¿Puedo prevenir las infecciones de oído cuando mi hijo nada?
¿Qué es la otitis externa?
La otitis externa (u oído de nadador) es frecuente en los niños que pasan mucho tiempo dentro del agua. El agua se puede quedar dentro del conducto auditivo y provocar una irritación e infección del oído externo.
¿Qué puede ayudar a prevenir la otitis externa?
Existen maneras de ayudar a prevenir las infecciones del oído externo. Los niños pueden hacer lo siguiente:
- Llevar puesto un gorro de piscina o tapones de natación mientras nadan para ayudar a mantener secos los conductos auditivos.
- Inclinar la cabeza de un lado a otro después de sumergirse, para permitir que el agua salga de los oídos y usar una toalla para secarse.
- Usar un secador de cabello en una modalidad suave y con aire frío, a unas 12 pulgadas (unos 30 cm) de distancia, para secarse los oídos.
Si su hijo sigue teniendo problemas para que se le sequen los oídos, hable con el médico sobre el uso de gotas para los oídos una vez que termine de nadar. Esas gotas ayudan a secar los oídos y a prevenir posibles infecciones. No se deben usar gotas para los oídos si su hijo tiene tubos de timpanostomía o el tímpano perforado.
Los niños no deben limpiarse los oídos con hisopos de algodón ni introducir otros objetos en los oídos. Esto puede rasguñar la piel y causar una infección con bacterias u hongos. De hecho, la cera de los oídos o cerumen es buena y puede proteger contra el oído de nadador.
Los médicos pueden tratar el oído de nadador con gotas antibióticas. Los niños no deben sumergirse en la piscina mientras se están recuperando. Asegúrese de que usen las gotas antibióticas durante el tiempo que le indique su médico, incluso aunque se empiecen a sentir mejor. Esa es la mejor forma de matar a los gérmenes nocivos.