Oportunidades para leer todos los días
Encuentre tiempo para leer con sus hijos a fin de favorecer el desarrollo de sus habilidades lectoras. Hay muchas formas de hacer que la lectura forme parte del día a día, incluso cuando usted no tenga tiempo para sentarse con un libro.
Encuentre momentos para leer
Los viajes en coche, autobús o tren, las esperas en las colas de los recados, antes de tomar un avión o en el consultorio del médico son buenas oportunidades para leer. Guarde libros o revistas en el coche, la bolsa de los pañales de su hijo o su mochila, para tenerlos a mano cuando vayan a pasar un tiempo en un lugar. Incluso aunque no puedan terminar el libro, lean unas pocas páginas o comenten algunas de las ilustraciones.
Anime a sus hijos mayores a llevar encima sus libros o revistas favoritos vayan a donde vayan. Aunque sea tentador proporcionarles juegos electrónicos y lectores de libros electrónicos, asegúrese de ir alternando los dispositivos electrónicos con muchas oportunidades para leer libros tradicionales impresos en papel.
Otros momentos que pueden aprovechar para leer a lo largo del día:
- por la mañana, antes de desayunar o de vestirse
- después de cenar, cuando los niños están tranquilos y relajados
- a la hora del baño (con libros de plástico o impermeables)
- a la hora de acostarse para dormir
Oportunidades de lectura al estar lejos de casa
Hay oportunidades para leer en cualquier lugar. Mientras vayan en coche, tren o autobús, por ejemplo, anime a sus hijos a buscar palabras o letras (en carteles, anuncios, etc.), y convierta la búsqueda en un juego (¿Quién será el primero en encontrar una letra "B"?).
Mientras hagan la compra, pídale a su hijo en edad preescolar que "lea" los dibujos de las cajas y que le hable sobre ellos. Muéstrele cuáles son las diferencias entre las palabras y los dibujos en las cajas. Anime a sus hijos mayores a que le lean la lista de la compra.
Trasforme las rutinas cotidianas en momentos de lectura
Hasta las tareas de todos los días, como cocinar, pueden proporcionar momentos para leer. Lea en voz alta las recetas de cocina a sus hijos pequeños, y permita que sus hijos mayores lo ayuden mientras cocina indicándole cuánta harina debe añadir. Dele a su hijo algo para leer mientras usted organiza el correo.
Incluso cuando esté muy ocupado, puede favorecer la lectura en sus hijos. Mientras usted limpia la casa, por ejemplo, le puede pedir a su hijo que le lea su libro favorito mientras usted va limpiando. Los niños más pequeños le pueden ir haciendo comentarios sobre las ilustraciones de sus libros favoritos.
Leer con la familia y los amigos
Pídales a sus parientes y amigos que le envíen cartas, correos electrónicos o mensajes de texto a su hijo, y léalos estando juntos. Ayude a su hijo a escribir cartas o mensajes para contestar a sus parientes y amigos. Anime a sus hijos mayores a leer a sus hermanos pequeños. Este tipo de actividades ayuda a los niños a encontrarle el sentido a la lectura y la escritura.
Tengan momentos de tranquilidad para leer en familia
Asegúrese de que sus hijos dispongan de tiempo de tranquilidad para leer, incluso aunque eso signifique reducir el tiempo que pasen practicando otras actividades, como ver la televisión, o entretenerse con los videojuegos o con la computadora.
Y lo más importante de todo: sea usted mismo un buen lector. Los niños que ven leer a sus padres, tienden a imitarlos y también se acaban convirtiendo en ávidos lectores.