¿Qué es la tiña?
La tiña es un tipo de infección fúngica (por hongos) contagiosa. Los hongos son unos microorganismos que proliferan en ambientes húmedos y cálidos. No suelen ser peligrosos, pero a veces pueden causar enfermedades. Cuando infectan la piel, pueden causar erupciones leves pero molestas. Las infecciones en la piel por hongos también se conocen como infecciones por tiña.
Cuando los hongos crecen en la zona de la ingle, la parte superior de los muslos y las nalgas, se llama tiña inguinal o prurito del atleta. Cuando crecen en los pies, se llama pie de atleta.
Pero, cuando los hongos crecen en cualquier otra parte del cuerpo, se llama tiña. Su nombre médico es tinea capitis, o tiña de la cabeza, cuando afecta al cuero cabelludo, y tinea corporis, o tiña corporal, cuando afecta a una parte del cuerpo distinta de la cabeza. Cuando afecta a las uñas, se conoce como onicomicosis.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la tiña?
La tiña de la piel empieza como un parche escamoso o un bulto de color rojo. Con el tiempo, se puede ver como uno o más anillos de bordes abultados y escamosos (en la parte central no suele haber erupción). Este patrón circular puede no aparecer en todas las personas infectadas por la tiña. La piel se puede pelar, descamar o agrietar, y también puede picar o causar ardor, incomodando y molestado al paciente.
La tiña en la cabeza puede empezar como una pequeña úlcera similar a un granito antes de volverse escamosa, laminada. Las láminas o copos que se desprenden se pueden parecer a la caspa. La tiña de la cabeza puede hacer que el cabello que cubría la zona se caiga o se rompa, dejando áreas calvas. La tiña también puede hacer que el cuero cabelludo se hinche, se ponga rojo y sea sensible al tacto.
A veces, la tiña causa una masa esponjosa llena de pus conocida como querion, que se puede confundir con el impétigo o la celulitis (infecciones bacterianas). Cuando se infecta el cuero cabelludo, pueden aparecer ganglios linfáticos inflamados en la parte posterior de la cabeza o en el cuello.
La tiña en las uñas puede afectar a una o más uñas de las manos o de los pies. Las uñas se pueden volver más gruesas, blancas o amarillentas y quebrarse.
¿Cuál es la causa de la tiña?
La tiña suele estar causada por hongos que normalmente viven en la piel, el pelo y las uñas de la gente, llamados dermatofitos. Cuando el medio en que viven se vuelve cálido y húmedo, crecen de forma descontrolada y empiezan a causar síntomas.
¿Es contagiosa la tiña?
Sí. La tiña se puede trasmitir:
- de una persona a otra a través del contacto piel con piel, sobre todo en ambientes cálidos y húmedos
- a otras partes del cuerpo, si una persona con tiña se toca el área afectada y luego se toca otras partes del cuerpo, como las manos
- de los animales a las personas
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¿Cómo se contrae la tiña?
Aparte de que se puede contagiar de una persona a otra, la tiña también puede proceder de las mascotas u otros animales (generalmente los gatos, los perros o los roedores). Prolifera en ambientes cálidos y húmedos, como las duchas públicas, los vestuarios y las inmediaciones de las piscinas, y se contagia cuando la gente entra en contacto físico. Por eso, abunda en la gente que practica deportes de contacto, como la lucha libre. También se puede trasmitir a través de objetos, como los peines, los cepillos, las gorras y otro tipo de ropa.
Las lesiones de poca importancia (como los rasguños), una exposición excesiva al calor y a la humedad, y algunas afecciones médicas (como la diabetes, la obesidad, o los problemas en el sistema inmunitario pueden hacer que una persona sea más proclive a desarrollarla.
¿Cómo se diagnostica la tiña?
Un médico puede diagnosticar la tiña solo observándola y preguntando al paciente por sus síntomas y su estilo de vida. A veces el médico frota o raspa la piel para recoger una muestra de la parte escamada e infectada y analizarla con un microscopio en el laboratorio.
¿Cómo se trata la tiña?
El uso de espráis, cremas o polvos antifúngicos (contra los hongos) de venta sin receta médica pueden resolver el problema si se trata de una infección leve. Las infecciones más graves pueden requerir medicamentos de venta con receta médica, sean de tipo tópico (que se ponen en la piel) o en forma de pastilla o de jarabe.
La tiña que afecta a las uñas o al cuero cabelludo se suele tratar con medicamentos que se toman por vía oral (por la boca) durante 1 a 3 meses. El uso de un champú antifúngico recetado por el médico puede ayudar a impedir que la tiña se extienda a otras partes del cuerpo.
Su hijo debe usar el medicamento durante todo el tiempo que le indique el médico, incluso aunque la erupción parezca estar mejorando. En caso contrario, la infección se podría reactivar y extenderse a otras partes del cuerpo.
Para ayudar a curar la piel, es importante mantener el área afectada limpia y seca. Su hijo debería:
- Lavarse y luego secarse bien el área afectada usando una toalla limpia. (Debería usar una toalla distinta para secarse el resto del cuerpo.)
- Aplicarse la crema, los polvos o el espray antifúngicos siguiendo las indicaciones del médico.
- Cambiarse de ropa cada día.
- Tratar todas las demás infecciones fúngicas, como el pie de atleta.
¿Cuánto dura la tiña?
La mayoría de los casos leves de tiña suelen remitir al cabo de 2 a 4 semanas. Pero puede ser necesario alargar el tratamiento hasta 3 meses si la infección es más grave, o si afecta las uñas o el cuero cabelludo.
¿Se puede prevenir la tiña?
La tiña se suele poder prevenir. Para evitarla, los niños y los adolescentes deberían:
- Mantener la piel limpia y seca, lavándose todos los días y secándose por completo, sobre todo después de ducharse, bañarse, nadar o practicar actividades que les hagan sudar.
- Usar toallas limpias y evitar compartir toallas, ropa de vestir, peines, cepillos y gorros.
- Lavar el equipo y la ropa deportiva, así como los uniformes lo más a menudo posible y no compartirlos.
- Evitar llevar prendas ajustadas.
- Cambiarse de ropa todos los días.
- Lavarse bien las manos con agua y jabón después de jugar con las mascotas.
- Tratar todas las demás infecciones fúngicas, como el pie de atleta.