La seguridad alimentaria significa saber cómo comprar, preparar y conservar los alimentos para prevenir la propagación de bacterias nocivas, como la Salmonella y la E. coli, que causan enfermedades trasmitidas por los alimentos.
Lávese siempre las manos con agua tibia y jabón antes de preparar cualquier alimento y después de manipular huevos, carne, aves o pescado crudos. Use tablas distintas para cortar la carne y los productos agrícolas, así como platos y utensilios diferentes para los productos frescos o crudos y los ya cocinados.
Aquí encontrará más maneras de asegurarse de que tanto su cocina como los alimentos que allí prepara son seguros.
Comprar alimentos
Introduzca en el carrito de la compra los alimentos refrigerados (como la carne, los lácteos, los huevos y el pescado) al final de todo. Separe la carne de los productos agrícolas y de otros alimentos que ingiera frescos o sin cocinar. Si vive a más de una hora del lugar donde hace la compra, considere la posibilidad de guardar esos alimentos dentro de una neverita portátil o de una bolsa aislante para conservarlos frescos.
Cuando compre carne, aves o pescado envasados, compruebe antes cuál es la fecha de caducidad de la etiqueta. Aunque la fecha de caducidad sea adecuada, no compre carne ni pescado que huela mal o que tenga mal aspecto.
Revise también los huevos antes de comprarlos. Asegúrese de que están limpios y no agrietados.
No compre:
- fruta con la piel rota
- jugos o sidras no pasterizados
- pavos o pollos frescos que vengan rellenos
Refrigerar y congelar
Programe la nevera a 40°F (5°C) y el congelador a 0°F (–18°C) o menos. Estas temperaturas bajas impedirán que prolifere cualquier bacteria que podrían contener los alimentos. Si su nevera carece de termostato, use un termómetro para asegurarse de que su nevera y su congelador enfrían a las temperaturas adecuadas.
Después de hacer la compra, coloque antes en su lugar los alimentos fríos o congelados. He aquí algunos consejos a recordar sobre los alimentos que se deben conservar en frío:
- Guarde los huevos dentro de su envase original en un estante de la nevera (la mayoría de las puertas de nevera no mantienen los huevos a temperaturas lo bastante bajas).
- Coloque la carne, las aves y el pescado en bolsas de plástico independientes para que sus jugos no se mezclen con otros alimentos.
- Congele la carne, las aves y el pescado crudos si no tiene pensado consumirlos en unos pocos días.
- Guarde los paquetes cerrados de salchichas y fiambres en la nevera durante un tiempo máximo de dos semanas. Los paquetes abiertos de salchichas se deben consumir en un plazo máximo de una semana y los paquetes abiertos de fiambre en un plazo máximo de tres a cinco días.
Preparar y cocinar frutas, verduras y hortalizas
- Elimine las partes estropeadas o que tengan mal aspecto de los productos agrícolas antes de lavarlos o comerlos.
- Lave bien todas las frutas, verduras y hortalizas con agua corriente (incluso aunque piense pelarlas después) para eliminar cualquier resto de pesticidas, tierra, suciedad y/o bacterias. Restriegue los productos duros, como las zanahorias, los pepinos, los melones o las sandías con un cepillo limpio.
- Lave bien los melones y las sandías antes de cortarlos para evitar arrastrar con el cuchillo las bacterias de la piel y contaminar la pulpa de la fruta.
- Seque los productos agrícolas que haya lavado con una toalla o pañuelo de papel.
Preparar y cocinar huevos, carne, pescado y carne de ave crudos
- No lave el pollo crudo. Lavar la carne y el pollo cuando todavía están crudos puede dispersar los gérmenes por la cocina.
- Descongele la carne, las aves y el pescado dentro de la nevera o en el microondas, no a temperatura ambiente.
- Cocine de inmediato la carne, las aves y el pescado descongelados.
- La carne, las aves, el pesado y el marisco se adoban o marinan dentro de la nevera. Deseche las sobras de los alimentos adobados que no estén bien cocinados.
- Cocine la carne hasta que su jugo sea transparente.
- Cocine la carne picada de ternera o de ave hasta que pierda el color rosa.
- Cocine bien los huevos, de tal modo que las claras y las yemas queden firmes. Los huevos revueltos no deben quedar líquidos.
No sirva alimentos que contengan huevos crudos, como masa para hacer pastas no horneada, ponches de huevo y algunas recetas de helados de fabricación casera. Si alguna receta requiere usar huevo crudo, sustitúyalo por huevo pasterizado (que se vende en los supermercados o tiendas de alimentación, en la zona de los lácteos).
Un buen cocinado matará los gérmenes que le podrían enfermar a usted y a su familia. Un termómetro para la carne es lo mejor para saber si ha cocinado bastante la comida. (Coloque el termómetro en la parte más gruesa del trozo de carne y lejos de huesos y de la grasa. Lave bien el termómetro entre usos consecutivos.) Consulte las etiquetas de los envases o siga estas recomendaciones:
- aves (enteras, a piezas o picadas): 165 °F (74 °C)
- filetes, chuletas y redondos para asar de vacuno, ternera, cerdo y cordero: 145 °F (63 °C) con un período de reposo de tres minutos antes de cortarlas y comerlas.
- carne picada de vacuno, ternera, cerdo y cordero: 160 °F (71 °C)
- pescado: 145 °F (63 °C)
- recetas que contengan huevo: 160 °F (71 °C)
- sobras: 165 °F (74°C) como mínimo
Limpieza
Mantenga las superficies de la cocina bien limpias y lávese las manos a fondo y con frecuencia para impedir la propagación de las bacterias. Las bacterias podrían llegar a otras personas que usaran un trapo contaminado, o sea que use servilletas de papel o cambie los toallas o trapos de la cocina a menudo.
Siga estos consejos al limpiar después de las comidas:
- Guarde en la nevera cualquier sobra lo antes posible después de cocinar, y no espere más de dos horas desde el proceso de preparación hasta el momento en que lo meta en la nevera.
- Consuma las sobras en un plazo de 3 a 4 días o tírelas a la basura.
- Lave las encimeras y otras superficies con agua tibia y jabonosa.
- Lave los platos, los cubiertos, otros utensilios de cocina y las tablas de cortar en agua caliente y jabonosa, o use el lavaplatos.
- Sustituya las tablas de cortar viejas porque las bacterias se pueden ocultar en las hendiduras y las grietas.
- Use estropajos y bayetas finos en vez de usar tejidos esponjosos porque se secan mejor entre usos consecutivos. Lave las bayetas y los trapos o sustituya los estropajos a menudo.
- Desinfecte periódicamente el fregadero, las tablas de cortar, las encimeras, el triturador de desperdicios alimentarios y el desagüe.
Visite la página web FoodSafety.gov para obtener más consejos de seguridad, incluyendo información sobre tiempos de conservación segura y temperaturas mínimas recomendadas.