¿Qué son las hernias inguinales?
Una hernia inguinal ocurre cuando una parte del intestino resbala hacia la ingle (el lugar donde el vientre entra en contacto con el muslo) en lugar de seguir estando dentro del vientre, donde debería estar.
Los médicos corrigen las hernias inguinales con cirugía, es decir, operando al paciente. Esto impide que el intestino se quede atascado dentro de la ingle (lo que se conoce como hernia "incarcerada" o "encarcelada"). El flujo sanguíneo se puede ver interrumpido, lo que puede conducir a daños importantes. Se trata de una urgencia médica. Y es mucho mejor que los médicos corrijan las hernias antes de que se conviertan en una emergencia médica.
Cualquier persona de cualquier edad puede tener una hernia inguinal. En la infancia, son mucho más frecuentes en los niños que en las niñas, pero estas últimas también las pueden presentar.
Los niños que nacen antes de tiempo (prematuros) tienen más probabilidades de tener hernias inguinales.
-
Resumen de 45 segundos: Hernia inguinal indirecta
Aprende lo básico en 45 segundos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las hernias inguinales?
El principal signo de una hernia inguinal es un bulto visible bajo la piel, en la ingle o el escroto. Un niño puede tener un bulto en uno o en ambos lados de la ingle.
Entre otros signos, se incluyen los siguientes:
- dolor, sobre todo al agacharse, hacer esfuerzos, levantar objetos, toser o llorar
- el dolor mejora con el reposo
- debilidad o sensación de presión en la ingle
- en los niños, inflamación o agrandamiento del escroto
- sensación de dolor o ardor en el lugar del bulto
Una hernia puede aumentar y también puede reducirse de tamaño:
- puede aumentar de tamaño cuando el niño hace algo que crea presión dentro del vientre, como ponerse de pie, llorar, toser o esforzarse al defecar.
- y se puede reducir cuando el niño se acuesta o se tranquiliza.
En los bebés, es posible que la hernia solo sea visible cuando lloran, tosen o aprietan al ir de vientre. Los padres también pueden percibir que su bebé está molesto o irritable y come menos de lo habitual.
¿Cuáles son las causas de las hernias inguinales?
Hay varios tipos diferentes de hernias inguinales. En uno de los tipos más frecuentes de las hernias que afectan a los bebés y a los niños pequeños, un trozo del intestino resbala hacia el canal inguinal, ubicado en la zona de la ingle, en vez de quedarse dentro del vientre.
Cuando un bebé se está desarrollando dentro del vientre materno, sus testículos se desplazan desde el vientre hacia el escroto a través de los canales inguinales. Estos canales inguinales se deben cerrar antes de que nazca el bebé. Si uno permanece abierto, una parte del intestino del niño puede resbalar por ese canal hacia el escroto y formar una hernia.
Las chicas no tienen testículos, pero sí que tienen canales inguinales, por lo que también pueden tener hernias inguinales. En estos casos, son los ovarios los que se desplazan hacia los canales.
¿Cómo se diagnostican las hernias inguinales?
Si su hijo tiene dolor o inflamación en la ingle o el escroto, llame al médico. El médico le hará una exploración física a su hijo y preguntará sobre sus antecedentes médicos.
Para poder palpar la hernia mientras se mueve hacia la ingle o el escroto, es posible que el médico le pida a su hijo que se ponga de pie o que tosa. El médico hará una reducción de la hernia masajeándola con suavidad a fin de volver a colocar ese trozo de intestino donde le corresponde, es decir, dentro del vientre. Si la hernia se puede volver a colocar de nuevo en su sitio a través del masaje, recibe el nombre de hernia "reducible". Pero este tipo de hernias también necesitan cirugía, porque no permanecerán en su sitio ni se cerrarán por sí solas.
¿Cómo se tratan las hernias inguinales?
La operación de reparación de una hernia inguinal es uno de los tipos de cirugía más frecuentes en los niños. Se opera para que la hernia inguinal no se quede atascada y cause lesiones en el intestino o los ovarios.
En esta operación:
- El niño recibe anestesia para quedarse dormido durante todo el procedimiento y no sentir dolor.
- El cirujano hace una pequeña incisión (corte) en la piel. En los niños, el cirujano desplaza la hernia desde el cordón espermático, que lleva sangre a los testículos y que es la vía por donde circula el esperma.
- Después de que el cirujano vuelva a colocar la hernia en su sitio, cerrará la abertura para ayudar a impedir que se forme otra hernia.
Algunos cirujanos reparan las hernias mediante laparoscopia. Colocan un tubo largo y fino provisto de luz y una cámara dentro del abdomen, lo que les permite ver el interior del cuerpo y utilizar herramientas quirúrgicas muy pequeñas para hacer la reparación.
La incisión se cierra con pequeñas tiras de cinta. Estas tiras se caerán por sí solas al cabo de 1-2 semanas. Algunos cirujanos utilizan pegamento cutáneo para cerrar la piel.
¿Qué ocurre después de la operación?
La mayoría de los niños vuelve a casa pocas horas después de que los operen. Los bebés prematuros se deben tener bajo observación durante la noche de la operación porque han recibido anestesia.
Cosas a tener en cuenta:
- Dé a su hijo los medicamentos para el dolor de venta con o sin receta médica tal y como se lo haya indicado su médico.
- Es posible que su hijo tenga inflamación y hematomas cerca de la zona de la operación. A los niños se le puede hinchar el escroto. Aplique compresas frías (una bolsa de hielo o un paquete de frío envuelto en una toalla) sobre la zona para reducir la hinchazón.
- Algunos niños van estreñidos (les cuesta ir de vientre) después de la operación. Ofrezca a su hijo abundante líquido (como agua y jugo de ciruelas, pera y manzana), aparte de frutas y verduras ricas en fibra (como las peras, las fresas y los boniatos). Evite el queso, los plátanos y el arroz blanco.
- Los niños pueden comer con normalidad y volver a practicar sus actividades habituales en cuanto se sientan capaces de llevarlas a cabo, generalmente al cabo de unos pocos días.
- Entre uno y dos días después de operarse, su hijo se deberá dar baños de esponja en vez bañarse o ducharse. No se deberá bañar durante aproximadamente una semana.
- Su hijo no debería treparse a objetos, hacer deporte ni levantar objetos que pesen más de 10 libras (4,5 kg), hasta que el médico le dé el visto bueno.
- Si las tiras de cinta adhesiva no se desprenden por sí solas, el médico se las quitará a su hijo en la visita de seguimiento posterior a la operación.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico de su hijo si lo han operado y:
- tiene fiebre de 101,5 ºF (38,6 °C) o superior
- la zona de la cicatriz se le pone roja y el enrojecimiento se le va extendiendo
- la zona operada le sangra, se le hincha y/o le supura
- la zona operada le duele mucho y durante mucho tiempo seguido
- está muy malhumorado o irritable
- no puede orinar a las 8 a 12 horas de la operación
- vomita
- no bebe líquido o no come