran mucho esfuerzo
  • tener que llevar encima una botella de agua para mantenerse bien hidratados y/o permanecer en interiores durante los días calurosos
  • seguir una dieta especial
  • necesitar más tiempo para acceder a las aulas y para desplazarse entre ellas
  • necesitar ir al baño con frecuencia si están tomando un diurético (medicamento que elimina líquidos del cuerpo en gran cantidad)
  • tener que recibir oxígeno
  • tener un desfibrilador cardíaco implantado (DCI) o marcapasos. En tal caso, es posible que no puedan practicar deportes de contacto o hacer otras actividades. 
  • llevar un dispositivo ventricular asistencial (DVA) que ayuda a que circule la sangre
  • tener que ir a la enfermería escolar para medicarse
  • faltar a clase para visitar al cardiólogo (especialista del corazón) o a otros profesionales de la salud
  • tener retrasos del desarrollo o problemas de aprendizaje

Qué pueden hacer los educadores

  • Hable con su alumno y con la familia de este sobre si está bien que otros alumnos sepan que tiene una miocardiopatía. Algunos alumnos pueden desear mantener la privacidad y no querer hablar sobre su enfermedad. Otros pueden ser más abiertos y hasta querer explicar en qué consiste su enfermedad a sus compañeros de clase.
  • Si su alumno tiene un programa de educación individualizada (IEP), ayúdelo a beneficiarse de los servicios que contempla este programa. 
  • Comprenda cualquier restricción que tenga su alumno. 
  • Asegúrese de que tanto la enfermería escolar como todas las personas que trabajen con su alumno sepan qué hacer en caso de que surgiera algún problema médico en la escuela, como tener dificultades para respirar o desmayarse. 
  • Reciba formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) (la mayoría de los estados exigen que los maestros reciban este tipo de formación).
  • Si su centro de enseñanza dispone de un desfibrilador externo automático (DEA), sepa dónde está y cómo utilizarlo. 
  • Favorezca al máximo que su alumno aprenda con un tutor, si lo cree necesario. 
  • Los alumnos con miocardiopatía pueden perder horas de clase o ausentarse debido a visitas al médico y a internamientos hospitalarios. Para ayudar a su alumno a tener éxito en la escuela, usted puede: 
    • Darle más tiempo para completar sus tareas escolares.
    • Permitirle hacer menos tareas.
    • Dejar que recupere las tareas y los exámenes que no haya podido hacer. 
    • Realizar algunas pruebas o exámenes en casa o en línea si es necesario.  
  • Asegúrese de que su alumno con miocardiopatía sepa que puede: 
    • salir de la clase cuando lo necesite, sin tener que pedir permiso antes, para ir al baño o a la enfermería escolar
    • llevar encima una botella de agua
    • recibir ayuda para transportar cosas y utilizar el ascensor cuando se desplace entre aulas
  • Ayude a su alumno a confiar en sí mismo, reconociendo y valorando sus puntos fuertes: en lectura, el deporte, el teatro, el arte o cualquier otra disciplina que le guste. 
  • Apóyelo. Si usted cree que puede ser de ayuda, hable con su alumno y su familia sobre las opciones de asesoramiento disponibles en la escuela o en la comunidad. Algunos distritos escolares no requieren el permiso de los padres para que un alumno vea a un orientador en su escuela, mientras que hay otros que sí. Consulte la normativa de su distrito escolar.
Revisor médico: Amy W. Anzilotti, MD
Fecha de revisión: noviembre de 2024