El eritema tóxico es una erupción bastante frecuente en la piel de los recién nacidos. Suele aparecer en los primeros días de vida y remite en un plazo máximo de una semana.
La erupción puede aparecer en la piel de la cara, el pecho, los brazos y las piernas, pero no suele aparecer en las palmas de las manos ni en las plantas de los pies. Se trata de una erupción a base de manchas rojas, con pequeños bultos que pueden estar llenos de líquido. Aunque el líquido se puede parecer al pus, no se trata de una infección.
El eritema tóxico, también conocido como erythema toxicum neonatorum, no causa ningún otro síntoma y suele desaparecer por sí solo. Por lo tanto, no requiere tratamiento alguno.
Cuide de la piel de su hijo como hace normalmente:
- lave a su hijo en un baño de esponja, usando una esponja o paño húmedo hasta que se le desprenda el muñón del cordón umbilical, lo que suele ocurrir a las 1–4 semanas de nacer.
- No bañe a su hijo en una bañera hasta que tenga una semana de vida y ya se le haya caído el muñón del cordón umbilical.
- La mayoría de los bebés solo necesitan que los bañen 2–3 veces a la semana.
- Use agua tibia y jabón suave especial para bebés y que no sea perfumado.
Llame al médico de su hijo si:
- Los bultitos de la piel se le empeoran o no han desaparecido cuando su bebé ya tiene unas dos semanas de vida.
- Su bebé desarrolla otra erupción en la piel.
- Su bebé no se está alimentando bien.
- Si su bebé tiene fiebre de 100,4°F (38°C) o superior tomada en el recto.
- Su bebé está demasiado laxo, inquieto o irritable o muy adormilado.