¿Qué son las intoxicaciones alimentarias?
Las intoxicaciones alimentarias están causadas por bacterias y, a veces, por virus u otros gérmenes. Pueden entrar en los alimentos que comemos y en los líquidos que bebemos. No podemos notar con el gusto, oler ni ver esos gérmenes (por lo menos, sin un microscopio). Pero, aunque sean diminutos, pueden tener un gran efecto en nuestro cuerpo.
Cuando los gérmenes que causan intoxicaciones alimentarias entran en nuestro organismo, pueden segregar toxinas. Estas toxinas son tóxicas (de ahí el nombre "intoxicación alimentaria"), y pueden causar diarrea y vómitos.
Por lo general, los médicos usan la expresión "intoxicación alimentaria" para describir una enfermedad que se desarrolla deprisa a partir de la ingesta de un alimento contaminado. La gente suele tener diarrea o empezar a vomitar a las pocas horas de haberse infectado. Lo bueno es que las intoxicaciones alimentarias también suelen solucionarse por sí solas en poco tiempo. La mayoría de la gente se recupera en un par de días y no tiene ningún tipo de secuela.
En una cantidad reducida de casos, tener una intoxicación alimentaria puede significar tener que ir al médico o al hospital. Cuando la gente necesita tratamiento médico para una intoxicación alimentaria, se suele deber a la deshidratación. Deshidratarse es la complicación más grave de una intoxicación alimentaria.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las intoxicaciones alimentarias?
La forma en que se manifiesta una intoxicación alimentaria depende del germen que la haya causado. Una persona puede empezar a encontrarse mal al cabo de una o dos horas de haberse comido o debido el alimento o el líquido contaminado. En otras ocasiones, es posible que los síntomas no aparezcan hasta al cabo de varias semanas. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecerán al cabo de 1 a 10 días.
Entre los signos de que un niño tiene una intoxicación alimentaria, se incluyen los siguientes:
- náuseas
- dolor de vientre y retortijones
- vómitos
- diarrea
- fiebre
- dolor de cabeza y debilidad general
En contadas ocasiones, las intoxicaciones alimentarias pueden causar mareos, visión borrosa u hormigueo en los brazos. En casos todavía menos frecuentes, la debilidad que a veces acompaña a la intoxicación alimentaria provocará problemas para respirar.
Causas de las intoxicaciones alimentarias
Cuando la gente come o bebe algo que estaba contaminado con gérmenes, puede enfermar debido una intoxicación alimentaria. Frecuentemente, la gente se intoxica con alimentos de origen animal, como la carne en general y la carne de aves de corral, los huevos, los productos lácteos y el marisco. Pero las frutas y las verduras no lavadas, así como otros alimentos crudos también pueden estar contaminados y hacer que a la gente se encuentre mal. Hasta el agua puede provocar intoxicaciones alimentarias.
Los alimentos sólidos y líquidos se pueden contaminar en muchos momentos diferentes de su proceso de preparación, almacenamiento y manipulación. Por ejemplo:
- El agua que se utiliza en el cultivo de productos agrícolas se puede infectar con heces (cacas) de animales o de seres humanos.
- La carne en general o la carne de ave puede entrar en contacto con gérmenes durante su procesamiento o trasporte.
- Los alimentos se pueden infectar con bacterias si se almacenan a temperaturas inadecuadas o si se conservan durante demasiado tiempo.
- Los cocineros u otras personas que manipulan alimentos los pueden contaminar si no se lavan las manos correctamente o usan tablas de cortar u otros utensilios sucios para prepararlos.
Las personas con problemas de salud (como una enfermedad crónica de riñón) o con sistemas inmunitarios debilitados corren un mayor riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias, en comparación con las que gozan de buena salud.
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¿Qué gérmenes causan las intoxicaciones alimentarias?
Los gérmenes que causan intoxicaciones alimentarias más a menudo son los siguientes:
Salmonella. Las bacterias Salmonella son la principal causa de las intoxicaciones alimentarias en EE.UU. Generalmente, estas bacterias se introducen en los alimentos cuando estos entran en contacto con heces de animales. Entre las principales causas de la intoxicación por Salmonella, se incluye la ingesta de productos lácteos, carnes poco cocinadas y productos agrícolas frescos (fruta y verdura) que no se han lavado correctamente.
E. coli (Escherichia coli). Las bacterias E. coli se suelen introducir en los alimentos o el agua cuando estos entran en contacto con heces de animales. El consumo de carne picada de ternera que no está lo bastante cocinada es la causa más frecuente de intoxicación por E. coli en EE.UU.
Listeria. Estas bacterias se encuentran mayoritariamente en los productos lácteos sin pasterizar, el marisco ahumado y las carnes procesadas, como las salchichas y los embutidos. Las bacterias Listeria también pueden contaminar frutas y verduras, aunque con menor frecuencia.
Campylobacter. Estas bacterias infectan con mayor frecuencia la carne en general y la carne de ave, así como la leche no pasterizada. Campylobacter también puede contaminar el agua. Al igual que con otros tipos de bacterias, estas bacterias suelen entrar en los alimentos a través del contacto con heces animales infectadas.
Staphylococcus aureus. Estas bacterias (que se pueden encontrar en la carne, las ensaladas preparadas y los alimentos elaborados con productos lácteos contaminados) se propaga a través del contacto con las manos, los estornudos y la tos. Esto significa que las personas que preparan o manipulan alimentos pueden trasmitir la infección.
Shigella. Las bacterias Shigella pueden infectar el marisco o las frutas y las verduras crudas. La mayoría de las veces, estas bacterias se propagan cuando las personas que preparan o manipulan alimentos no se lavan las manos correctamente después de ir al baño. A veces, esta infección causa la presencia de sangre en las heces (caca).
La Hepatitis A. Las personas tienden a contraer este virus al comer marisco crudo o alimentos que han sido manipulados por personas infectadas. Puede ser difícil conocer el origen de la infección porque las personas infectadas pueden no encontrarse mal hasta que hayan trascurrido de 15 a 50 días desde que contrajeron el virus.
Norovirus. Estos virus suelen contaminar alimentos que han sido preparados por personas infectadas.
Algunos de estos gérmenes, como la Listeria y el E. coli, pueden causar problemas potencialmente peligrosos en el corazón y el riñón, así como problemas hemorrágicos.
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¿Cuándo debería llamar al médico?
La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria no requieren atención médica, pero hay algunos que sí. El problema grave más frecuente de las intoxicaciones alimentarias es la deshidratación. Es poco probable que un niño sano se deshidrate siempre y cuando beba una cantidad suficiente de líquidos para compensar los que está perdiendo a través de los vómitos y/o la diarrea.
Llame al médico si su hijo presenta alguno de estos síntomas:
- tiene vómitos durante más de 12 horas seguidas
- diarrea con una fiebre que supera los 101 °F (38,3 °C)
- fuerte dolor abdominal que no pasa después de ir de vientre
- heces con sangre (se trate de diarrea o de heces corrientes) o vómitos con sangre
- deposiciones de color negro o rojizas
- ritmo cardíaco acelerado o latidos cardíacos muy fuertes
Es importante que usted esté pendiente de los signos de deshidratación, que incluyen los siguientes:
- sed extrema
- escasa producción de orina (pis) o ausencia de orina
- mareos
- ojos hundidos
- sensación de desmayo o debilidad
Si su familia ha viajado hace poco al extranjero, y su hijo empieza a tener diarrea u otros problemas digestivos, llame al médico.
Las intoxicaciones alimentarias (sobre todo las que se asocian a deshidratación) pueden ser más graves para aquellas personas con sistemas inmunitarios debilitados u otros problemas de salud. Si su hijo padece una afección médica (como un problema renal o la enfermedad de células falciformes), llame al médico de inmediato. Las mujeres embarazadas también deberían informar a sus médicos si tienen una intoxicación alimentaria, porque algunos gérmenes pueden afectar al bebé mientras está en el vientre materno.
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¿Cómo se diagnostican las intoxicaciones alimentarias?
El médico le preguntará qué ha comido su hijo últimamente y cuándo empezaron sus síntomas. Examinará a su hijo y es posible que le pida muestras de sangre, de heces o de orina, que enviará a un laboratorio para que las analicen. Esto ayudará al médico a saber qué está causando la enfermedad de su hijo.
¿Cómo se tratan las intoxicaciones alimentarias?
Generalmente, las intoxicaciones alimentarias siguen su curso, y los niños mejoran por sí mismos. Pero en algunas ocasiones los médicos recetan antibióticos para tratar los tipos más graves de intoxicaciones alimentarias provocadas por bacterias. Un niño con una deshidratación grave, puede tener que recibir tratamiento en un hospital con líquidos por vía intravenosa (VI).
Cuidados en casa
Las intoxicaciones alimentarias suelen desaparecer por sí solas al cabo de pocos días. Para ayudar a que su hijo se encuentre mejor, asegúrese de que haga lo siguiente:
- Descansar mucho.
- Beber líquidos para protegerse de la deshidratación. Las soluciones electrolíticas van bien, pero cualquier líquido, salvo la leche o las bebidas que contengan cafeína es aceptable.
- Tomar sorbos pequeños y frecuentes para que le sea más fácil retener los líquidos.
- Evitar los alimentos sólidos y los productos lácteos hasta que deje de tener diarrea.
No dé a su hijo medicamentos antidiarreicos de venta sin receta médica. Este tipo de medicamentos puede prolongar los síntomas de la intoxicación alimentaria. Cuando se detengan la diarrea y los vómitos, ofrezca a su hijo porciones pequeñas de alimentos de bajo contenido graso y fáciles de digerir durante unos pocos días para impedir que le aumente su malestar estomacal.
Si los síntomas se agravan u observa signos de deshidratación, llame al médico.
¿Cómo puedo prevenir las intoxicaciones alimentarias?
Siga estos consejos para ayudar a proteger a su familia de las intoxicaciones alimentarias:
- Enseñe a todos los miembros de su familia a lavarse las manos a conciencia y frecuentemente, sobre todo después de ir al baño, antes de tocar los alimentos y después de tocar alimentos crudos. Use agua tibia y jabón, y haga que el proceso de restregar las manos dure por lo menos 15 segundos.
- Lave con agua caliente jabonosa todos los utensilios, tablas de cortar y superficies que utilice para preparar los alimentos.
- No sirva leche sin pasterizar ni alimentos que contengan leche sin pasterizar.
- Lave todas las verduras y frutas crudas que no se puedan pelar.
- Conserve los alimentos crudos (sobre todo la carne en general, la carne de ave y el marisco) alejados de los demás alimentos hasta que estén cocinados.
- Consuma lo antes posible los alimentos perecederos o cualquier alimento que tenga fecha de caducidad.
- Cocine todos los alimentos de origen animal hasta que alcancen una temperatura interna que sea segura. En el caso de la carne picada de ternera y de cerdo, esto significa una temperatura mínima de 160 °F (71 °C). En el caso de los cortes de carne enteros, una temperatura segura es la de 145 °F (63 °C). Para el pollo y el pavo (picados y enteros), la temperatura mínima es de 165 °F (74 °C). Cocine los huevos de gallina hasta que la yema esté firme. Por lo general, es seguro comer pescado cuando este alcanza una temperatura interna de 145 °F (63 °C).
- Refrigere rápidamente las sobras, preferiblemente en envases con tapas de cierre hermético a presión.
- Descongele los alimentos en la nevera, en un microondas o en agua fría. Los alimentos nunca se deben descongelar a temperatura ambiente.
- Si un alimento está caducado, tiene un sabor raro o un olor extraño, tírelo a la basura.
- Si está embarazada, evite todo el marisco, carne y pescado crudos o que no esté completamente cocinados, el pescado y el marisco ahumados, los huevos crudos y aquellos productos que puedan contener huevos crudos, los quesos blandos para untar, la leche y los jugos sin pasterizar, los patés, las ensaladas preparadas, los embutidos y los perros calientes (salchichas).
- No beba agua de riachuelos ni de pozos de agua no tratada.
Si un miembro de su familia sufre una intoxicación alimentaria, informe al departamento de salud de su localidad. Es posible que sus funcionarios puedan dar con su causa y evitar un posible brote que podría afectar a otras personas.