¿Qué es la hemodiálisis?
La hemodiálisis es un tratamiento médico que usa una máquina provista de un filtro especial para extraer de la sangre los productos de desecho y el agua sobrante. Puede desempeñar la función propia de los riñones cuando estos órganos dejan de poderla desempeñar.
¿Por qué la gente necesita recibir hemodiálisis?
La principal función que desempeñan los riñones consiste en limpiar la sangre. Los riñones eliminan los productos de desecho y el agua sobrante (los residuos que el cuerpo no necesita). Esos residuos salen del cuerpo en forma de pis (orina).
Si los riñones no funcionan bien, los productos de desecho se acumulan rápidamente en el cuerpo y hacen que la persona enferme. Cuando los riñones dejan de eliminar el agua sobrante y otros productos de desecho, la persona tiene una insuficiencia renal. Entonces, la persona necesitará recibir diálisis para limpiar la sangre porque sus riñones no lo podrán hacer.
Hay dos tipos de diálisis: La hemodiálisis y la diálisis peritoneal.
¿Cómo funciona la hemodiálisis?
Durante la hemodiálisis, una máquina extrae sangre del torrente sanguíneo del paciente, la limpia y la devuelve al torrente sanguíneo. Solo sale del cuerpo una cantidad segura de sangre cada vez.
Antes de someterse a hemodiálisis, los niños necesitan que les coloquen un tubito blando y flexible (un catéter) en una vena grande, generalmente ubicada en el pecho. Ese tubo es una vía temporal para extraer la sangre del torrente sanguíneo y luego devolverla al cuerpo del paciente.
El catéter permanece en su sitio hasta que los médicos llevan a cabo otro procedimiento que les permite fabricar una vía más permanente. Esa vía es más resistente que los vasos sanguíneos normales, y puede resistir el flujo más rápido de sangre y es compatible con los repetidos pinchazos necesarios para llevar a cabo la hemodiálisis.
Los médicos tienen dos opciones para fabricar la vía, ambas en el brazo. Pueden hacer:
- una fístula, conectando una arteria a una vena cercana por debajo de la piel para fabricar un vaso sanguíneo de mayor tamaño
- un injerto, usando un tubo flexible para unir una arteria con una vena
¿Qué ocurre durante la hemodiálisis?
La hemodiálisis se suele llevar a cabo en una clínica especial llamada "centro de diálisis". Algunos niños se tratan en un hospital.
Un enfermero conecta el catéter, la fistula o el injerto a una aguja conectada a un tubo que extrae sangre del torrente sanguíneo. La sangre entra en un filtro especial llamado dializador o "riñón artificial".
El dializador consta de dos partes: una para la sangre y otra para una solución limpiadora llamada dialisato. Ambas partes del dializador están separadas por una fina membrana. La membrana retiene elementos importantes dentro de la sangre, como las células sanguíneas y las proteínas, que son demasiado grandes para pasar a través de ella. Pero el agua sobrante y otros productos de desecho, que son de tamaño más reducido, la atraviesan con facilidad y son eliminados del torrente sanguíneo. Cuando la sangre está limpia, la máquina la devuelve al cuerpo del niño a través de otro tubo.
¿Cuánto tiempo dura la hemodiálisis?
La mayoría de los niños reciben diálisis tres veces a la semana. Dura unas 4 horas cada vez.
Durante el tratamiento, los niños pueden estar acostados o sentados en una silla. Pueden leer, ver la televisión, jugar a videojuegos o dormir.
¿Es molesta la hemodiálisis?
Cada vez que un niño se somete a un tratamiento de hemodiálisis, una aguja le entra en la fístula o el injerto. Después de someterse a tratamientos repetidos, la mayoría de los niños se habitúan a esa sensación. Después del tratamiento, los niños pueden estar cansados. Algunos pueden tener calambres musculares, dolores de cabeza, náuseas o mareos, aunque es algo muy poco frecuente.
¿La hemodiálisis implica asumir riesgos?
La hemodiálisis se asocia a algunos riesgos, como los siguientes:
- Problemas con el catéter, la fístula o el injerto. Los gérmenes pueden entrar en el catéter, la fístula o el injerto y causar una infección. Los coágulos de sangre pueden obstruir el catéter, la fístula o el injerto. El equipo de tratamiento le enseñará a reconocer estos problemas para poderlos resolver de inmediato.
- Bajada de la tensión arterial. En contadas ocasiones, al paciente le baja la tensión arterial durante el tratamiento. Esta bajada de la tensión arterial puede hacer que la persona se maree, le duela la cabeza o se encuentre mal (o vomite). El equipo médico puede cambiar el plan de tratamiento para evitar que ocurra esto.
- Picazón. La hemodiálisis puede hacer que pique la piel, sobre todo durante o después del tratamiento.
- Problemas de sueño. Algunas personas que reciben hemodiálisis pueden tener problemas para dormir debido a dolores, piernas inquietas o pausas en la respiración (apnea del sueño).
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Cuando un niño necesita recibir diálisis, mantenerse sano le puede ayudar a evitar posibles problemas y a encontrase lo mejor posible. He aquí algunos consejos:
- Ayude a su hijo a alimentarse bien. Los niños que reciben diálisis necesitan ingerir una cantidad adecuada (ni excesiva ni insuficiente) de líquidos, sales, vitaminas y minerales cada día. El exceso de potasio o de fósforo, por ejemplo, puede afectar a los latidos del corazón o debilitarles los huesos. Un médico o un dietista de la clínica de diálisis le puede recomendar un plan de alimentación adecuado para su hijo.
- Ayude a su hijo a tomarse los medicamentos si los necesita. Los niños suelen necesitar medicamentos para controlar la tensión arterial, ayudar a fabricar glóbulos rojos y controlar las concentraciones de nutrientes en sangre. Siga las instrucciones que le dé el médico de su hijo y pregúntele antes de darle cualquier medicamento, vitamina o suplemento que no le haya recetado él.
- Planifique las cosas con tiempo de antelación. Si van a salir de viaje, asegúrese de que su hijo podrá continuar con su tratamiento. Si su hijo va a tener que someterse a diálisis en una localidad diferente, llame a la clínica de diálisis con tiempo de antelación para asegurarse de que tiene hora para tratarse.
¿Qué más debería saber?
Los niños y los adolescentes que reciben hemodiálisis pueden seguir yendo a la escuela o trabajando. Pueden seguir haciendo la mayoría de sus actividades habituales, siempre que las planifiquen teniendo en cuenta el horario de las sesiones de diálisis. De todos modos, los trabajos y los deportes que implican mucho levantamiento de peso y/o contacto físico no son adecuados para la diálisis. Pero, teniendo en cuenta esta limitación, los niños pueden seguir haciendo muchas cosas con las que disfrutan.
Hay personas que necesitan someterse a diálisis durante el resto de la vida. En estos casos, los pacientes pueden ir alternando entre la hemodiálisis y la diálisis peritoneal, que se suele hacer en el domicilio del paciente.